#estamosconvosotros, con los niños con necesidades especiales sin los apoyos educativos adecuados

En Twitter y Facebook hace unos días que un hashtag está cobrando fuerza. Se llama #EstamosconVosotros y nació tras una complicada injusticia que ha tenido lugar en Málaga, en el Rincón de la Victoria. Un caso que voy a intentar resumir de la forma más objetiva y empática posible.

La cosa es así: en un colegio lleva años escolarizada una niña con autismo y sin los apoyos necesarios por falta de recursos. Los problemas de comportamiento de esa niña han ido en aumento y el pasado 19 de marzo 20 niños de cuarto de Primaria, sus compañeros, decidieron dejar de ir a clase durante tres días. Lo recogieron en DiarioSur con estas palabras de la portavoz de las familias.

Las familias afectadas destacaron que «nuestra acción va dirigida en exclusiva a que se garantice la protección de los alumnos por parte de la Junta», insistiendo en que «no responde a un ataque contra la familia de la niña ni contra ésta». «Este parón en las clases lo hacemos con la firme convicción de estar protegiendo a nuestros hijos, que a diario sufren la alteración de su vida escolar».

El día siguiente DiarioSur recogía las declaraciones de la familia de la niña con autismo que también os recomiendo leer.

«La denuncia que el colectivo de familias ha realizado es consecuencia directa de la falta de intervención educativa con nuestra hija. Ahora se atribuye la responsabilidad de estas conductas a la niña obviando que son consecuencia directa de la inaplicación de las medidas que los propios técnicos de orientación establecieron hace ya cuatro años».

Es un caso con más pormenores (una denuncia, una petición de apoyos desde 2011, el reconocimiento del centro de la falta de recursos…), complejo, reflejo de una realidad que no se ajusta al ideal. Es una situación injusta con diferentes personas. Yo os he esbozado simplemente la situación, pero a poco que busquéis encontraréis los detalles y podréis sacar vuestras propias conclusiones.
gtres_a004819¿Qué es lo que creo? Que nunca hay que juzgar a la ligera. Me cuesta sacar conclusiones sin profundizar, y prefiero moverme por el mundo presuponiendo la buena fe en la mayoría de la gente.

Entiendo que para los padres de esos veinte niños y para esos veinte niños, tener una persona con conductas disruptivas en el aula es un problema a tener en cuenta. Hay que pedirles ser empáticos y favorecer la inclusión, pero me niego a cargar culpas en ellos. Obviamente, no hay que culpar en lo más mínimo a la niña con autismo, en Gloria. Tampoco en sus padres. Y probablemente haya profesionales en el centro de enseñanza intentando hacerlo lo mejor posible en una situación difícil y con pocos recursos a su alcance. Porque ahí está la clave, en los recursos que se dedican a cubrir las necesidades de estos niños, que no es ya que sean pocos, es que cada vez son menos.

Y si la culpa es la falta de recursos, me niego a entrar en el juego de crear guerras entre padres. Al que hay que mirar es al que está arriba con la cartera. Porque Gloria es un caso, pero hay miles: niños con escasos apoyos dando bandazos, niños reconducidos a educación especial o específica dando por hecho que la inclusión es solo para los niños que mejor evolución tienen, niños que pierden derechos.

Creo que la culpa es del dinero, siempre es el maldito dinero que hay a carretadas para muchas otras cosas pero no para ofrecer educación de calidad a nuestros hijos, tengan necesidades especiales (los que están en una situación más vulnerable) o no. Y no tiene visos de mejorar.

Ya os contaba el otro día lo que se pretendía hacer incluyendo becarios sin formación especializada para atenderlos y en el día de hoy hay una nueva huelga de la enseñanza

Por el camino se van quedando muchos niños y sus familias, que no reciben una educación, una atención adecuada. Niños para los que no hay marcha atrás, que perderán la oportunidad de mejorar, vivir integrados y felices. Un coste inaceptable. Lo que debería ser una prioridad de primer nivel, no parece preocupar demasiado. Y es inconcebible.

Por eso estoy con Gloria y sus padres, por eso estoy con todos los alumnos con necesidades especiales. Por eso me sumo al hashtag #EstamosconVosotros.

Como bien explican en Autismo Diario:

Hace ya más de tres años publicamos el artículo titulado “Un mal modelo de integración escolar es perjudicial para el niño con Autismo”, donde nos hacíamos eco precisamente de que si un alumno con un Trastorno del Espectro del Autismo (TEA) acudía a un centro educativo ordinario y no disponía de los medios y apoyos adecuados a sus necesidades, se violaba el marco legal, se incumplía el mandato educativo de la Administración y por tanto se perjudicaba directamente a la calidad educativa, a la inclusión social y a su integridad física y emocional. En resumen, se vulneran a sabiendas los derechos fundamentales del niño.

* Foto: GTRES

39 comentarios

  1. Dice ser Montserrat

    Mi hijo y yo hemos sufrido algo parecido. Él tiene una pequeña discapacidad física, que le ha limitado en algunas ocasiones a integrarse al 100% en una clase de un colegio llamado de «Integración», que lo único que ha hecho a sido estimatizarle. Hemos sufrido durante 3 años los continuos reproches de los profesores porque tenía conductas disruptivas en clase, y la única manera de corregirlas era apartarse de la clase y castigarle en el despacho del director. Fue expulsado del centro en 2 ocasiones con 5 años de edad. Y al final, después de mucho batallar con el centro, con los orientadores (que vaya tela. Pongo muy en cuestión su profesionalidad) la única solución que me dieron fue, internarlo en un centro para niños con problemas mentales.Tuve que llevar al niño a consulta de psiquiatría porque me amenazaban con la intervención de la Comunidad de Madrid. La solución: cambiarle de centro, (que tampoco lo pude hacer hasta que no terminó el curso, porque la comisión de escolarización lo creía conveniente, que también vaya tela) y ahora lleva dos años en un nuevo centro concertado, de la mano de la PT hemos conseguido, el el primer año que estuvo en este centro, corregir todas las conductas disruptivas y recuperar materia que no había podido estudiar motivado por la faltas a clase por castigos. En este curso solamente tiene adaptadas las matemáticas y en su último examen fue de un 9,25. Estoy super contenta y no tengo palabras de agradecimiento a los grandes profesionales de este centro. Y en cuanto al colegio anterior, que era público y de integración, me da mucha pena de los niños que necesiten este profesionales porque tengan algún problema. Pienso que se deberían reciclar. Y no hablo por hablar, mi hija ahora ya es profesora de educación especial y en sus practicas en algunos centros, literalmente ha flipado. Habría que hacer mucho reciclaje de profesores, sobre todos los que en algún momento tengan en su clase a algún alumno con necesidades educativas especiales.
    Un saludo

    25 marzo 2015 | 09:22

  2. Dice ser raul

    Doy fe que en secundaria también sucede, hay muchos profesores que a todo el que sea distinto se le abandona y se le ignora sistemáticamente, se escudan en desinterés o mal comportamiento,
    pero hace poco vi a un niño de 15 años, que no sabía ni sumar 3+3 abandonado en 3º de la ESO, y no tenía ni adaptación curricular en matemáticas!, y nadie en año y medio se había percatado, ni habían hecho, lógicamente, nada para mejorarlo,
    ¿pueden imaginar la sensación del niño después de año y medio en el instituto sin aprender siquiera a sumar? ¿recomendarían ese instituto? desde orientación tampoco hubo muchas soluciones.
    El sistema falla cuando permite estas situaciones.

    25 marzo 2015 | 10:06

  3. Dice ser Paz

    Uno de los fallos más gordos: promoción automática por imperativo legal.
    La escuela está organizada para favorecer el mínimo esfuerzo, y del mínimo esfuerzo no se pueden sacar grandes resultados.

    25 marzo 2015 | 10:53

  4. Dice ser pumus

    «vivir integrados y felices» yo no haría esa afirmación tan categórica, cuando un niño es distinto al resto del grupo, cuando además ha de realizar las actividades escolares con una adaptación curricular que los demás no tienen, cuando no puede jugar a juegos que el resto realiza, cuando vaya creciendo y sus diferencias sean aún más visibles y notables…, no veo felicidad del niño por ningún lado, más bien la de los padres que le llevan a un colegio normalizado creyendo así que han «normalizado» a su hijo «integrándole=metiéndole» en un mundo hostil que le proporciona más diferenciación, frustración e infelicidad.
    Una cosa es que a todos nos enseñen que existen personas diferentes, con deficiencias o particularidades y otra cosa muy distinta es «obligar» a una convivencia escolar en ciertos casos imposible.
    Imaginemos una clase con 10 niños «normales» y otros 10 con «discapacidad», simplemente sería un caos y un absurdo, no avanzarían ni los unos ni los otros, porque cada decena requeriría tipos distintos de aprendizaje.
    ¿Alguna vez se le ha preguntado al crío a qué colegio prefiere asistir habiendo probado las dos tipologías (normalizado y especializado)

    25 marzo 2015 | 11:07

  5. Dice ser Almudena Fer

    Lo primero, una puntualización. Los niños de cuarto de primaria NO deciden dejar de acudir a clase. Sus padres deciden no llevarlos. Dicho esto, no voy a cargar contra los padres, aunque me lo pida el cuerpo. No voy a cargar porque no conozco el caso, me fío poco de las informaciones de la prensa en estos temas, suelen estar muy simplificadas. Así que aunque me parece ver poca sensibilidad hacia la niña, porque no veo lo que me gustaría «tomamos esta medida porque queremos que Gloria siga estudiando con nuestras hijos y lo que exigimos es que se pongan los medios para que pueda seguir en el colegio sin perjuicio para nadie», no tengo los datos necesarios para poder opinar.

    ¿Por qué me pide el cuerpo cargar hacia los padres? Porque últimamente estoy quemada con este tema, porque veo la actitud de los padres hacia la compañera con discapacidad de mis hijos, que lejos de ocasionar problemas es un encanto de criatura a la que todos los niños adoran. No hay una discriminación, no hay un rechazo abierto, por supuesto. Pero tampoco hay una aceptación plena, y sobre todo, no hay un especial interés en fomentar la relación y la amistad de la niña con los demás. Más bien lo contrario. Y cuando hubo en infantil un niño con problemas de comportamiento que interrumpía la clase, los comentarios eran, bueno sí, vlale, el niño tiene problemas, pobrecito, pero si interrumple la clase, pues no puede ser, que entonces mi hijo no aprende. Y estábamos en infantil. Yo opino que aprendieron mucho esos tres años conviviendo con Dylan, aunque a lo mejor leyeran un poquito peor. Oí quejas por los problemas que daba el niño, no ví el más mínimo interés por presionar para que se cubriera la plaza del profesor de apoyo que estaba de baja y que era la clave del problema. Hace un mes que en la puerta del colegio, de integración de niños con discapacidad motórica, hay dos plazas de aparcamiento reservadas para discapacitados. Para vergüenza de todo el colectivo que formamos el colegio, y me incluyo, ha tenido que entrar una madre de un niño con discapacidad en el consejo escolar para que algo tan obvio se hiciera. Para más vergüenza, todas las mañanas hay coches en doble fila tapando el acceso a esas plazas. Por todo esto me pide el cuerpo cargar contra los padres. Pero también creo que falta por parte de los centros y de la administración medidas de sensibilización hacia los padres. No sé como, quizá charlas, reuniones, en las que los padres que quisieran contaran las dificultades que se encuentran día a día, las características de sus hijos. Un poco como este blog, que ha mi me ha servido para conocer muchas situaciones que ni se me habían ocurrido pensar que pudieran ser problemáticas para un niño con autismo. Y también quiero creer que cuando los niños que están conviviendo ahora en colegios inclusivos sean padres, las cosas cambiaran mucho a mejor. Quiero creerlo, quiero seguir teniendo esa esperanza.

    Dicho todo esto, los responsables de la situación de Gloria y de sus compañeros sin ninguna duda son las administraciones. La falta de recursos, que no es que no haya, que es que se dedican a otras cosas. La falta de sensibilidad. El anuncio de que se va a hacer un programa con becarios para apoyar a los centros que tengan un número elevado de alumnos con necesidades eduactivas especiales, con dificultades de aprendizaje o con historial de fracaso escolar me parece directamente un insulto. Yo lo he sentido como «para ayudar a los tontitos con un becario vale». Y no, no se puede consentir. Todos los niños tienen derecho a la mejor educación posible. Todos. Y los niños con más dificultades necesitan más medios y los mejores profesores y los mejores especialistas. Y con eso ganamos todos. Toda la sociedad.
    Y por último, que ya está bien de rollo, los que opinan que los niños con discapacidad (según alguno con deficiencias, ya ahí se retrata) estan mejor en un colegio especial entre sus iguales para que no se vean distintos ¿y cuando acaben en colegio y sean adultos? Los ingresamos en una residencia de por vida entre sus iguales, ¿no? ¿de eso se trata?

    25 marzo 2015 | 12:22

  6. Dice ser pumus

    Se trata de que sean felices en un ambiente no diferenciado ni hostil, la verdadera integración a la que yo llamaría convivencia, se puede dar perfectamente en el resto de ambientes.
    En clase de mi hijo hay un niño con un leve (supongo no se exactamente el grado o tipología) autismo, que gracias a que mi hijo es el que mejor le ha tratado los últimos 3 años, ahora le tiene encima constantemente hasta para ir a mear, las profesoras le suelen poner en su grupo, se ha apuntado a la misma extraescolar, tiene una fuerza descomunal y tics que simplemente atacan los nervios.
    Mi hijo (10 años), está ya muy pero que muy cansado, ya es acoso, el resto de críos le dicen que se deshaga de él si quiere unirse a ellos. El chaval les persigue para pegarles mocos, llora por todo, imposible que acate normas de juego… ¿realmente pensáis que este niño se siente feliz y querido?, por otra parte, ¿tiene mi hijo que aguantar que sea él el elegido para «integrarle» cuando a estas alturas (y aunque yo insisto porque me da hasta pena el chaval) está más que harto?.
    Conclusión de años de integración en el colegio: a mi me dan pena tanto el crío como sus padres, éstos enfrentados a otros padres, los profesores haciendo lo que pueden y delegando en alumnos y los propios alumnos rechazándolo cada día más.
    La realidad es la que es, por eso defiendo que la integración nunca debería ser obligada, se puede hacer de otras muchas formas, sino mal para el «integrador» y peor para el «integrado»

    25 marzo 2015 | 12:57

  7. Dice ser Esther

    El problema viene cuando no se dispone de recursos para «escoger» centro educativo, si se depende de la administración y decinden segregar a un niño con necesidades especiales NO HAY OPCIÓN. Una lástima.

    25 marzo 2015 | 13:06

  8. Dice ser pumus

    En los colegios se debe enseñar los distintos síndromes, discapacidades o deficiencias a los niños, pero no se les puede ni debe obligar a soportarlos, de esta forma siempre podrán llegar a empatizar mucho mejor con estas particularidades, de la misma forma que éstos podrán desarrollarse y realizarse mejor dentro de un grupo más homogéneo a sus características para poder luego convivir en ámbitos comunes de la propia vida.

    25 marzo 2015 | 13:10

  9. Dice ser Ana

    Yo sinceramente creo que a los colegios no les interesa los niños «reto» como les llamamos mi marido y yo. Los niños necesitan un poquito más de atención por parte del profesorado. Yo tengo un niño con TDAH y creo que en la educación actual les interesan más niños que no den guerra, les hagan hacer su trabajo y punto. Los niños que se mueven de sus sitios, no prestan atención y molestan a sus compañeros no interesan, los profesores de ahora, hacen sus horas y a casa.

    Y de las orientadoras ni idea, yo ni las he visto, si necesito un profesional yo lo pago yo.

    A mi me han llegado a decir que quizás el colegio se le quedaba grande y es un colegio público, pues ya me dirás.

    Total que de mi cuando hagan sus huelgas van a esperar cero.

    25 marzo 2015 | 13:15

  10. Dice ser Pepe

    No lo he visto en ningún comentario, pero los recortes en educación por el gobierno del PP están llevando a los colegios e institutos a una situación límite. La atención a la diversidad se ha reducido tanto o se ha eliminado de manera tan descarada, que los niños que pueden tirar solos son los únicos que valen, y los que tienen algún problema o discapacidad se abandonan a su suerte.

    Espero que tanto el ministro Wert como el gobierno del PP se vayan para no volver y que se promueva un consenso entre todas las fuerzas políticas para hacer un pacto educativo de una vez donde no se primen las tendencias políticas y religiosas y donde los niños y su educación sean los realmente importantes.

    25 marzo 2015 | 13:15

  11. Dice ser pumus

    Creo que deberíais ir a un tercero, cuarto o quinto de primaria y observar cómo interactúan con el niño/a y viceversa (cuando no hay adulto delante) veríais la cruda realidad, no la que nos venden.

    25 marzo 2015 | 13:16

  12. Dice ser pumus

    Ana, los niños que tu llamas «reto» no lo son sólo para sus profesores sino para sus compañeros, que te aseguro que a medida que crecen pierden su infantil paciencia.
    No se trata tanto de recursos para los profesores como de aceptación de conductas a veces sumamente desagradables para los compañeros (que repito, se les puede enseñar a que tengan paciencia y empatía, pero son niños también y su paciencia y su empatía no son las de un adulto y no se les puede obligar a jugar ni a invitar ni a juntarse y eso es muy muy triste para ese niño «especial»)

    25 marzo 2015 | 13:26

  13. Dice ser Ana

    Claro lo ideal sería vivir en un mundo genial, todos supiéramos de todo, no enfermáramos ni necesitáramos de nadie. Pero no la cosa no funciona así. Y en clase hay variedad de niños y debemos enseñar a nuestros hijos a ser pacientes con los que nos rodea y si en mi caso mi hijo necesita un poquito más de atención por parte del profesorado pues espero que se lo faciliten, y si necesita apoyo extraescolar pues también y normalmente no es así, son todos los días notas y notas de lo «mal» que lo hace y no, porque yo se cómo es mi hijo, y se que se esfuerza, que hace todo lo posible para poder controlar sus «impulsos» pero a veces no puede y no es culpa de él y en vez de ayudar no es justo que otra persona lo machaque. No se si lo entiendes pero hasta que no te pasa no sabes.

    A veces hay que ponerse en la piel del otro.

    Porque te puede pasar…..a ti

    25 marzo 2015 | 13:35

  14. Dice ser Almudena Fer

    Pumus, dices que insistes a tu hijo. No lo dudo, pero que crees que le trasmites cuando estás diciendo que a los niños no se les puede ni debe obligar a «soportarlos». Está claro lo que piensas.
    Pepe, es posible que no lo haya dejado claro en mi comentario, asi que por si acaso, comparrto una por una tus palabras. Los recortes en educación por el gobierno del PP están llevando a los colegios e institutos a una situación límite. Y el punto de partida ya era manifiestamente mejorable.

    25 marzo 2015 | 13:36

  15. Dice ser pumus

    Ana me pongo, pero es imposible que 27 niños se pongan en tu piel y la de tu hijo durante seis horas al día nueve meses al año.
    Si un crío que aparte de pegarte mocos, escupirte y demás se pasa dos horas seguidas blandiendo una regla en tu oreja mientras el profesor da clase, te aseguro que no hay niño que lo aguante día tras día, esperando pase el trimestre para que se le pongan a otro.
    Triste sí, real también, por eso si existen colegios específicos para ellos, yo si fuera su madre, no lo dudaba ni un segundo, no se si llegará a convivir mejor o peor en sociedad pero al menos en su estapa escolar, estará entre compañeros que le entenderán y querrán más y mejor, para mi eso sería poder decir que mi hijo/a vive feliz.

    25 marzo 2015 | 13:42

  16. Dice ser Ana

    Eso es muy subjetivo pumus, porque hay niños sin ninguna «deficiencias» y acosa, insulta, molesta o llámalo cómo quieras y también lo tenemos que aguantar y sino simplemente con ver el telediario o leer las noticias lo puedes comprobar y vemos que los colegios no hacen nada.

    Así que no me vengas con que existen colegios específicos para ellos que seguro que santos no son los 26.

    25 marzo 2015 | 13:49

  17. Dice ser pumus

    Almudena, te puedo asegurar que nunca le he dicho eso que tu dices a mi hijo, pero está claro que no puedo seguir pidiéndole ni exigiéndole que siga aguantando y explicándole de buenas maneras a ese crío que se comporte de otra forma para tener amigos, ni puedo pedirle a mi hijo que pierda amigos por ello, ni que le invite a su cumple (llevamos así tres años), ayer me dijo que esta muy harto que no le dejaba ni ir a mear y le tocaba el culo que cualquier día se vuelve y le arrea porque no hay forma de que le respete, por supuesto le he dicho que ni hablar, pero entiendo que no puedo pedir a mi hijo más de lo que ya le he pedido habiéndole explicado el problema de este niño, él lo entiende, también a veces le da pena, pero ya no puede más y lo siento pero lo entiendo y como mi hijo, a estas alturas todos incluidos sus padres respectivos.

    25 marzo 2015 | 13:55

  18. Dice ser pumus

    Sigo pensando que la integración obligada es terrible para todos los niños. Yo quisiera ver a mi hijo feliz tanto si tiene una discapacidad como si no, por ello creo que en un colegio especial, un niño especial, su vida sería mucho más fácil y sobre todo feliz, es lo fundamental, no entro ya a valorar si nos gusta o no, sino lo más simple, su bienestar.

    25 marzo 2015 | 14:00

  19. Dice ser Almudena Fer

    Pero si entiendo que tu hijo esté así, y evidentemente tú también. Parte del problema está en que los demás niños no tienen la paciencia y la empatía de tu hijo, eso el otro niño lo ve y por eso se acerca a él de la única manera que sabe y puede. Es inútil que le pida al niño que se comporte de otra forma si quiere tener amigos, no puede hacerlo. O al menos no puede en este momento y sólo porque tu hijo se lo pida. Y encima los demás niños rechazan a tu hijo si está con ese niño.. Como no voy a entender tu postura, tu preocupación y tu malestar, si tu hijo está sufirendo. Y si un día tu hijo se vuelve y le arrea no será culpa de tu hijo para nada.
    Se puede integrar, lo que no se puede es integrar así. La cuestión está en que lo que falla es la atención a ese niño. Que necesita mucho más apoyo. No puede estar todo un trimestre sentado al lado del mismo niño si su conducta puede molestar. Hay que explicar desde pequeños, desde el primer día, a todos los demás que le pasa al niño, porque se comporta así y como se le puede ayudar. Y no se puede cargar a los demás niños con la responsalibidad de la inclusión. Claro que no. Lo que faltan son medios y voluntad,y cuando hay casos así, no siginifican que la inclusión no es posible y no es lo mejor. Sino que se está haciendo una mala inclusión. Que es lo peor que se puede hacer.

    25 marzo 2015 | 14:08

  20. Dice ser Paz

    Entiendo perfectamente a Pumus.

    El propio desarrollo del niño no es sólo la instrucción en diferentes materias, se trata también de descubrir la amistad, y la amistad por definición es la asociación de personas afines.
    ¿Se puede obligar a los niños a ser amigos entre sí? Una cosa es el compañerismo en clase, pero luego, si no hay una mínima afinidad no es posible, y probablemente tampoco saludable, obligar a ser amigos.
    No conozco los datos, pero la situación debe de ser insostenible para que los padres decidan no enviar a los niños al colegio.
    Que faltan recursos, de acuerdo, que están robando a manos llenas los administradores públicos, de acuerdo, pero ¿es racional anteponer un niño a todos los demás?, ¿sólo ese niño tiene derechos?, ¿no se puede intentar encontrar una solución viable?

    Sólo una cosa más, estamos exigiendo a los profesores heroicidades. Si ya cada uno en su casa es difícil educar a sus propios hijos, les exigimos que hagan malabarismos con 25 cada uno de su padre y de su madre. Lo mínimo que tenemos que hacer es apoyarlos, intentar ayudar, no ponerles palos en las ruedas.

    25 marzo 2015 | 16:35

  21. Dice ser Francisco Arjona

    Si Pumus, tienes razón. A los niños habría que enseñarles las diferentes condiciones y enfermedades de los adultos y cuando tu tengas dentro de algunos años (ojalá no te ocurra) Alzheimer, artrosis. Estén perfectamente enterados de lo que es pero no se sientan en la obligación de soportarte.

    Eso además lo extendemos a la sociedad, a los médicos del futuro, a los terapeutas,a los funcionarios y a los ingenieros. Me recuerda demasiado a las vidas que no merecen ser vividas de la Alemania de mediados del siglo pasado.Estudiosos y analistas de las razas, pero no obligados a soportarlas.

    Otro mensaje distorsionado, ¿Como hemos llegado a la conclusión de que la aplicación de derechos para los niños es incompatible? se deben garantizar TODOS, PARA TODOS y a la vez. La ley no dice que los metamos a todos juntos, dice que se proporcionen apoyos a quien lo necesite y eso es lo que no se ha cumplido.

    Jamás entendieron las familias de los otros niños y niñas que el apoyo en clase era para todos. Si hubiera estado con la calidad e intensidad en el momento en que la misma admiistración que los niega los estableció, esta situación no se hubiera dado.

    Una cosa más, quien exige heroicidades a los profesores son las administraciones que los dejan tan solos como a los niños. Ellos están sobradamente preparados para gestionar una clase con los medios necesarios, si no son suficientes en número o no se les forma y motiva también rechazarán y sufrirán porque son humanos.

    25 marzo 2015 | 17:43

  22. Dice ser Educació pública

    La realidad de algunas aulas es dura para todos los que convivimos en ella día tras día. Trabajo en un colegio público, en un barrio que de los que llaman «marginal»,tengo 24 alumnos, 9 de ellos con necesidades educativas especiales, 2 TEA , 2 con trastornos del desarrollo,1 psicótico , 1TDAH… También me gustaría incluir aquí a esos niños con altas capacidades, que también los hay, o los que pasan mas desapercibidos porque siempre hacen las cosas bien pero también necesitan tu atención. No me gusta poner etiquetas (solo las nombro para que se hagan a la idea). me preocupo por todos mis alumnos, intento dar lo mejor de mi desde que entro en el aula, hasta que salgo. Sigo trabajando en casa, pensando en lo que puedo hacer para mejorar, que aprendan… Que sean felices. y el único recurso con el que cuento son 4 horas de refuerzo semanales. Pónganse también en el lugar del maestro, porque se nos culpa a veces, sin tener ningún conocimiento de la realidad de las aulas. Sin recursos, la inclusión es solo sobre el papel.

    25 marzo 2015 | 20:24

  23. Dice ser yo. misma

    No se quien eres pummus, pero afortunada,soy de no conocerte. Triste muy triste tu comentario.

    25 marzo 2015 | 22:26

  24. Dice ser nk

    Yo creo que eso de la integración está muy bien , pero hay casos en que la mejor opción es u n colegio especializado. Y punto.

    26 marzo 2015 | 07:51

  25. Dice ser Francisco Arjona

    La sabiduria polular dice que «La ignorancia es muy atrevida», Hay veces que la mejor opción es un colegio especializado y punto. (Modo Ironia on) La solidez de los argumentos «y punto» es sorprendente.

    Podríamos discutirlo, la Convención Europea no opina así y hay ya acciones a nivel político aprobadas en la Unión Eurpoea para cambiar este enfoque . Hay regiones en España, Como Guipuzcua sin centros especiales y con un éxito sorprendente en la atención a la diversidad durante toda la vida. Theo Peeters, uno de los mayores referentes a nivel mundial expresó que la mejor modalidad de escolarización es «aquella en la que las buenas personas puedan hacer cosas buenas por los niños y las niñas» La genialidad es que no importa tanto el «donde» sino el «quien»

    En la hipótesis de que tu frase se diera por buena, y hubiera casos en los que la mejor opción es un colegio especial, este desde luego no es uno de ellos.

    26 marzo 2015 | 08:30

  26. Dice ser pumus

    Yo misma, pues tu misma. Solo hablo de cómo se sienten los niños, tanto los unos como los otros y si alguna vez se les ha preguntado a estos niños «especiales» dónde se sentirían mejor si en un entorno normalizado o en otro especializado, tal vez habría que hacer el experimento y observar dónde ese niño se encuentra más a gusto, tiene más amigos y se le brinda una atención personalizada y especializada y sigo pensando que en la afinidad está el bienestar y por ende la felicidad.
    Además de este niño, en la otra clase hay una niña con síndrome de down que tiene una conducta digamos especial (chupa el material, incluidas las mochilas y a los compañeros, etc), es una conducta que con 10 años no resulta agradable para nadie; cuando iba a infantil muchos niños estaban pendientes de ella, ahora los grupos de amistad ya se han formado y esta niña no está en ninguno, sí, si está encima la profesora de turno pero en las fotos de las excursiones está «apartada», hasta que lllega la tutora y la junta a otras para hacer la foto; no tiene afinidad real y mantenida con nadie, vuelvo a insistir, dudo mucho muchísimo que esa niña sea feliz.
    Ana, hablas de distintas conductas de niños, una cosa es una conducta puntual y modificable y otra una forma de ser con patrones dificilmente cambiables por su estructura génica.

    26 marzo 2015 | 10:40

  27. Dice ser pumus

    Francisco Arjona, siento llamar a las cosas por su nombre y que no te guste, pero conductas de este tipo, «se soportan o no» porque se necesita un nivel de paciencia que repito, los niños no tienen.
    No se qué tiene que ver si en el futuro tendré o no Alzheimer, no espero que mis nietos pequeños (si los tuviera) lo entiendan o tengan que soportar la conducta que la enfermedad me marque, pero seguro o por lo menos yo espero, que si así fuera y si se pudiera me llevaran a un centro especializado en Alzheimer.

    26 marzo 2015 | 10:46

  28. Dice ser pumus

    Almudena Fer, yo le he explicado a mi hijo lo que le ocurre (a nosotros exclusivamente y por su acercamiento a mi hijo, nos lo explicó su profesora hace tres años así como que estaba empezando a ser medicado, el resto de padres está muy harto de su conducta pero no saben qué le pasa al chaval y sus padres tampoco lo cuentan).
    A mi particularmente me dan mucha pena tanto sus padres como él, mi hijo ya digo que hasta ahora ha ido «soportando» su comportamiento e intentando cambiarle o enseñarle, evidentemente no hay forma; él me cuenta que está cansado de repetirle que persiguiendo a la gente con los mocos en la mano o tocando las partes ajenas no va a hacer amigos y que a estas alturas está saturado.
    Estoy totalmente de acuerdo contigo en que desde un principio se ha de explicar el tema a niños y padres (aunque me da la sensación de que los padres del crío no están por la labor) y sobre todo dar pautas para mejorar la convivencia.
    No obstante sigo pensando que algo «impuesto» suscita obligación y/o lástima y yo creo que a los niños hay que procurar rodearles de otro tipo de sentimientos siempre que así se pueda.

    26 marzo 2015 | 11:07

  29. Dice ser Almudena Fer

    Pumus, veo que las experiencias a tu alrededor han sido muy negativas. Es cierto que muchos padres de niños con discapacidad son ellos mismos los que no quieren que se den explicaciones sobre lo que le sucede a su hijo. Algo que aunque es totalmente respetable me parece un error. Porque con eso no van a poder ocultar la discapacidad de su hijo, los demás niños lo van a notar pero sin saber por qué se comporta así. Pienso que es contraproducente. En el colegio de mis hijos hay un niño que sospecho que debe tener un transtorno del espectro autista, muy leve, pero sus padres nunca han dicho nada, con lo que al final lo que ocurre es que piensan que el niño es raro y en este caso le lleva a no ser demasiado popular. Le ayuda que tiene un hermano mellizo en el mismo curso. En general en el colegio de mis hijos, al ser para niños con discapacidad motórica la integración es mejor, entiendo que es más difícil con los trastronos de conducta. En la clase de mi hija hay una niña con parálisis cerebral, están ya en tercero de primaria y todos los niños la quieren y la ayudan. A pesar de que tiene problemas para hablar y comunicarse. Y concretamente mi hija es su mejor amiga, al contrari que en el caso de tu hijo, para mi hija también es su mejor amiga y la prefiere a cualquier otra. Se lo pasan fenomenal juntas y no paran de reirse. Se puede encontrar la afinidad dentro de las diferencias.
    No acabo de entender a lo que te refieres con integración impuesta. Los padres de los niños con discapacidad hasta dónde sé, creo que pueden elegir escolarizar en colegios normales o especiales. Si te refieres a impuesta para los demás niños, bueno, puede verse así. Pero es la única manera de avanzar. Porque lo desconocido asusta, y si se preguntara a priori a los padres muy pocos acptarían. En el colegio de mis hijos no se puede hablar de imposición ya que al ser un centro de integración preferente cuando llevas ahí a tus hijos ya sabes lo que hay. Y tiene muchas ventajas un centro así.

    26 marzo 2015 | 12:00

  30. Dice ser pumus

    A eso me refiero Almudena, a que no puedes obligar a la mayoría de niños de una clase a integrar, igual que no puedes imponer a nadie caer bien y por eso mismo y por sus conductas no explicadas y muchas veces incomprendidas esos niños sufren, están solos en una clase con 27 niños totalmente diferentes a él y aunque tal vez en un principio logren generar cierta (no me gusta la palabra pero en este caso es lo que ha sucedido) «compasión/empatía», después se transforma en «burla» y finalmente en «evitación».
    No entro en análisis de profesorado o método, sino que a mi entender ese niño se encuentra solo en su diferencia y su bienestar no depende tanto de los recursos, como del entorno (compañeros, niños que se juntan con otros afines)
    En las relaciones humanas, no es lo mismo vivir que convivir, se vive con diferencias y diferentes pero se convive con afines, es la diferencia de convivir a gusto a sentirse un marciano.
    Yo no creo que los niños tengan la responsabilidad de hacer pasar una escolarización grata a otro igual, cada niño busca su sitio y hagamos lo que hagamos al final ese niño especial con su conducta especial termina siendo ignorado y rechazado.
    Es grato intercambiar contigo opiniones y vivencias que es de lo que se trata y sin descalificativos. Se trata de respetar esas diferencias de las que hablamos.

    26 marzo 2015 | 12:38

  31. Dice ser Almudena Fer

    Gracias, pumus, igualmente. Efectivamente, el respeto es básico.
    Un saludo

    26 marzo 2015 | 12:43

  32. Dice ser Clarice

    Me da mucha pena ver que todavía se piense que la educación es algo exclusivo para las personas «normales». Es un derecho que, hasta no hace mucho, solo era para los ricos y para los hombres. Me da igual la opinión de los padres o de los niños, porque es un derecho, NO es un favor. Si por cada derecho ganado se hubiese tenido que preguntar a todas las personas, seguiríamos sin avanzar, y por supuesto, las mujeres sin estudiar (todoavía hay paises que prohiben que las mujeres puedan acceder a la educación, incluso está prohibido que puedan saber leer).
    Los centros especializados no deben ser guetos. No toda persona con alguna discapacidad tiene que ser apartada de la sociedad. Eso vamos a dejarlo para los libros de historia, por favor.
    Con los medios adecuados estos niños se integran bien y aprenden igual que los demás. Pero al ser los más débiles de la sociedad, es mucho más sencillo recortarles los recursos que necesitan.
    Y es fundamental la empatía del entorno del niño, es decir, lo que los demás niños escuchan en casa. No es igual que escuchen que a los niños especiales hay que tratarlos de manera especial, que escuchar que a los niños especiales no se les debería dejar asistir al colegio. Y esto nos afecta a todos en el presente y en el futuro, porque estas palabras forman la manera de ser del niño presente, pero sobre todo del adulto futuro.
    Yo prefiero el niño que ayuda que el niño que aparta y discrimina, porque esto marca el futuro de la sociedad en la que vivimos, y no quiero ser parte complice de ayudar a lo mezquino y cruel que es la segregación.

    26 marzo 2015 | 13:19

  33. Dice ser pumus

    Clarice, precisamente porque es un derecho, estos niños deben tener la mejor de las educaciones según sus características sin que se diluya con el método de aprendizaje de los que no las tienen, se llama centrar y agrupar esfuerzos en torno a.
    No es apartar, es mejorar el ámbito exclusivamente educativo para optimizarlo, por esa misma razón no juntan en las clases a niños de cinco y doce años, optimización de programa de aprendizaje
    Una cosa es que un niño ayude y otra es que le impongan comulgar con unas características que no son las suyas, ¿o tu no eliges a tus amigos?
    Nosotros mismos no nos segregamos viviendo pero sí conviviendo, luego que estos niños tengan un colegio especial significa que conviven en un espacio, vivir es lo demás.
    Yo también trabajo segregada, estoy cualificada para este puesto y comparto con mis compañeros nuestra afinidad laboral, cuando termina mi horario, vivo en sociedad y finalmente me junto con afines conductuales y emocionales.

    26 marzo 2015 | 13:54

  34. Dice ser Clarice

    Pumus, primero decirte que mi comentario está hecho pensando en el artículo.

    Y en segundo lugar, el comentario que me haces es completamente discriminatorio. Imgaino que lo haces desde el dolor por lo que tu hijo está viviendo, pero no lo justifica.

    Y te recuerdo los colegios rurales. En esos colegios, como hay pocos alumnos, no están separados por edades. Y funcionan muy bien.

    Además según la RAE, segregar es «Separar o apartar algo de otra u otras cosas. Separar y marginar a una persona o a un grupo de personas por motivos sociales, políticos o culturales.» ¿Qué clase de empresa es la tuya?

    26 marzo 2015 | 14:50

  35. Dice ser pumus

    Perdona Clarice, pero separar no es lo mismo que marginar, marginar es desplazar, separar es apartar, el término apartar puede ser connotación positiva definida como creación grupal, en este caso y ya me repito, para optimizar el aprendizaje ante la gran diferencia de metología.
    En las zonas rurales llega un momento en que el sistema no es válido, supongo lo sabes y existe y se admite durante un tiempo (porque son muy pocos niños) pero no es el mejor formato para abordar una cantidad de contenidos, precisamente por las diferencias madurativas de los niños.
    Desplazar en relaciones sociales tiene siempre una connotación negativa.
    Lo siento pero no veo dónde discrimino.
    No tengo dolor por lo de mi hijo, es lo suficiente maduro como para ir solventado pero lo que ya no voy a hacer, es insistir en que le comprenda y tenga paciencia, ahora es cosa suya, yo tampoco tengo paciencia con determinadas personas y es lícito porque es mi vida, los niños también han de poder elegir que actitud tomar ante algo que le disgusta.

    26 marzo 2015 | 15:26

  36. Dice ser pumus

    Clarice, me refiero a que los trabajos también segregan, están separados por actividades, epígrafes, gremios o tipos de productos, y eso no es malo, optimizan fabricación y ventas, al igual que la diferenciación y separación de cargos, no veo nada malo en separar pero sí en desplazar y esto no es el caso.
    Nadie ha dicho que se encierre al que es diferente sino que se le prepare de la mejor forma a su ser para poder vivir en sociedad y eso, metiendo con calzador a un niño o dos en una clase normalizada no solo no se consigue sino que se corre el riesgo de lograr lo contrario.

    26 marzo 2015 | 17:08

  37. Dice ser fraoilan67

    Pumus considero tu intervención de lo más acertada y muy bien explicada, otra cosa son las entendederas que cada uno tenga en eso también hay diferencias como en todo.Yo también lo he vivido y cuando tu hija llega todos los días diciendo que menganita la escupe, la tira del pelo, la pega mocos, se la echa encima, da igual que como madre trates de que empatice por los siglos de los siglos, que va a ser que no y esto no sale de lo que vean o escuchen en sus casas, es que son personas y a nadie le gustan los mocos pegados, ni los eruptos, ni otras guarradas variadas, que sean inevitables no quiere decir que haya que hacer de tripas corazón digo yo, si yo no lo aguantaría por qué lo tiene que hacer mi hija, por integración?, pues no.

    26 marzo 2015 | 17:20

  38. Dice ser Francisca

    Quereidos compañeros de experiencia de vida, tengo una hija autista que está en un colegio especial y está encantada, responde absolutamente, participa, en fin, un encanto, pero no quiere salir a la calle, y tiene comportamientos agresivos hacia los otros niños » normales «. Creo que ella es consciente de sus diferencias, y ha elegido estar con los suyos, allí es útil, ayuda a los demás niños, y tiene una interelación de igual a igual. Estoy emocionada de poder haberle dado este colegio a mi hija. Considero que ni la educación es tan competente, ni nuestra sociedad es un modelo perfecto , así que crear un micro-mundo para mi hija, donde pueda ser respetada, valorada y comprendida es lo mínimo que puedo hacer por ella.Aquí lo importante son los hijos, dejarles un mundo mejor es cosa de todos, pero que estén relacionados entre ellos es muy importante, para que no se sientan solos… Honro el destino de estos niños, y les deseo un mundo feliz

    26 marzo 2015 | 17:36

  39. Dice ser Bronli

    Como dice Francisca, que sean felices el mayor tiempo posible en su día a día

    26 marzo 2015 | 19:09

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