La imaginación de un niño en un peluche

IKEA_SoftToys_SAGOSKATT_ColecciónUna amiga que sabe bastante de esto de dibujar me comentaba que ojalá nunca hiciéramos a nuestros niños copiar dibujos, calcar, colorear lo ya dibujado. Según ella, estamos homogeneizando una mirada única, sin influencias, maravillosa y sujeta a una mano que aún está aprendiendo a manejarse.

De ahí salen creaciones maravillosas. Enseñarles a dibujar, me decía, es otra cosa, debería ser enseñarles a hacerlo libremente, respetando su creatividad y su manera de ver y representar el mundo y aquello en lo que sueñan, no procurar que todos hagan casitas cuadradas con dos ventanas, una puerta y un tejado rojo equipado con una chimenea.

Yo, que no sé apenas nada de técnica de dibujo o de cómo instruir en ese arte, tiendo a estar de acuerdo con ella cuando veo lo que son capaces de hacer los niños pequeños. Ya os he contado que mis cuadros favoritos en casa son aquellos que han hecho mis hijos y que los tengo colgados en casa y animo a hacerlo porque es algo les llena de orgullo y les anima a seguir dibujando. El último en incorporarse a nuestra particular galería fueron unas amapolas. ¿Recordáis?

Respetar sus creaciones, darles mayor entidad, convertirlas en algo más y dejarnos inspirar por ellas sin pensar desde la superioridad de la edad adulta que somos capaces de hacer mejor cualquier cosa en la que se embarquen ellos.

Tal vez por eso me ha gustado tanto que este año Ikea, en su campaña Peluches para la Educación (trece años llevan ya haciéndola y recaudando dinero para Save the Children y UNICEF), lo que hayan hecho por vez primera sea convertir en peluches los dibujos de niños de cuatro a seis años de diferentes partes del mundo. Algo que ya había visto antes y también me había gustado, pero no conocía vinculado a una producción industrial.

Estos son:

IKEA_SoftToys_SAGOSKATT_DinosaurioVerde
Dinosaurio verde; por Thymeo, 4 años, Bélgica.

IKEA_SoftToys_SAGOSKATT_Marrón
Marrón; por Maja, 8 años, y John, 5 años, Noruega.

IKEA_SoftToys_SAGOSKATT_MofetaBlanca
Mofeta blanca; por Dora, seis años y medio, Reino Unido.

IKEA_SoftToys_SAGOSKATT_MonstruoAzul
Monstruo azul; por Karla, 10 años, Croacia.

IKEA_SoftToys_SAGOSKATT_PájaroRosa
Pájaro rosa; por Stella, seis años, Chipre.

IKEA_SoftToys_SAGOSKATT_TigreAmarillo
Tigre amarillo; por You-Chen Wu, seis años, Taiwan.

IKEA_SoftToys_SAGOSKATT_UnicornioRosita
Unicornio «Rosita»; por Carlota, cuatro años, Lanzarote (España). Me temo que el rosita se ha quedado por el camino.

4 comentarios

  1. Dice ser Yopes

    Pobres niños… No tienen la culpa de no saber cómo dibujar lo que imaginan. Porque una cosa es lo que imaginan, y otra MUY DIFERENTE es cómo lo representan sobre un papel. Debe ser frustrante ver que no sólo no son capaces de transmitir a la perfección lo que hay en su mente, sino que encima los demás creen que lo que hay sobre el papel es lo que REALMENTE se han imaginado y hasta hacen peluches con ello…

    Muy triste.

    10 noviembre 2015 | 13:26

  2. Dice ser Daniela

    Verbaduet también reproduce diseños de los niños. Para el catálogo de verano lo hizo con trajes de baño es una linda iniciativa

    10 noviembre 2015 | 13:29

  3. Dice ser Cris

    Yo eso de verdad no me creo que lo hayan dibujado de verdad niños. En serio.Tan centradito en el folio, sin salirse… En el primero, no puede hacer bien los círculos de los ojos, pero sí marcar perfectamente centrado el punto de las pupilas? No, no está hecho por niños o está retocado o lo que sea, pero ahí hay trampa.

    11 noviembre 2015 | 17:47

  4. Es bonita la iniciativa porque la percepción de los niños no es la misma que tenemos los adultos. Me gusta.

    11 noviembre 2015 | 21:55

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