¿Cómo es tener en casa enfermo a un niño de ocho años con autismo?

B8hZ5rSIUAAO2QzJaime está enfermo. Nada grave, la gripe que tiene apestada a media España y que la semana pasada me alcanzó a mí, a su abuelo y a su hermana, que estuvo cuatro días sin ir al colegio. Mi niño rubio nos tiene muy mal acostumbrados, apenas se pone malo. De hecho soy incapaz de recordar la última vez que estuvo con fiebre, deben haber pasado un par de años.

Hoy ha caído, tiene fiebre, no tiene hambre (síntoma inequívoco de enfermedad en mi pequeño Carpanta, que nos obliga a tener permanentemente un cierre en la nevera) y hemos tenido por primera vez que ir a buscarle al colegio a media mañana.

¿Cómo es tener en casa enfermo a un niño de ocho años con autismo? Pues me temo que solo os puedo contar lo que es tener a mi niño de ocho años con autismo.

Cada persona con autismo es distinta incluso en sus genes. De hecho recientemente ha sido noticia que estamos aún más perdidos de lo que creíamos en la identificación genética del trastorno (o los trastornos mejor dicho, que yo estoy convencida de que acabarán siendo varios) del espectro autista. Los investigadores avanzan como exploradores dando machetazos en la jungla. Por suerte son cada vez más.

Las bases genéticas del autismo son aún más complejas de lo que se pensaba. Así lo muestra el mayor estudio sobre el genoma del autismo, que se ha llevado a cabo en Canadá. Según la investigación, la mayoría de hermanos con autismo tienen diferentes genes asociados al trastorno. En paralelo, los autores han descargado los datos de 1.000 genomas de autismo en un portal de acceso abierto en Google Cloud, donde tienen previsto incluir hasta 10.000 genomas.

Volviendo a mi pregunta. Tener a Jaime enfermo es tenerle tumbado a mi lado en el sofá viendo alguna película muy musical o vídeos de Glee, algo que en otras circunstancias es prácticamente imposible. Es verle muy tranquilo, notarle caliente, tentarle con comida que le gusta especialmente, no poder preguntarle qué le duele y tener que fiarte de tu instinto de madre. Es hacer como cuando tienes un bebé de un año enfermo, besarle en la frente para notar si sube la fiebre, darle algún baño, intentar que tome un yogur con dalsy para no tener que ponerle un supositorio.

Es sencillamente tener a tu hijo enfermo y cuidarle.

Y ahora os dejo, que me está pidiendo agua, una de las poca palabras que domina.

3 comentarios

  1. Dice ser G

    Increíble, podría haber escrito exactamente lo mismo hace una semana de mi hijo con autismo. Gracias por hacer que no nos sintamos tan solos.

    29 enero 2015 | 21:29

  2. Dice ser Andrés

    Ja ja ja, también está Dani en casa desde el martes, los virus se lo están pasado pipa.
    Si añadimos al cóctel pasar de la risa al grito en décimas de segundo ,cuando la fiebre se la pasa, por que algo le moleste, es exactamente como lo has contado tú.

    El lunes al cole que está ya muy casinoooooo.

    Que se mejore Jaime

    Un saludo

    29 enero 2015 | 23:18

  3. Dice ser Tia de SobrinoS

    que se mejore

    30 enero 2015 | 02:52

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