Hay una magia especial entre niños y animales. Es así. No con todos, es cierto. Hay niños que no siente esa afinidad o a los que puede el miedo, un miedo muchas veces inoculado por adultos, pero en la gran mayoría de los casos lo que hay es una fascinación inicial.
Este fin de semana ha sido muy perruno. Hemos tenido otro perro en casa como invitado y el sábado quedamos con unos amigos en un parque de Madrid la mar de canino. Fui con Julia y con unos amigos. En total seis perros estuvieron jugando, corriendo y disfrutando de la vida con esa intensidad despreocupada propia tan sólo de los animales, los niños y unos pocos adultos privilegiados.
Es una pena que no haya demasiadas posibilidades de aunar ocio infantil y canino. Más allá de parques y excursiones, muy pocos sitios que piensan en los niños admiten animales. Planes con niños y planes con perro cuando el tiempo es malo y el exterior está descartado se cuentan con los dedos de una mano y sobran tres o cuatro.
Aquí hay algunos posts que he escrito en los últimos seis años en este blogs sobre los animales y los niños, tal vez os resulten interesanes:
- Los mejores perros para los niños: los tirando a grandes
- Las reglas de oro ante perros desconocidos
- El derecho de los animales a no ser un juguete
- Los animales y los niños pequeños
- “¿No te da miedo que le muerda?”
La semana pasada Fundación Affinity presentó su segundo estudio sobre la relación entre seres humanos y animales de compañía, os dejo con el apartado que dedicaron a los niños:
En términos de vínculo emocional, un colectivo que se ha tenido especialmente en cuenta en este estudio son los niños. Según se ha comprobado, en un 60% de los casos el niño asocia al perro o gato con “compañero de actividades y juegos”. Como ya revelaba el pasado año la primera edición del estudio, 8 de cada 10 niños de entre 9 y 12 años prefieren jugar con su gato o su perro antes que los videojuegos.
Además, para uno de cada dos niños (46%), el animal es percibido como la principal fuente de apoyo emocional después de los padres. Los lazos afectivos con el animal de compañía son los que mejor les hacen superar la sensación de miedo o tristeza, pues el niño recurre de forma habitual a su mascota para abrazarla y encontrar alivio en estas situaciones. Este comportamiento se repite cuando al niño se le presenta un problema, ya que busca a su perro o gato como fuente de consuelo en la misma medida que a sus padres.
Destaca también la percepción que los niños tienen de su relación con la mascota, ya que el primer concepto que asocia la mayoría es el de “cuidar”, seguido por “jugar” y “alimentar”. Así pues, el estudio subraya los valores de responsabilidad que los animales de compañía transmiten a los niños.
Otra de las conclusiones de este estudio es que la edad juega un papel relevante en la manera en la que vemos a nuestros perros y gatos: a menor edad se constata una actitud más positiva hacia los animales de compañía respecto a la que muestran los adultos o la gente mayor. Los datos también revelan que tienen más afinidad con las mascotas las mujeres que los hombres. En todo caso, la opinión mayoritaria (76%) es que las mascotas deben ser tratadas como un miembro más de la familia.
El perro es un grandisimo animal yo soy de los que opino que un perro en una familia es un miembro mas y puede aportar muchas cosas para el desarrollo de un niño.
Comprenden que ese animal esta indefenso, que necesita de los cuidados y la protección de su «familia» humana y que tiene unas obligaciones que hay que cumplir.
También es cierto que en el momento que el animal nos abandona es un duro golpe para el niño, pero eso también le resulta una enseñanza de lo que es la vida.
07 julio 2014 | 09:10
Efectivamente, depende de los padres.
A mí me dan cierto respeto los animales y como no los conozco, ni a ellos ni a los dueños, pues aplico la precaución. Pero en los dos sentidos, no quiero que los niños molesten a los perros, pero que los perros no molesten a mis hijos.
Que bastantes sustos pasé ya por perros cuando en verano paseaba en bici por el campo, llegando incluso a tirarme, y los dueños sólo sabían decirme: ‘que no hace nada’, claro, no lo dudo, pero será a ustedes…
Mis abuelos tenían animales en sus casas, y me encantaban, pero es que vivían en una casa en medio del campo, no en un piso de 60 metros en el centro de una ciudad…
07 julio 2014 | 10:51
No entiendo que los perros den miedo.
No digo que ninguno ataque o que ninguno moleste, pero por lo general no lo hacen.
Igual que las personas, que hay alguna que también atacan (y creo que en mayor proporción), pero no me tiro de la bici ni me pongo a subirme a un arbol porque se me acerque una persona.
Llevo un montón de años yendo a parques y a sitios con perros y todavía no he visto ninguna agresión (que se que las hay), pero que no la he viso.
Mi perra se acerca a la gente, aunque no les conozca y sin ningún precaución y mira que hay gente mala, pero a ella le es igual, a lo mejor por eso es tan feliz y da felicidad a los que la rodean.
07 julio 2014 | 11:27
La relación entre perros y niños puede ser muy sana pero también muy insana y todo depende de la educación que le demos tanto al perro como al niño. La educación en ambos lados es fundamental para evitar problemas de mordidas o ataques indeseados.
http://www.perrosyfamilia.com
La información puede evitar incidentes indeseados.
07 julio 2014 | 11:31
Tengo 2 hijos y 3 perros, ver judiar/jugar al pequeño con cualquiera de ellos y observar la tranquilidad con que los peludos participan de ello es alucinante.
Ver llorar al mayor cuando se encontró a nuestra anterior perra tirada en el suelo tras un derrame y también cuando nos regalaron una cachorro de 2 meses, es una vivencia que queda marcada.
Vas caminando con los 2 cruces de pastor alemán alemán por la calke y notas como la gente los manosea se para con ellos y su única respuesta es continuar caminando a tu lado pendientes de tu forma de actuar.
Los perros actúan en función de lo que aprenden al vernos a sus dueños, en «101 dálmaras» se dice que los perros se parecen a sus amos y cada vez estoy más convencido de ello.
Mi experiencia con niños y perros es que los perros les aportan cariño, responsabilidad, alegría e incluso orgullo, siempre y cuando los adultos les sepamos inculcar normas claras, concisas y coherentes a ambos
07 julio 2014 | 11:49
Entiendo a las personas que les da miedo los perros, porque, yo misma, hasta hace unos 7 años aproximadamente, me daban pánico. Es más, iba a casa de mis hermanos, que tenían perro y, aunque uno de ellos era un yorkshire, cuando entraba en su casa me quedaba como un palo cuando él se acercaba a mí, y no me movía hasta que se iba.
Pero, gracias a Manuel, mi pareja, Abu (un shar pei, cachorrito de 2 meses, que se convirtió en un perrazo de 26 kilos) entró en mi vida y la cambió. No sólo perdí el miedo a cualquier perro (evidentemente a los que no conozco que son grandes, procuro saber antes de acercarme si se puede), sino que he aprendido, a través de programas, libros, hablando con otros dueños, el comportamiento, los cuidados, etc…. Y, además, también han entrado en mi vida, mi preciosa Akira (una chow chow de 5 años) y Amy (pomerania de 2 años). Además, he ayudado a varios perros abandonados a encontrar hogar y a un gato. Difundo avisos de ayuda en facebook, etc…
En fin, mi vida cambió para bien, y me alegro mucho. Me hubiese gustado haber permitido que mi hija hubiese tenido un perro desde pequeña, ya que tenía 11 años cuando entró Abu en casa, pero nunca es tarde si la dicha es buena.
07 julio 2014 | 12:11
Mira Michi
07 julio 2014 | 19:23