Yo no conservo ni un solo juguete, tampoco ropita de cuando era pequeña. Ni chismes en plan carritos de bebé o tronas. Aunque la ropita o esos cacharros habría sido más decisión de mi madre que mía. Guardo algún peluche que ahora es propiedad de mis hijos, por ejemplo un Tristón al que le falla media sonrisa y con el que dormí unos cuantos años, pero no fue algo intencionado.
Lo que sí he guardado desde que era una jovencita a la que aún le quedaban muchos años por tener hijos (de hecho era una jovencita que ni siquiera tenía claro si querría tener hijos) son mis libros y cuentos infantiles. Los conservo todos, y son muchos ya que era lo que casi siempre pedía como regalo en mi cumpleaños o en Reyes. En la habitación de Julia hay una estantería blanca llena de arriba a abajo. Y no caben todos.
En este mundo de libros electrónicos en auge, guardo con ilusión para que mis hijos los descubran, enormes tomos de Películas de Disney (esos Julia ya los está disfrutando), muchísimos libros de Barco de Vapor, azules, naranjas y rojos (los colores marcaban la edad) y de Alfaguara, juveniles de Gran Angular, cuentos de toda la vida y adaptaciones de novelas clásicas para niños, muchísimos cómics de Tintín, Asterix, Súperlopez, Mortadelo y Filemón…
Probablemente mi primer favorito que les presente sea Gran lobo salvaje, protagonizado por Tritus, También para esa primera etapa están los del Pirata Garrapata y Fray Perico y su borrico, clásicos de nuestra generación con los que me recuerdo siendo muy niña riendo sola al leerlos en el sofá. Y mi joya de la corona es la colección de Zaro, con las andanzas animaleras de un niño extremeño llamado Lázaro que descubre con respeto y maravilla la naturaleza que le rodea.
Yo no tuve juguetes que hubieran sido de mis padres, lo único que conservo son tres libros que fueron de mi padre. Uno de ellos es otro de mis favoritos: una novelita del oeste protagonizada por el caballo Furia que incluía una versión en cómic.
Estoy deseando poder leérselos. Estoy deseando que ellos puedan leerlos. Nada me gustaría más que Jaime fuera alguna vez capaz de leer y Julia fuera una gran lectora, algo que creo que allana mucho la vida en general, la vida académica en particular. Si de verdad creyera que pedir un deseo a una estrella funciona, lo que desearía sería el don de gozar de la lectura para mis hijos. Eso sí que es algo digno de salir de la varita de un hada madrina.
¿Vosotros guardáis alguno de vuestros cuentos y juguetes para vuestros hijos?
Yo sí, siempre he sido muy hormiguita, y en la medida de lo posible he ido siempre guardándolo todo. Ahora tanto libros como juguetes se encuentran en casa de mis padres y cada vez que vamos allá es curioso ver cómo mi hijo se siente más atraido por mis trastos viejos que por los libros nuevos que le regalan.
Mi suegra, que es minimalista, se deshizo de todas las cosas de mi marido. Yo lo considero un crimen a su infancia…
25 septiembre 2012 | 08:43
Yo guardo «Los Cinco…» de Enid Blyton.
Mi nena es pequeña aun (1 añito) pero espero que algun día llegue a disfrutarlos.
25 septiembre 2012 | 08:44
Yo guardo juguetes, libros y ropa. Bueno, no yo, mi madre lo ha hecho. Mi hija llevó un vestido mio este verano. Se veia super antiguo, pero nos hacía ilusión ponerselo. También guarda una botas minúsculas de mi hermano que ninguno de mis sobrinos se ha puesto pero que todos miran con asombro como diciendo ¿¿¿y ahí cabia el pie de mi papa???.Guardo un pepón de aquellos calvos que se asemejaban mucho a un bebe humano, la seta que daba cobijo a los enanitos de blancanieves barriguitas, tres barriguitas, mi madre conserva un cajón gigante con clicks de famobil. Todos, mis sobrinos y mis hijos disfrutan ya de todos esos juguetes de mi infancia. Mi madre también conserva algún libro de cuentos de cuando eramos muy pequeñitos, pero los libros que yo recuerdo haber leido, los que me marcaron de niña, esos no se donde andan.
Comparto contigo el deseo de que mis hijos sean grandes lectores y disfruten de la lectura tanto como lo hice yo o incluso más.
25 septiembre 2012 | 09:27
Yo todavía me acuerdo del primer libro de lectura que tuve y que mi madre tiró, me imagino porque acabó destrozado de tanto leerlo. Ojalá encuentre un ejemplar algún día!
Mis padres tienen todos los libros que teníamos de pequeñas. Para mí la joya de la corona es la colección de Torres de Malory, por Dios, cuántas veces he podido leerla.
Me leí todos los Hollister, los Cinco, los Siete Secretos y muchos más, pero todos esos los cogí de la biblioteca del colegio, así que allí se quedaron.
Le dejé uno superantiguo a mi hijo mayor y ya lo ha triturado, literalmente. Creo que me precipité al dejárselo al alcance de la mano…
25 septiembre 2012 | 09:54
Si, mis hijos juegan con playmobils – famobil – de su padre y tb tente…
Yo he rescatado algunos k mi madre guardaba en la torre:
http://www.flickr.com/photos/nuriacr/3475262415/
…con el diseña la moda hemos jugado bte. mi hija y yo…y tb rescaté algunos cuentos de cuando era peque…uno de los primeros del barco de vapor k en el cole nos hicieron leer ya en catalán: L´Ingo i el drago…le tengo mucho cariño…pero tb otro como el de Los Viajes de Juliver…
Colecciono muñecas y tb he rescatado algunas de mi infancia…mi hija a jugado con mi Nancy piernas flexibles…me hizo una ilusión tremenda ya k ella no es mucho de muñecas…
25 septiembre 2012 | 10:51
* Ups !!! Ha jugado…Ha jugado…
25 septiembre 2012 | 11:00
Yo soy una gran tirona. Hacer limpieza para mí, es inherente a desalojar, tirar………Me refiero claro a cosas inservilbles, ya sabéis, lo que no sirve, pero nos da pena tirar…pues de éso en mi casa, hay, pero poco.
Yo por desgracia, no conserva nada de cuando era pequeña, quizás por que mi madre es como yo.
25 septiembre 2012 | 11:26
@mari mar :
Consideras libros infantiles inservibles ???
Los juguetes que mi madre guardó – y tb los que guardó mi suegra – están en perfectas condiciones de uso…concretamente la » cose-cose » y el » Diseña la moda » que mi madre guardó están perfectos…hasta uno de los camborcillos que se usan para calcar las plantillas estaba intacto…fuimos / somos 3 hermanos…y SIEMPRE en casa se cuidaron los juguetes…en mi caso por falta de espacio en el piso los he ido llevando a la torre de mis padres y, luego, le he dado permiso a mi madre para regalar algunos a nietos de vecinos…pero guardo otros tantos – en perfectas condiciones como puzzles – para guardar para posibles nietos…
Los rotos por supuesto que van a la basura…Nunca he tirado un libro a la basura…
25 septiembre 2012 | 11:55
Al igual que tú, guardo todos mis libros para el futuro, para esos niños que vendrán y que también tienen el derecho de disfrutar de esas maravillosas historias que ya hoy no se cuentan.
Tengo que perder parte de mi habitación para guardarlos ( y hablo de más de la mitad) pero no me importa, porque como bien dices, el don de la lectura es algo tan valioso y preciado, que si mis hijos lo heredan, será el mayor orgullo que podré sentir.
PD: Siempre me ha encantado el Barco de Vapor
25 septiembre 2012 | 14:33
A Paz: caray parece que hemos vivido juntas! yo he leído, y conservamos (hablo en plural porque los compartí con mis hermanas), todos los libros que mencionas. Por Dios no sé cómo he podido olvidarme de Torres de Malory… Darrell y demás…!
25 septiembre 2012 | 14:41
Yo estoy embarazada de 22 semanas y ya tengo puesto en la habitacion de mi pequeñaja unos peluches que fueron mios, tengo guardado un vestidito para el proximo verano que fue mio, y tengo que recoger los libros de cuentos que fueron mios y ropa de mis hermanos, y la cuna, que fue mia y que usará mi pequeña.
25 septiembre 2012 | 17:51
Quizás lleves razón, por éso comento que casi no conservo nada POR DESGRACIA.
25 septiembre 2012 | 17:58
Pues yo si que he conservado un montón de juguetes…mi Brbie y su caballo, la tiritona de Berjusa, Minene, y libros muuuuchos libros y cuentos. Ahora los tiene todos mi hija porque mi hijo con dos años, aún no los «disfruta».
Mi hija perdió hace unos años un Poople, un muñeco que adoraba y que em costón un montón ahorrar para consegurirlo y a punto estuve de no sacarle nada más hasta que fuera más mayor, pero no me importa, me encanta que juegue con lo que tuve y ahora guardo de sus cosas un poco y también de lo mío que sobreviva, para que si algún día hay tercera generación juegue con lo mío y con lo de ella.
El Pirata Garrapata me encantaba, lo saqué miles de veces de la biblioteca para leerle pero nunca me lo compré…ni pedí que me lo regalaran.El que más cariño tengo es sin duda Belleza Negra y el Alicia de Lewis Carrol con unas deliciosas ilustraciones que amaba de pequeña..y al que debe su nombre mi hija
25 septiembre 2012 | 22:36
En realidad la pregunta debería ser. ¿Guardáis juguetes para vuestros nietos? porque mis padres fueron los que guardaron algunas cosas para mis hijas, o sea, para sus nietas, y ahora que mis hijas ya se están haciendo mayores yo estoy empaquetando alguna ropita y bastantes juguetes para sus futuros hijos. ¿No es así?
Mis barbies las vendí en un mercadillo cuando me dió una «vena feminista» a los 15 años. No quería que algun día mis hijas tuviesen esa imagen de la mujer. ¿Qué pasó? Mis tres hijas se compraron sus barbies y también recibieron varias como regalos.
Mi marido había guardado toda la colección de Tintín en video para sus futuros hijos…no se pueden ver porque son VHS.
Sobre los libros: Aunque en casa somos todos buenos lectores debo decir una cosa: parece mentira pero el tiempo pasa por algunos libros también. Yo intenté leer a mis hijas «Los cinco» que tanto me gustaron cuando era pequeña y ahora me resultan unos libros con lenguaje antiguado y un trasfondo algo machista en muchos momentos…No sé qué pensáis.
(Lo que sí hago mucho en nombre de la ecoogía y reciclaje es regalar libros y juguetes de mis hijas a los primos pequeños, a algunos amigos y a una ONG. Nada va a la basura.)
25 septiembre 2012 | 23:05
Yo tengo unos cuantos libros del barco de vapor (azul, naranja y rojo, no sé si tengo alguno de la serie blanca), uno de esos libros me lo regaló un amor platónico de la infancia y precisamente es uno de mis libros favoritos!! Tengo que rescatarlos para traerlos a mi biblioteca… reuní casi todos los comics de tintín que tengo (hasta el primerisimo, pintarrajeado y todo, que me compraron con 7 años). Un juguete con carga sentimental está ahora en la habitación de mi hijo; es un Mickey Mouse que tiene un botón que se desabrocha, un cordón que se anuda o desanuda, una cremallera… y sirve para guardar el pijama en su cuerpecito. Me lo regaló mi tia y lo tenia… este verano me lo trajo mi madre, lavadito y a mi me hizo tanta ilusión!!!!!! También tengo el traje de cristianar de mi marido, pero no hemos podido usarlo con mi pequeño Alfonso porque justo pilló que le bautizamos con medio año y el traje era para un bebé de maximo tres meses… pero lo conservo como si fuera oro, porque yo no tengo traje!!
Tengo más libros y algún que otro juguete… hasta el cassette de las canciones de los payasos (que le encantan a mi hijo) todo esto lo tengo que recuperar… tengo hasta una colección de libros amarillos de cuentos de siempre (hansel y gretel, los tres cerditos, caperucita roja, abu sir y abu kir (o algo parecido), blancanieves…) y por lo menos debo de tener veinte libros o treinta, con sus respectivos cassettes, eran tipo cuento a modo teatro y en las cintas te narraban y esas cosas, estaban genial, nos lo ponian encima en preescolar para el ratito de la siesta!! Los tengo que traer a mi biblioteca… ains, qué recuerdos!!
26 septiembre 2012 | 00:26
Madre mia, Gran lobo salvaje!!! como se nota que somos de la misma quinta, jeje.
Yo me llevé todos mis libros al mudarme a mi casa, y espero que algun dia mi hijo ame tanto la lectura como yo.
de momento,voy llevandole los que me gustan de la biblio donde trabajo.
un saludo
27 septiembre 2012 | 12:54
Desgraciadamente yo no guardaba ningún juguete de los míos, tuve que dejarlo todo en mi país de origen, aunque allá si que disfrutaron de ellos dos sobrinas pequeñas que tenía. Lo que sí hice fue comprarle a mi hija muchos de los libros que leí en mi infancia y primera juventud, aparte de los de Barco de Vapor, ese de Fray Perico y su borrico, fue uno de sus preferidos.
Y sobre los clásicos de siempre, a mi hija le llamaba la atención que casi siempre moría algún niño en esas historias, le explicaba que las condiciones de vida eran distintas a las actuales y que aún no se habían descubierto las vacunas.
27 septiembre 2012 | 15:07