Vivir es cabalgar un dragón y disfrutar del viaje

Hoy he cumplido 40 años y ayer lo celebré siendo Dumbledore en un cumpleaños infantil que fue una locura maravillosa y del que ya os hablaré más despacio, por si tenéis algún pequeño fan de Harry Potter en casa y os vienen bien algunas de las ideas que pusimos en práctica.

Hoy he cumplido cuarenta años y me toca cambiar el ‘sobre mí’ del blog, que ya no soy treintañera. Ni madre reciente si nos ponemos, que Julia cumplió ayer siete años y Jaime cumplirá diez en agosto.

sobremi

Esa la descripción que hay que cambiar, dejaré aquí la imagen como recuerdo. Con el nombre que me busqué y por el que se me conoce, @madrereciente, la cosa va a estar más difícil. ¿Quién me iba a decir cuando arrancó este blog y era una madre de un bebé de poco más de un año descubriendo y sorprendiéndome con mi maternidad, que esa sorpresa y ese descubrimiento iban a durar tanto? Aquí os conté que volvía a estar embarazada, os presenté a Julia, os expliqué que habíamos descubierto que Jaime tenía autismo, que la lactancia y el colecho se iban para no volver, igual que los pañales.

Hoy he cumplido cuarenta años y es buen momento para pensar en la evolución que ha tenido el blog, en cómo he pasado de hablar con frecuencia de lactancia, partos, embarazos y cuidados del bebé, a comentar los juegos de mesa, libros y las películas que vemos o las problemáticas de los colegios.

Se supone que cumplir cuarenta años es especial, al menos más que cumplir treinta y nueve o cuarenta y uno. Os aseguro que no lo siento así. Puede ser por mi manera de concebir los cumpleaños, que ya me había ubicado mentalmente en otra década hace un año: cumplir una promesa, cumplir un contrato, es hacerlo, terminarlo. Cumplir cuarenta años supone terminar tu año cuarenta y comenzar el cuarenta y uno. Celebrar otro año más en el mundo. Pensad en los bebés y su primer cumpleaños y veréis que no admite réplica. Son puras matemáticas.

También puede ser porque tengo claro que no volvería atrás, en absoluto, no desandaría ningún paso dado. Sigo creyendo lo que dije hace ya bastante en esta entrevista que me hizo Bebés y Más:

Desde hace años tengo la sensación de que al envejecer, si lo hacemos medianamente bien, lo que hacemos es ir estando cada vez más despiertos en todos los sentidos.

Vivir es como cabalgar un dragón, esforzarse por reír al notar el viento azotándonos la cara, relajarse para disfrutar de la sensación de vértigo y no olvidar nunca que montamos sobre un animal ingobernable, sobre el que podemos influir pero que siempre nos tendrá a su merced, sobre el que podemos fácilmente acabar mordiendo el polvo.

Hoy he cumplido cuarenta años y sigo disfrutando del viaje.
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Por cierto, si queréis hacerme un buen regalo y aún no habéis leído Galatea, la tenéis en digital por menos de 3 euros. Y si la habéis leído, las reseñas en Amazon o Goodreads serán bienvenidas.

2 comentarios

  1. Dice ser Jmarc

    Ante todo Feliz cumpleaños,
    Te sigo desde hace muchos años y creo que tu blog es uno de los mas longevos de 20minutos. Me he enfrentado a muchos en tu blog, sobre lo de dar el pecho por ejemplo, pero siempre me ha interesado tu punto de vista. La imagen que usas me recuerda el dibujo animado del que la has sacado. Hablo del viaje de Shihiro, que es creo una obra de arte en si. es verdad que la vida es como cabalgar sobre un dragon.
    Curiosamente, ese dragon era su compañero de aventura. Por eso diré que la vida es apoyarse en alguien que sera nuestro compañero de vida.

    11 marzo 2016 | 10:58

  2. Dice ser Carol

    Qué bonito, me he emociando, que yo todavía recuerdo los incios, me egnaché desde le primer momento …y encima mi hija mayor es de la edad de Julia…Que bine, me ha encantado lo del dragón.
    Espero poder seguir compartiendo contigo mucho años más!!

    11 marzo 2016 | 11:07

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