Un par de cuentos para perder el miedo a los monstruos


Este viernes hemos celebrado una fiesta de Halloween en casa. Sí, será una celebración ajena, importada y comercial, pero entre que mis niños se lo pasen bien disfrazándose y llevar flores de plástico al cementerio, lo tengo claro. Aunque no son incompatibles. Además, en mi familia nunca ha habido tradición por celebrar al modo tradicional esta festividad.

Vinieron cinco niños: dos primas de Jaime y Julia y tres compañeros del cole. Todos disfrazados, por supuesto. Decoramos la casa, preparé una merienda en la que había sandwiches, chuches (un día es un día), unas castañas que salieron malísimas y calabaza asada que estaba riquísima pero que reconozco que tuvo más exito entre los adultos que con los niños (se corta en tiras, se espolvorea con azúcar moreno y se mete en el horno, os lo recomiendo).

Tenía previstas muchas actividades con ellos: aprender el baile del zombie, preparar unas calabazas, pintar calaveras, jugar al juego de mesa de la cucaracha (ese juego merece un post aparte), leer unos cuentos de monstruos y un concurso de sustos. No dio tiempo a todo. Los sustos y el pintar se quedaron pendientes para el año que viene.

Los cuentos en cambio fueron un éxito, pero es que son cuentos muy buenos para niños de entre unos 3 y 7 años. Uno de ellos Julia lo tiene hace tiempo y es uno de sus favoritos. Se llama ‘Fuera de aquí horrible monstruo verde’ y con él vemos aparecer rasgo a rasgo a un monstruo que el niño hará desaparecer a grito pelado pasando páginas hasta llegar al final: «¡Y no vuelvas más hasta que lo diga yo!». Es decir, lo que hace es animar a los pequeños a empoderarse, a aprender a decir no, a enfrentarse y a alejar aquello que no les gusta.

‘¿Estás ahí, monstruo?’ de la editorial Bruño fue una adquisición de cara a la fiesta. Permite perder el miedo a lo desconocido, a lo que apenas se ve, a comprender que la imaginación puede jugarnos malas pasadas si estamos predispuestos a ello. Tiene en cada página unas solapas que no se abren, metes la mano (si te atreves) para tocar las babas del monstruo, sus garras, su pelaje… que en realidad acaban siendo pintura de papá, un buho, conejitos…

Ambos tienen el mismo objetivo: que los niños pierdan el miedo a los monstruos, a la oscuridad en casa.

No es que mis niños sean miedosos en ese sentido (Jaime nada, Julia casi nada), pero aceptaré encantada más recomendaciones de libros de ese tipo.

12 comentarios

  1. Dice ser martes

    Me siento ofendido/a con tu comentario de llevar flores de plástico al cementerio. Para empezar lo del plástico será en tu entorno, en el mío se llevan frescas y decentes, para continuar es una costumbre de este país de toda la vida total y absolutamente respetable (que a algunos les obnubila todo lo de fuera y tirarn por tierra lo de su propio país) y para terminar te diré que no es para niños, efectivamente los niños nada pintan en un cementerio, van los adultos que así lo sientan, no creo que te tenga a ti que molestar ni necesites hacer un comentario fuera de lugar. Mi opinión sobre lo que tu celebras me la reservo y la respeto. Cada uno que celebre lo que quiera y como quiera sin meterse ni opinar en lo que hace el de al lado, eso es primordial también para una buena educación a los niños, luego lo tenemos que practicar los adultos. Lo que tu haces no es lo mejor, es, solamente, lo que a tí te gusta.

    05 noviembre 2013 | 08:25

  2. Dice ser Petra

    Mira la Bruja Madrina http://www.normaeditorial.com/blog/?p=3399 Incluso hay una película.

    05 noviembre 2013 | 09:17

  3. Dice ser Silvia

    El libro de Fuera de aquí horrible monstruo verde es genial… En el cole de mis hijas lo fabricamos en grande, con cartulinas, y lo fuimos contando por las clases… ¡en inglés! Es muy fácil porque habla de colores y de cosas de la cara, y acaban aprendiéndose el «Go away!» …hay vídeos en youtube (Go away, big green monster es el título).

    Ya contarás el juego de la cucaracha, me has dejado con la intriga… y me apunto lo del concurso de sustos. ¡Mola!

    Para rematar el puente yo sí fui al cementerio el domingo (debe ser la primera o segunda vez que voy en estas fechas, vamos, que no es lo habitual), y con dos niñas (6 y 4 años) que querían ver la tumba de su abuelo que ha fallecido este año. Había flores frescas y de plástico al 50% (La Almudena, Madrid). Los niños pintan allí lo que el adulto quieran que pinte, cada uno es libre… no hay por qué alejar ese sitio de la realidad de un niño… puede servir para explicarles la muerte, para que vean dónde está realmente el abuelo, que para ellas desapareció sin verle más; para ver cómo es realmente un cementerio (que sino sólo ven las tumbas de mentira que se hacen para Halloween, o los dibujos de los libros o las películas y acaban cogiéndole miedo). Mis niñas sentían curiosidad y las llevé, les conté que es un sitio que hay que respetar y estar callados o hablar bajito como en la biblioteca.

    Pero que cada cual haga lo que quiera, respetando al de enfrente.

    05 noviembre 2013 | 09:25

  4. Dice ser Gema

    Martes, tienes toda la razón, ir al cementerio el día de todos los santos es una tradición española muy arraigada, así como no volver a ir en todo el año, dejar que las flores frescas se pudran que ya vendrá alguien a recogerlas, dejar que las lápidas se llenen de tierra y cagadas de pájaro, que ya vendrá alguien a limpiarlas, olvidarnos de que nuestro familiar está ahí metido, total, si nosotros ya cumplimos, vamos un día al año, y encima nos gastamos el dineral que nos quieran pedir en unas flores que ese día son especialmente malas y caras.
    Yo no voy al cementerio, y menos el día de todos los santos, respeto a los que van, ese día y sobre todo a los que van de forma continuada todo el año, esos si me parecen consecuentes con sus creencias, las mias son otras. Creo que hay que visitar, cuidar, llevar flores y limpiar a nuestros seres queridos cuando están vivos, cuando necesitan que estemos a su lado, cuando se sienten solos, cuando están enfermos, no cuando están muertos, que ya no son nada, ya no son nadie, ya no son nuestros seres queridos, son un trozo de carne pudriendose. Cuando un familiar o un amigo muere, en mi casa se le recuerda poniendo una foto suya a la vista, recordando momentos buenos que compartimos con el-ella, cuando hacemos una comida familiar o cuando vamos a un sitio que para hubiese sido especial para esa persona.
    Por eso no creo que celebrar Halloween sea incompatible con la festividad de los santos, porque los niños e incluso los adultos nos gusta disfrazarnos y jugar, y al menos a mis seres queridos les gustaba vernos felices, disfrutando y divirtiendonos, así que para mí esa es la mejor forma de acordarme de ellos, pasando un buen día y pensando en lo que les hubiese gustado poder estar presentes para vernos pasarlo bien.

    05 noviembre 2013 | 10:22

  5. Dice ser Diana

    Completamente de acuerdo en que es perfectamente compatible la tradición española de visitar cementerios con la de Halloween, que al fin y al cabo es una tradición celta, y por tanto nuestra, que cada uno adapta a su manera. Más bien la diferencia radica en que la de los cementerios es costumbre católica y la de Halloween, pagana. Cada cual que haga lo que desee sin hacer mal a nadie.
    En mi familia tampoco ha habido costumbre de ir al cementerio en un día especial y sin embargo sí la ha habido desde que mis hijos eran pequeños de celebrar Halloween. De hecho, hace 20 años sí que te miraban raro cuando les decías que celebrabas una fiesta de Halloween. Sin embargo, hay pocas fiestas que a los niños gusten más. Hoy en día seguimos celebrándolo en familia, con galletas, tartas de calabaza, castañas asadas, fuego de chimenea y disfraces de monstruos o de otras cosas. Y en cuanto a los libros, es curioso, hace poco hice limpieza de libros infantiles y de los que más se acordaban era de aquellos que eran para perder el miedo a los monstruos. Completamente recomendables, fuera miedos impostados, la noche de Halloween tiene ese beneficio para los niños también.

    05 noviembre 2013 | 11:14

  6. Dice ser Yomisma

    @Madre Reciente

    Como dijo Martes, me parece que has comenzado con un comentario ofensivo y fuera de lugar. Un texto interesante se ha transformado en un insulto a los que practicamos las tradiciones españolas.

    En primer lugar la tradición no sólo incluye visita al cementerio, tambié incluye teatro, ferias de agricultores centenarias, gastronomía típica… Si no quieres llevar a los niños al cementerio puedes preparar postres típicos con ellos o montar una pequeña representación teatral en casa, existen muchas opciones divertidas sin caer en la americanada.

    Que vaya, cada uno hace en su casa lo que le da la gana, pero no hace falta defenderlo insultando a los demás y menospreciando la cultura de tu propio país.

    Por cierto, yo a mi padre le llevo rosas frescas de los rosales que él mismo plantó.

    @Gema

    Tu comentario es todavía más insultante que el de MR.

    Primero, hablas de la festividad española como algo comercial… claro, porque en Halloween no se gasta (disfraces, caramelos, calabazas…) y en España todo el mundo vive en ciudades y no tienen flores gratis en el jardín. Es que esto que dices me parece de traca, la americana es bastante más comercial.

    Segundo, no se trata de visitar a un muerto, que efectivamente muerto está y ya no siente ni padece, sino que se trata de rendir un pequeño homenaje a esa persona. Lo haces por tí, porque te reconforta y no necesariamente te sientes triste. Si eso hace sentir bien a la gente, creo que merece un respeto.

    Y tercero, la parte más insultante, sobre cuidar a los enfermos… querida, ¿qué tendrá que ver el tocino con la velocidad?. En fin, sobre esta parte de tu comentario no voy a decir nada más porque me cripa demasiado.

    En cuanto a la festividad pagana… que yo sepa la única comunidad con raices celtas es la mía, la gallega, así que en el resto sigue sin tener sentido.

    Según la tradición en Samhain los espíritus vienen a la tierra. En Gran Bretaña la gente tallaba calabazas secas que utilizaban como farolillos para ir de noche a rendir culto a los muertos en los lugares donde se enterraban, en Galicia se tallaban máscaras. En Samhain no se piden caramelos, no se disfraza la gente, no se hacen fiestas infantiles y sí se va al cementerio.

    ¿Parecido con la tradición de Halloween?, ninguna. Halloween no es Samhain, es una fiesta americana creada por la comunidad de descendientes de los irlandeses. Y repito, que cada uno celebre lo que le salga del moño, pero sin ofender al resto.

    05 noviembre 2013 | 11:54

  7. Dice ser AGA

    Para Gema: Creo que no has entendido el comentario de Martes, y has caido en el mismo error que Madre REciente, no respetando lo que hacen los demas si no es lo mismo que haces tu.

    Habra gente que celebre Halloween, habra gente que vaya al cementerio y ponga flores de verdad, otros de plastico, otros no volveran a ir en todo el anio y otros estaran alli siempre. Pero no somos nadie para decidir que es mas «guay». El comentario «entre que mis niños se lo pasen bien disfrazándose y llevar flores de plástico al cementerio, lo tengo claro» a mi tambien me ha parecido ofensivo, y no he ido nunca al cementerio (en ninguna epoca)

    05 noviembre 2013 | 11:56

  8. Dice ser E A

    @Martes:
    Yo creo que lo ofensivo es que digas «frescas y decentes». Hay muchas personas que no se pueden permitir poner flores frescas y las ponen de plástico porque son más baratas y duran más. Es cuestión de dinero, no de decencia.
    Me sorprenden enormemente las críticas a MR, no veo problema ni ofensa alguna en su comentario (que, por otra parte, yo suscribo totalmente) y no entiendo tanta suspicacia

    05 noviembre 2013 | 16:57

  9. Dice ser Monstruo verde

    A mi hija también le gusta mucho «Fuera de aquí, horrible monstruo verde», lo conocí gracias a ti, MR, y le encanta

    05 noviembre 2013 | 16:58

  10. Dice ser Gema

    @ Yomisma, en ningún momento he hablado de consumismo, esa has sido tú, lo único que he recalcado es que ese día las flores son más caras y normalmente de mala calidad, pero que pagamos lo que nos pidan porque queremos ser como el resto, y llevar esas flores aunque solo sea un día al año, ese día se aparenta muchísimo, sobre todo en los pueblos, que aunque no se vuelva a ir al cementerio, ese día es a cual centro más grande, recargado y caro. Está claro, que si de consumismo hablamos es mucho más caro halloween, por lo que tú has dicho, disfraces, calabazas, pero vamos, que recalco que en ningún momento en mi comentario he hablado de consumismo.
    Segundo, como ya he dicho antes, respeto a los que van al cementerio ese día como a los que van todos los días como los que no van nunca, solo digo que me parece poco consecuente ir ese día y pensar que ya está todo hecho, que veo más consecuentes a los que van asiduamente aunque también he dicho que yo no lo veo así y he explicado cual es mi forma de verlo y vivirlo, no voy a repetirlo.
    Y tercero y para ti lo más insultante y que según tú no tiene relación, pues para mí si la tiene, y te la voy a explicar, desde mi experiencia mucha gente cuando muere un familiar o un conocido sale corriendo para estar el primero en el tanatorio y en primera fila en el funeral, pero mucha de esa gente, y no digo toda, y por como te has indignado seguramente tú no pertenezcas a ese grupo, pero mucha gente no está para otras cosas, no está cuando se le pide ayuda, no está cuando hay que esforzarse, no está cuando hay que cuidar de la persona enferma, pero luego les gusta ser los que más lloran, los que más «sienten» la pérdida de esa persona, o los que más visitan esa tumba. Asi que para mi si tiene relacion.

    05 noviembre 2013 | 17:32

  11. Dice ser sagui

    ¿Es necesario enzarzarse en discusiones tan agrias por una tontería semejante? ¿Hemos perdido la cabeza o qué? Nadie ha menospreciado nada, MR ha dicho que PARA ELLA no hay color entre celebrar Halloween y llevar flores, pues vale. Qué mala leche hay por el mundo, caramba.

    06 noviembre 2013 | 00:00

  12. Dice ser Alex

    Yo este año he ido al cementerio y he llevado
    a mi hija para que vea donde esta su tío
    (Mi hermano). Sólo hemos estado 15 minutos
    hemos dejado flores, hemos recordado anécdotas
    Yo voy cada mes. Me parece una tradición
    bonita que haya un día en el que recordamos
    a los difuntos. No todas las ocasiones son
    alegres, también la tristeza es parte de la vida
    y hemos de ayudar a los niños a vivir todos los
    momentos.

    07 noviembre 2013 | 21:05

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