Os juro que esta mañana lo he pensado mientras Jaime reía a carcajadas tan altas (y a destiempo) que resonaban en toda la sala durante la representación de El cuentacuentos que no sabía contar cuentos, una obra para niños de a partir de dos años que dura una hora. Obviamente, no había peligro.
Fuimos allí sin saber si le gustaría. Confiábamos en que sí, porque nos habían dicho que había muchas canciones y a Jaime no hay nada que le guste más que la música y que le canten. Por si acaso tomamos las precauciones habituales: entramos justo en el momento en que iba a empezar para que no tuviera que esperar demasiado, llevé chuches y agua en el bolso para distraerle si había momentos en los que no le interesaba y pedía marcharse, mi santo se sentó con Julia cerca del escenario y yo que busqué para sentarme con Jaime un sitio tranquilo más atrás que me permitiera salir lo más rápida y discretamente posible en caso de que no le gustase, que tampoco es plan de obligarle a permanecer si no está disfrutando.
No hubo problema, las chuches fueron necesarias pero con las canciones (originales) incluso bailó, disfrutó mucho y, como os comentaba al comienzo del post, reía encantado durante gran parte de la función.
A Julia también le gustó la historia del cuentacuentos al que un brujo malvado le robó la memoria, haciendo que mezclara unos cuentos con otros y que, por ejemplo, a Blancanieves le creciera el culo al decir mentiras, Pinocho tuviera orejas de Dumbo con las que poder volar o Caperucita tuviera un hambre de lobo (¡qué bien rugía la dulce Caperucita, por cierto!). Y la enseñanza final es bonita: Blancanieves se queda encantada con sus nuevas curvas, Caperucita con su capacidad de volverse feroz y defenderse y Pinocho pudiendo planear. Por que cada uno puede ser lo que desee ser.
Perdonad si os reviento el final, pero no creo que los peques lean este post y a los padres probablemente os interese saber que la moraleja es recomendable.
A esta obra le queda poco tiempo en cartel, solo estará hasta el 24 de febrero y en Madrid, así que si os interesa no os lo penséis demasiado. En cualquier caso, acudir al teatro con los niños siempre es recomendable. Hay una magia especial en tener a los actores en frente, cantándote en directo e interactuando contigo.
Pues la verdad, ¡¡¡si el niñ@ se pasa!!!deberian darle un toque a la madre o el padre,si siguen dejando al niño montar lio de forma salvaje y irespetuosa.en ese caso que los echen a los tres por no respetar a los demas,una falta de educacion y etica cada vez mas frecuente por desgracia.
17 febrero 2013 | 07:04
Pienso que si un niño tiene un comportamiento inadacuado, aunque sea debido a una discapacidad, corresponde a los padres tener el sentido común de marcharse del lugar en el que estén, sea teatro, cine o museo. Tuviste suerte y nadie te llamó la atención, o quizá a nadie le molestó la actitud de tu hijo.
Cuando tenemos un hijo con una discapacidad, y me cuento entre ellos, hay que tener responsabilidad, el resto de la gente no tiene porque aguantar a nuestros hijos.
17 febrero 2013 | 08:51
Se que para ti es muy importante con tu familia hacer lo mismo que todo el mundo. Y te animo a que sigas con las precauciobes y sentido comun que tienes..al principio cuesta pero con paciencia su interacción se irá normalizando. Nuestros niños desarrollan una sonrisa diferente igual que su lenguaje oral y corporal. En más de una casa ocasión tendrá una risa descontrolada y sin sentido.se rien sin que al resto de personas no le haga gracia. Luego el tono de la risa de esta igual si es alta . en esta obra por ejemplo si se ríe cuando no toca y no deja escuchar a los demás es mejor sacarlo sino obedece a control.. Hasta que vaya relacionando si no se quiere ir cada vez que no controle. Conosco muchos niños con autismo que pueden ir perfectamente al teatro al cine y se comportase mejor que los demás
17 febrero 2013 | 10:05
Una vez conquistado Portugal, España ha terminado la invasión de Canadá lo que nos acerca a la frontera con nuestro tradicional enemigo estadounidense y ha provocado un aumento de la tensión entre ambos países.
En el panorama político los partidos tradicionales ven amenazada su posición dominante con el crecimiento de nuevas agrupaciones.
Tu país necesita tu ayuda en un nuevo juego de estrategia militar, economía y política online. Registrate en gratis en [ http://bit.ly/123Estra ] desde tu navegador.
17 febrero 2013 | 10:30
¿y se supone que esto es una noticia???? Un niño va al teatro y se ríe muy alto. Como se nota que es fin de semana y la gente ya no tiene ganas de trabajar.
17 febrero 2013 | 10:51
Un niño es inocente siempre y si se ríe que se ria , que bastante deberá sufrir y llorar cuando sea mayor con el futuro que se vislumbra.
Clica sobre mi nombre
17 febrero 2013 | 13:52
Joer la peña no ha entendido nada…un teatro infantil es un teatro infantil.. Con risas niños q canta …se levantan bailan…y no hay nada q entender y el q no lo vea así no tiene hijos pequeños o nunca ha ido con ellos al teatro
17 febrero 2013 | 16:51
Creo que algunos se han quedado en el titular. Lo que que quería recomendar era una obra en concreto y el teatro en general 🙂
17 febrero 2013 | 18:40
En un espectáculo para niños hay que tener manga ancha y ser capaces de mantener la función con ruido o con lo que sea. Y los padres también deben ser capaces de discernir cuando sus niños se pasan.
Carla
http://www.lasbolaschinas.com
17 febrero 2013 | 22:06
Está claro que hay gente con graves deficiencias sin diagnosticar dedo pues de tantos años
18 febrero 2013 | 08:32
Por supuesto si hay comportamiento vegatorio o maleducado por parte de un niño concreto hacia el resto del público debería echarse, esto en todos los ambitos. Sin duda!
Pero en un teatro infantil, en el que los niños aprenden y experimentan el teatro/cine por primera vez. Creo que no debemos ser excesivamente estrictos.
A quien no le ha pasado eso de ir al cine y que un niño se tome demasiado en serio la película y grite al personaje malvado o avise al bueno de que le van a atacar por la espalda? Vamos a echar al niño del cine por ello?
Muchos niños se ríen a destiempo (están desarrollando su sentido del humor y muchas veces les hace gracia cosas que a nosotros no), a mí personalmente no me molesta y lo considero como parte de su aprendizaje también.
Así que ante la pregunta: «Se puede echar a un niño de un teatro infantil por reirse demasiado?» Mi respuesta es no.
18 febrero 2013 | 14:01
Totalmente de acuerdo con «Anda que» y «Carla»!
18 febrero 2013 | 14:03
Buenos dias!!
Este Domingo hemos ido a ver la obra de teatro con la peque de casi cuatro años , nos ha encantado la nena disfruto mucho con caperucita rojo. Quiero darte las gracias por descubrirnos la obra de teatro.
Mi madre hasta emociono y lloro.
No se puede echar a un niño de una obra de niños.
Un saludo.
25 febrero 2013 | 11:03