‘Escarlatina, la cocinera cadáver’, un libro infantil de cadáveres parlantes y recetas para niños

imageCuando era niña y dedicaba gran parte de mi tiempo a leer cuentos, hubo algunos que me gustaron especialmente, cuyo recuerdo apenas se ha visto alterado y que miro con cariño, esperando el momento de sacarlos de la estantería para abrirlos y que Julia los descubra, tras tenerlos tres décadas durmiendo.

Entre los libros que más disfruté y aprecio están los de El pequeño vampiro. La historia de amistad entre un vampiro, Rüdiger von Schlotterstein, y un niño, Antón, estaba llena de sentido del humor y de un tipo de terror que no da ningún miedo.

Estos últimos días he estado leyendo con Julia Escarlatina, la cocinera cadáver (Anaya). Me ha resultado imposible no recordar la obra de la alemana Angela Sommer-Bodenburg mientras avanzábamos por las páginas escritas por la gallega Ledicia Costas, que además nació en 1979, el mismo año que se publicaba por primera vez El pequeño vampiro.

escarlatinaEscarlatina comparte el mismo espíritu. Esta vez no son vampiros los que nos acompañarán, son cadáveres parlantes que se van descomponiendo (no, no son zombies aunque nos los recuerden) y a los que les gusta comer cosas realmente asquerosas. El reto de Román, el niño protagonista al que le encanta cocinar y desea ser chef de mayor, es ayudar a Escarlatina, que murió hace 150 años, a cocinar un plato que le guste tanto a los vivos como a los muertos, para que él pueda salir del inframundo y ella resucitar al mundo de los vivos. Por supuesto, habrá malvados en el inframundo que querrán impedírselo, también difuntos (alguno bastante jurásico) que les ayudarán. Y un gato pasota que se llama Dodoto y una araña francesa, con la que Julia se partía de risa cada vez que hablaba.

El libro, trepidante y divertido, viene acompañado de unas ilustraciones de Víctor Rivas de lo más ajustadas al relato y cada capítulo concluye con una receta que los niños pueden cocinar. Tal vez parte del éxito de Escarlatina en mi casa venga del hecho de que a Julia le encanta cocinar y quiere probar algunas de las recetas que venían intercaladas en el libro.

Escarlatina, que antes que cocinera cadáver fue cociñeira defunta, viene cargada de premios: Merlín de Literatura Infantil 2014, Fervenzas Literarias al mejor libro infantil de 2014, Neira Vilas al mejor libro infantil y juvenil de 2014 y Nacional de Literatura Infantil 2015. Está recomendada a partir de 11 años, que son los mismos de su protagonista, pero Julia con seis años lo ha disfrutado, claro que era yo la que se lo leía a capítulo por noche.

Ya que Julia lo ha pasado tan bien siguiendo durante más de una semana a Román y Escarlatina, tal vez haya llegado el momento de presentarle a Rüdiger y Antón. ¿No os parece?

2 comentarios

  1. Hola,
    una nota rápida para decirte que me encanta tu blog, así que no priva a mí mismo!

    15 diciembre 2015 | 16:52

  2. Dice ser Gonzalo

    Que recuerdos «El pequeño vampiro», me encantaba…

    16 diciembre 2015 | 08:58

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