Ir a la playa con niños pequeños, no es lo mismo

Mi santo y yo nunca hemos sido muy playeros, somos de los de un par de bañitos, secarse e irse. Tomar el sol durante largo rato no nos motiva, leer en la playa nos ha resultado siempre incómodo y lo de comer allí ni nos lo planteamos. Teniendo eso en cuenta, siempre hemos ido con lo mínimo a la playa: un par de toallas, la crema protectora y listo. ¡Quién nos ha visto, y quién nos ve ahora que vamos con niños!

Nuestros peques, como ya os he contado en anteriores posts, nos salieron también poco playeros, al menos hasta ahora. Jaime, siempre ha estado peleado con la arena, no le gustaba estar rebozado, ni siquiera cuando era bebé. Julia igual. El año pasado solo intentamos en una ocasión bajar a la playa y duramos quince minutos en los que no salieron de la toalla. Ni quisieron entrar en el mar ni pisar la arena. Tengo amigos con niños a los que tampoco les gusta, pero la mayoría la verdad es que tienen hijos que en la playa disfrutan como locos jugando a disfrazarse de croquetas, acaban con arena masticada, hasta en los ojos… y tan contentos.

Este año parece que la cosa ha cambiado. Siguen siendo piscineros, pero Julia ya puede pasárselo bien en la playa, construyendo castillos y muros al borde del mar y bañándose en nuestros brazos. A Jaime no le gusta tanto, pero la soporta.

Este año hemos estado siete tardes en la playa, a partir de las 18:00 que es cuando mas suave está el sol y más tranquilos estamos. Y es interesante ver como hemos ido evolucionando día a día nuestras estrategias para sobrevivir a la arena con niños pequeños. El primer día, como buenos novatos, fue un desastre de arena, toallas rebozadas y niños crocantes. Poco a poco fuimos elaborando pequeñas estrategias en forma de más adminículos, distintas bolsas (esta para toallas limpias y mudas, esta de plástico para cacharros de arena…) y al final incluso sillas de playa.

Aún estamos lejos de esas familias (sabiamente, seguro) equipadas con sombrillas, neveras tumbonas, tiburones, tablas y colchonetas e incluso pequeñas piscinas inflables que llenar de agua de mar.

Lo que está claro es que, con niños pequeños, lo de ir con un par de toallas colgadas al hombro es imposible. Igual que es imposible lo de los dos baños y salir de la playa impolutos. Fabricar murallas, hacer dibujos con piedras y bañarse en la orilla lo impide.

Pero que queréis que os diga, pese a archiperres y pringamientos, la playa es mucho más divertida con niños.

5 comentarios

  1. Dice ser ANTONIO LARROSA

    A mi familia le sucede lo contrario que a la suya nos gusta el Mar y bañarnos en la playa nos enloquece y sobre las piscinas , quitando la de mi casa de campo no nos bañamos en ninguna pues enseguida se nos ponen los ojos malos y hasta nos salen forúnculos por todas partes . Debemos ser raros o es que la gente de los hoteles y las piscinas públicas se orinan y se bañan sin ninguna precaución , pues hasta vestidos se ven metidos en el agua: En fin cada cual es como es y puede tener sus preferncias en todo, que para eso esto es un pais democrático aunque a veces no lo parezca.

    Clica sobre mi nombre

    18 agosto 2012 | 17:33

  2. Dice ser preguntando

    En el mar del norte tenemos playas para elegir, con arena, con hierba, con piedras… ¿No es lo mismo en España???????????????? Y lo mismo con el agua, hay zonas de olas, zonas más quietas y más seguras para los niños… No sé… me parece muy limitada tu opinión de la playa…

    18 agosto 2012 | 22:24

  3. Dice ser Lola

    Yo siempre he sido muy playera, viviendo en una isla es lo normal. Cuando nació la nena comenzamos a ir con ella con unos 8 meses, el primer día fue un desastre pero la siguiente vez fuimos bien pertrechados de todo: sombrilla, toallas, nevera, la verdad es que parecíamos zíngaros con tantos trastos, una buena amiga de los tiempos de mi soltería nos acompañaba y ayudaba a llevar las cosas, como vivimos cerca de la playa íbamos andando. El tiempo de estancia lo fuimos subiendo poco a poco, como siempre nos quedábamos por la misma zona fuimos conociendo a otras personas del entorno, así estuvimos 14 años, a esa edad mi hija comenzó a ir sola con sus amigos. Y puedo decirte que esos recuerdos playeros son de los mejores que tenemos.

    19 agosto 2012 | 11:36

  4. Dice ser Gema

    Nosotros somos muy playeros, y queremos que nuestra peque pueda disfrutar desde pequeña de la paya, por eso el mes que viene iremos unos días con ella, hemos esperado tanto para que tenga ya los 6 meses, y pueda al menos rozarle un poco el agua de mar y la arena, estamos deseando ver la cara que pone, porque en casa con la bañera y la piscina disfruta como una enana. Sabemos que va a ser un jaleo de cacharros, y practicamente todos para ella, pero esa algo que ya sabemos, y esperamos hacerlo bien, no queremos que se ponga mala ni se queme con el sol, ya os contare a la vuelta.

    20 agosto 2012 | 14:23

  5. Dice ser Conxi

    Nosotros somos blancos translucidos como vampiros, sobre todo mi marido y la playa hasta que tuvimos hijos, la pisamos juntos dos veces. Mi hijo tb estaba peleado con la playa (con la arena sobre todo) hasta el año pasado, este, que encima estamos yendo menos porque no hemos ido de vacaciones (somos de Barcelona y tenemos playa ;)) le está encantando, se reboza como un escalope y se deja tirar por las olas y ella es muy marítima también. Tb vamos por la tarde que es cuando el sol menos quema, a veces ni ponemos la sombrilla sobretodo si hace viento y ala, a disfrutar.

    26 agosto 2012 | 11:07

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