Mi familia la forman aquellos que yo decido

«Friendship is everything. Friendship is more than talent. It is more than the goverment. It is almost the equal of family». Es una cita de El padrino, ese peliculón que algún día recomendaré a mis hijos.

La amistad es a veces un lazo más fuerte que la sangre, mas fuerte que los lazos que puedan crear los matrimonios de otros. A un amigo, a uno de verdad, yo lo he elegido. Y él me ha elegido a mí. Algo más grande de lo que pueda parecer. Ese pacto de elección no deja de ser la base por la que nos entregamos a formar nuestra propia familia en brazos de otro.

Hay gente que no lo entiende, que jamás podrá entender que para ti ese amigo o esa amiga sean más que alguien de tu familia, que te importen más que tu hermana, que tu tío, que tu cuñado, que incluso tu padre o tu madre.

Pues que no lo entiendan. Lo único que puedo deducir de esa incomprensión es que ellos no han tenido la suerte de dar con ese tipo de amigos que encuentras para no perderlos, para que formen parte para siempre de tu vida, con los que la generosidad no se mide y el contacto nunca se pierde, con los que no mides lo que dices y puedes ser tú, aunque los veas menos de lo que te gustaría.

Gente que sabe que siempre te tendrá ahí, gente a la que siempre tendrás.

Vale, tal vez no sea siempre. Siempre es algo demasiado rotundo y definitivo y nunca se sabe lo que deparará el futuro. Las personas entran y salen de tu vida, aunque en muchos casos el poso quede.

Pero eso es aplicable no solo a los amigos, también a la familia. También hermanos, padres, tíos y primos quedan a veces en el camino.

Mi familia, ese núcleo en el que el amor no falta y nos ayudamos unos a otros, la forman aquellos que yo decido. Y puede que en ella estén personas engarzadas por la amistad y que no estén otras cuya muerte me daría derecho a disfrutar de un permiso en el trabajo.

Mi familia es cambiante. Crece, aparecen nuevos miembros. Y a veces también salen otros. No es una institución estática e impermeable.

Tengo suerte. En mi familia hay padres, madres, hermanos, cuñados, sobrinos, tíos.. y también hay unos cuantos buenos amigos.

No forman parte de mi familia algunas personas que, por derecho genealógico, deberían estar ahí. No les echamos en falta. Si a alguien hay que echar de menos es a aquellos que no está porque la muerte se los llevó.

También es una enseñanza a transmitir a mis hijos. De nuevo, dando ejemplo es la mejor forma de hacerlo.

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* Podéis seguirme en twitter en @madrereciente.

7 comentarios

  1. Dice ser Nuria

    Uf, te leo hace mucho mucho tiempo. Nunca he criticado nada de lo que has dicho pero que digas «que no estén otras cuya muerte me daría derecho a disfrutar de un permiso en el trabajo» con esa frialdad me ha sorprendido bastante. Y por que no, decepcionado.
    A lo mejor es que he vivido acontecimientos de estos muy recientes y me ha pillado mas sensible… en fin
    Feliz fin de semana

    02 octubre 2015 | 13:56

  2. Dice ser Ignacio

    Hermoso artículo con el que estoy de acuerdo en casi todo, en mi caso quedé huérfano de madre siendo todavía menor y nunca tuve padre dado que quien fue mi progenitor me abandonó cuando tenía seis meses sin importarle si moría, a partir de quedarme sin mi flia. de origen me di cuenta que nadie podría reemplazarlos, pero solo a aquellos que quise y me quisieron, los demás no fueron ni son nada, no hay tiempos ni experiencias ni cotidianidad compartida, son y fueron extraños, nuestros caminos ni siquiera tuvieron un momento común, tardé mucho tiempo en darme cuenta que la verdadera familia no pasa por algo tan arbitrario como compartir la sangre o cualquier otro común biodenominador, por el contrario, familia pasa por aquellas personas que elegimos y nos eligen, de las que aprendemos, que nos han apoyado cuando nadie mas estaba, por eso aprovecho a rendir tributo a todos aquellas personas que fueron mi familia del corazón, las que ya se llevó la muerte prematura pero que dejaron tanto amor, otras siguen estando y otras vendrán, todas ellas serán tíos, abuelos, hermanos, como decía alguien, somos hermanos del alma y claro que esa es la verdadera familia, la única, la que se elige , la que está, a nuestro lado o en nuestro corazón, a todos ellos les envío todo mi amor.

    02 octubre 2015 | 14:29

  3. Dice ser gato a los mandos

    Podría ser un bonito alegato a la amistad, pero no deja de ser eso.

    Por suerte o por desgracia, la familia no se elige, por tanto el blog se remite tan solo a una cuestión semántica.

    ¿Que puedas querer más a un amigo que a un hermano o un primo? Sí.
    ¿Que tus tíos los de Extremadura son unos desconocidos? Vale.

    Pero los nombres están para algo. Una de las cosas que distingue la familia en uno de sus significados es que las características van más allá de nuestra propia decisión: tu tío va a ser tu tío, te guste o no. Es tu familia.

    Del mismo modo que si un amigo deja de serlo por cualquier motivo, también deja de ser «familia».

    Lo que tendríamos que enseñar a nuestros hijos es a apreciar el valor de la amistad y distinguir lo que es la familia, pero no confundir términos, que cada cosa tiene su sentido.

    02 octubre 2015 | 16:01

  4. Dice ser Regla de Oro

    Lo enseñarás a tus hijos si ellos te aceptan como parte de su familia, de su núcleo y a su tiempo asimilan ese concepto o no. El libre albedrío a veces nos pasa factura devolviendo la norma para hacernos énfasis consciente de nuestros puntos de vista, no sea que solo muestre un apéndice de nuestro ego alrededor del cual tramamos las relaciones. Buen finde.

    02 octubre 2015 | 16:35

  5. Dice ser Sapper

    Los amigos se eligen y por lo visto, un hermano o un padre o alguien de tu familia no puede ser elegido para ser tu amigo. Pueden ser familiares y amigos ¿no? Yo, si de verdad puedo ser yo mismo con alguien es con mi familia, que además son mis amigos (los que han querido serlo). Si tienes un amigo al que quieres más que a tu hermano, quizá, es porque nunca has querido ser su amigo.

    02 octubre 2015 | 17:37

  6. Dice ser Tia de SobrinoS

    La familia no se elige, la gente que nos acompaña y a la que acompañamos en nuestra vida si, lleven los apellidos que lleven.

    02 octubre 2015 | 23:41

  7. Dice ser M.Diaz

    Para mi gusto has querido ensalzar la amistad pero no te ha salido bien, para ensalzar algo no hace falta tirar por tierra otra cosa, y lo has hecho con la familia. Se puede tener amor por familia y amigos por igual, sin necesidad de distinguir ni medir. No tiene por qué ser mejor el cariño y la confianza con un amigo por el simple hecho de que la familia te venga impuesta. Ya sabemos todos que los amigos de verdad forman parte importante de nuestra vida y pasan a ser de la familia y nosotros de la suya. Se te nota perfectamente que has tenido problemas o desengaños con algún familiar, lo cual no quiere decir que a todos nos pase, muchos tenemos una maravillosa familia de tíos, primos, abuelos,…, hemos formado la nuestra al elegir al compañero o compañera de vida y estamos encantados y contamos con amigos estupendos.
    Mucho amor destilado para amigos y muy feo el comentario del permiso por ausencia familiar.
    Y lo de predicar con el ejemplo a tus hijos es relativo, ¿a qué llamamos «ejemplo», a lo que nosotros creemos que es lo correcto y exigimos que lo sigan nuestros hijos?, posiblemente estemos confundidos en todas esas conductas ejemplarizantes que queremos transmitir o, simplemente, cuando nuestros hijos crecen tienen un pensamiento diferente y una distinta escala de valores que será tan respetable como cualquier otra.

    05 octubre 2015 | 08:59

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