Si tenéis en mente que los libros para colorear son esos cuadernillos baratos con dibujos sencillos para que los niños llenen de color sin salirse de los bordes a Caperucita Roja, la Patrulla Canina o cualquier otro personaje infantil, librillos como el de la primera imagen de los Little Einsteins que entretienen un rato a los niños más pequeños pero absurdos para los más mayores, no es que solo que estéis equivocados, es que os estáis perdiendo muchas maravillas impresas.
Me consta también que hay padres que consideran que es un entretenimiento baldío, nada creativo, con pocas virtudes. Tampoco es cierto, un buen libro de colorear permite relajarse, aprender a dibujar, ser creativos y trabajar la concentración y nuestra psicomotricidad fina.
De hecho es una actividad que, si el libro tiene un formato suficientemente grande, podemos hacer los padres con nuestros hijos. Ahí nos tenéis por ejemplo coloreando a seis manos la primera página de una hermosa selección de dibujos inspirados en los cuentos infantiles populares: Colorea los cuentos clásicos de Rachel Cloyne (Anaya) que cuesta menos de cinco euros.
Es bastante conocido que lo de los colorear libros se había extendido a los adultos, con muchos productos pensados para ellos, sobre todo mandalas, pero es que la originalidad y calidad de estos libros también está ampliándose para los niños. Y no sólo para niños pequeños, también más mayores. La última compra que he hecho en esta línea es un libro inspirado en el universo de Harry Potter (Timun Más, 15 euros), que a Julia le apasiona.
Libros de colorear como estos en casa nos encantan, dan muchas horas de entretenimiento creativo, porque no hay color mal seleccionado, no hay nada que impida elegir el tono que queramos para dar vida al cielo o a los árboles: morado, gris, rojo, naranja…
Pero hay libros de colorear menos clásicos y también muy recomendables. El que enseña a dibujar como Van Gogh es parte de una colección de Ediciones SM que recomiendo a todo el mundo.
A lo largo de sus páginas va dando pautas para dibujar y colorear dejando libertad suficiente a los niños y recorriendo al mismo tiempo la obra del pintor. Entró en casa hace un par de años, cuando el proyecto que estaban trabajando en la clase de Julia era el arte.
Lo último que hemos probado en casa es una forma de llenar de color muy distinta, seleccionando y recortando a modo de collage el papel de fantasía que al niño más le guste. Julia disfrutó mucho eligiendo, recortando y pegando los dos libros de la colección Personaliza tu fábula de Timun Mas. Ojalá los cuentos hubieran sido más interesantes, leer de nuevo la vieja y conocidas fábulas de la cigarra y la hormiga y la libre y la tortuga no llamó mucho su atención.
Si esta idea de completar los cuentos se acompañase de historias nuevas, de cuentos que por sí mismos fueran dignos de recomendación como Las ciudades de colores, El cazo de Lorenzo o tantos otros que se publican a diario sería un producto redondo.
Os recuerdo que no hace mucho recomendé aquí mismo Crea tu libro de Marion Deuchars, un libro para jugar con el arte que es una maravilla.
Un volumen que ayuda a los niños a aprender de arte, a conocer a los artistas más relevantes, que anima a explorar y ser creativos al tiempo que se van comprendiendo algunas técnicas, y en el que hay mucho que colorear.
Esa editorial en concreto. Coco Books, tiene una colección amplísima en esta línea:
Y siempre está la opción de que nosotros dibujemos lo que ellos colorean. A Julia al menos le gusta mucho y es otra manera de compartir una actividad con ellos (y de recordar nuestros tiempos como pequeños dibujantes de pupitre).
Os animo a explorar este tipo de libros, porque hay todo un universo al que merece la pena echar un vistazo. Y si tenéis alguna recomendación, no dudéis en compartirla en los comentarios.
Me gusta.
01 febrero 2019 | 00:35
Muy interesante.
24 febrero 2019 | 00:33