Ha muerto Alan Rickman, ha muerto el (no del todo) malvado favorito de muchos niños y jóvenes y un gran actor

Severus Snape lanzando un hechizo en una de las películas de Harry Potter (WARNER).

Julia adora a Harry Potter, tiene el disfraz de Hermione, ha visto casi todas las películas, hemos jugado entero el videojuego de Lego inspirado en ese mundo y con ella he leído el primero de los libros. Jugamos con varitas a lanzar hechizos e imaginamos historias en las que ella va a Hogwarts a aprender magia junto a Harry Potter. Ese mundo ya me atrapó a mí hace dieciocho años, cuando tenía poco más de veinte. Y a muchos niños y jóvenes que crecieron viendo publicarse los libros, estrenarse las películas y crecer a los actores que interpretaban a los personajes que ideó J.K.Rowling.

Uno de los personajes más carismáticos de los libros es Severus Snape, ese profesor aparentemente malvado, un villano perfecto abocado a ser el héroe reivindicado de la historia y que ayuda a los niños a comprender la complejidad del ser humano y que las cosas no siempre son lo que parecen, magníficamente interpretado por Alan Rickman, que acaba de morir pocos días antes de cumplir los setenta años y que la pasada primavera se había casado con la que había sido su compañera durante cincuenta años.

Pero Alan Rickman, el de la altura imponente y la sonrisa inteligente, ha sido muchos más personajes inolvidables: ha sido el malvado sheriff del Robin Hood interpretado por Kevin Costner, poniendo su matrimonio en peligro en Love Actually, enfrentándose a Bruce Willis en La jungla de cristal. También le hemos visto en Dogma, Sentido y Sensibilidad, Michael Collins, Sweeney Todd, el asesino del calendario…

Richard Harris, el primer y fantástico Albus Dumbledore, estará encantado de contar con su compañía. Nosotros seguiremos recordándole, vestido de negro, amenazante, y escondiendo el secreto de la verdadera generosidad.

* En la segunda foto aparece en el festival de cine de Venecia en 2013 (GTRES).

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