Llevaba unos días pensando en escribir un post al respecto despues de una charla que tuve con mi cuñada. Ambas acabamos coincidiendo en que los padres recientes (y abuelos y tíos…) tenemos tendencia a comprar a nuestros hijos los juguetes que nos gustaban a nosotros de pequeños.
El padre que se volvía loco con los scalextrics se empeña a regalar trenes, la madre reciente (esa podría ser yo) que pasaba horas con sus animales siempre está dispuesta a agregar algún bicho de plástico a la colección de sus hijos, la abuela a la que le encantan las muñecas no puede resistirse cuando visita la tienda de juguetes a comprarle muñecas a sus nietas, el abuelo que siempre soñó de niño con una guitarra se la regala a su nieto, ese amigo que adora pintar constantemente regala pinturas a los hijos de sus amigos…
No es algo que pensemos necesariamente de forma consciente, pero si a nosotros nos apasionaba. ¡Cómo no les va a gustar a ellos! Además, es cosa sabida que los adultos disfrutamos revisitando nuestra infancia a costa de nuestros niños.
Y muchas veces transmitimos nuestros gustos, o sencillamente ya los habían heredado. Pero otras muchas sucede que se acaban llenando de vías a niños que no le ven la gracia a los trenes, animales a aquellos que lo que quieren en realidad son coches, guitarras a peques que sólo piensan en pelotas o muñecas a niñas que jamás han sentido el impulso de acunar o pasear un bebé de plastico rosa y están deseando un patinete con el que desollarse las rodillas.
En esos casos hay que contenerse y respetar las preferencias del niño.
Aunque no sé si esa es también vuestra percepción…
Y hoy traigo el tema a colación por una nota de prensa que acabo de recibir y que dice que el 74% de los padres y abuelos compra los juguetes que eligen los niños. Hace referencia a un estudio nacional y dice que son los hombres quienes más se dejan influenciar por las decisiones de los pequeños.
La verdad es que muchas veces lo he visto.
El caso más extremo que conozco, es el de una amiga a la que su padre le regaló un tren electrico (con sus vías y pueblecitos) cuando tendría unos 8 años y no le dejó jugar con él por si acaso lo rompía, total que el padre jugaba y ella miraba (por supuesto desde entonces odia los trenecitos de juguete).
02 diciembre 2011 | 14:56
influimos en ciertas edades pero hoy los peques bien pronto saben que quieren, y no es justo lo que quieren los papis…
influye la publicidad, las series de la tele, los dibujos de moda y los amigos…y a partir de 8 o 9 años prefieren la wi y los videojuegos a cualquier cosa…
Pero voy a ser sincera comparto con mi hijo mayor, el peque es muy peque, el fervor, el gusto la pasion por los CLIPS…
No lo podemos evitar.Y eso que no disfrutamos de princesas, porque yo no lo soy y el es un chico…Pero jugamos un monton.Tiene una barbaridad conservados desde que tenia 4 años…yo solo disfrutaba del barco pirata de mi hermano…Es una pasion compartida.Tambien le encantan los legos a el para construir mil cosas inventadas, vehiculos , edificos con mil piezas.Con su papa comparte mas la aficion por los coches…aun no hemos llegado al Excalestric pero , llegaremos , lo que no se si nos cabe todo el tiempo montado en casa y la bici
Recuerdo a la profesora d eP-3 de mi hijo que lo llamaba el niño clip porque cada dia tenia uno en la bolsa
02 diciembre 2011 | 15:06
Mi comentario va a darte la razón absolutamente, porque además fue algo que me pasó ayer mismo. Fui con mi chico a hacer la compra a Alcampo, y en la calle de los juguetes de niñas vi al ‘nuevo’ nenuco con bañera y complementos de baño. ¡Yo tenía uno igual! Me emocioné tanto recordado mi muñeco que me llevé como cinco minutos mirando la caja por todas partes, fijandome en lo que era diferente a lo que yo tenía (la bañera era mas fashion, claro esta, la mia era azul lisa y la nueva es superchula en varios colores chillones) Aún no tengo hijos propios, pero si tuviera una niña de la edad, podría apostar que este año los reyes le habrían traído a nenuco bañerita. Como digo me pasó ayer y no había pensado en ello. Creo que cuando tenga hijos tendré que ser cuidadosa con estas cosas, para no terminar comprandole nenucos a una niña que los aborrece.
02 diciembre 2011 | 16:32
El juguete que es parte del ritual de un niño/a nos aporta esa sensaciòn de tener nuestro mundo particular para nosotros solos…
Un mundo que se forja en base a una buena dosis de fantasia e imaginaciòn quien no ha soñado en ser el capitan trueno o el pistolon de algun vaquero o una madre feliz acunando a su hijo/a.
Todo un despertar de sensaciones que nos llevan a los mundos magicos de la primera infancia quien no ha descubierto el mundo vestido de romano, o con una muñeca de esas delgadas y tan modernas.
Cada niño tiene su epoca como no podia ser de otra manera, y hoy en dia parce que el juguete tiende a ser virtual como la propia generaciòn, donde hay una buena dosis de cibermuñecas y de hombres del espacio…..
Hemos perdido la calidez de esos juguetes que nos miraban suplicantes del buen trato y que nosostros muchas veces destrozabamos en aras de no se sabe que cosa.
Hoy sòn juguetes del siglo XXI, llenos de futuro y de una intencionalidad clara preparar a los niños/as para futuras ciudades en marte
02 diciembre 2011 | 17:14
Soy de una generaciòn que paso del juguete de ojalata al juguete ya industrial dado que mi infancia se desarrollo en los años cincuenta y siete del pasado siglo el XX.
Èspaña aùn era pobre en cultura y en consumismo los juguetes eran el reflejo de nuestros padres que hacian esfuerzos casi titanicos para poder llevar un vestusto coche de bomberos un fortin vaquero que empezaban ya a ser de plastico, cuando no un juego que consistia en poner una patata y que la vestiamos de cabeza humana con los accesorios al efecto, nariz ojos orejas.
Hoy en dia en una España exhuberante con miles de almacenes el videojuego te hace sentirte el heroe o la heroina màs sagaz, que lucha contra Imperios del mal y dragones mecanicos.
Es tan distante la generaciòn de los cincuenta con la actual que solo hay por medio una etapa de libertad donde nuestros hijos nacen con plena vigencia de su identidad .
A nosotros solo nos queda la nostalgia de esos juguetes que yaceran en algùn vertedero, su tiempo ya ha pasado,
02 diciembre 2011 | 17:24
Yo no tengo niñas y a mis hijos no les gustan las muñecas, pero me encantaria tener una Nancy!!! Mi madre guarda la mia de comunion y otra de mis hermanas.
Mi hijo mayor (4 años) acaba de hacer su primera y única petición. Y mas que pedirlo es que nos hemos dado cuenta de que le va a gustar. Herramientas, quiere unas herramientas, todos los dias me pide el catalogo de juguetes y mira unas con ojos mas infantiles y otras mas tipo imitacion a las de adulto. No lo vamos a dudar y tendrá su caja de herramientas. Me hace una ilusión tremenda regalarle algo que ha pedido.
Quiza si que nos apetece regalarles algo que queriamos nosotros, aun estoy pensando si alguna cocinita no les haria ilusion a mis hijos… (el mayor es un cocinillas y el pequeño un curioso)
02 diciembre 2011 | 20:10
Después cuando los niños son mayores les obligan a estudiar derecho o arquitectura y cuando acaban la carrera trabajan de carpintero, ponen un bar o se buscan la vida como el Gran Wyoming que estudió medicina
02 diciembre 2011 | 20:25
En mi caso, es todo lo contrario.
Soy de la generación de los Juegos Reunidos, los Clips, soldaditos, Lego, CineXin, etc.
Visito con mediana asiduidad las jugueterias, y pienso lo que alucinante que hubiera sido si yo hubiese disfrutado de los juguetes que hay hoy en día. Cuando tengo la oportunidad de jugar con algún crio, me intereso enormemente por los nuevos juguetes que poseen, y/o por regalarles «lo último».
Lo que me gustaba en aquel entonces, allí se quedó. Y aunque me encantaba, no siento la menor nostalgia. Soy completamente práctico, y prefiero la variedad y el acabado realista de los juguetes actuales.
02 diciembre 2011 | 21:23
Lo reconozco, como a mí me gustan los libros, cuando tengo que hacer un regalo suelen caer cuentos, da igual la edad que tenga el niño, desde un cuento de esos para el baño con patas y cuatro páginas hasta los de adolescentees para los más grandes. Es un campo en el que hay mucho donde elegir.
02 diciembre 2011 | 22:22
Mi madre muchas veces caía en la tentación de «feminizarme» regalándome muñecas, bebés muñeco, y libros muy femeninos (sobre niñas sumisas y maternales, por ejemplo). Yo sentía mucha pena por ella, puesto que era consciente de lo que realmente quería, así que los aceptaba con gusto y fingía que me entretenía. Pero la verdadera personalidad acaba aflorando, por más presión que exista para que se modifique, y entonces todo ese gasto se vuelve inútil: las muñecas están por ahí en el fondo del arcón, abandonadas, y los libros acaban siendo duramente criticados en páginas de Internet dedicadas a la literatura infantil (eso, cuando no me ponía a hablar mal de ellos con otra gente, mi madre inclusive -pobre, el disgusto que se habrá llevado-).
03 diciembre 2011 | 01:43
http://videofriki.com/
03 diciembre 2011 | 04:14
Pues es que cuando son demasiado pequeños para pedir claramente lo que quieren algo hay que elegir entonces es normal comprar algo que nos guste a los mayores pensando que a ellos les gustara. Despues cuando ya son mas mayorcitos a partir de 3-4 años pues mejor ir respetando sus gustos aunque yo si pondria unos limites. Hay juegos que son violentos o que sabes que se romperan en seguida o que llevan mil pilas que se gastan en 5 minutos y ya no funciona y es una ruina en pilas….Luego sí, hay que respetar sus gustos pero tambien hay que seleccionar dentro de esos gustos….es otra forma de educar. Hay niños que no saben que algo les puede gustar sencillamente porque no saben que existe y quiza si les ofrecemos la oportunidad de descubrirlo les encante, esto puede pasar por ejemplo con los cuentos cuando ya tienen edad de leer solos con 8 o 9 años.
Yo personalemente huyo de los grandes almacenes para comprar juguetes. Mucho plastico, muchos colores chillones, mucho merchandising pero poco mas. Hay jugueterias al menos en las grandes ciudades donde te atienden y te recomiendan con sencillez, donde tienen juguetes hechos de madera, resistentes y sin cables (ya tendran tiempo de tecnologia y electronica cuando crezcan) y donde tienen juguetes donde no aparece Bob Esponja ni Dora ni ninguno de esos pero son muy entretenidos y educativos.
03 diciembre 2011 | 09:31
Ya se ha tirado la «pullita» de que la niña no tiene intención de acunar muñecas rosa, ya para denigrar los gustos de las niñas, ya indicando que no es bueno que a una niña le gusten los muñecos, jugar a las casitas o las cocinitas, cuando es algo normal, lo mismo que si la gustan los coches y las bicicletas, ¿qué más da?, sois pesaditas con el tema de los roles, por querer salir de ese «encasillamiento» obligais muchas veces a hacer a los niños lo que no desean, tan malo era que antes no se permitiera a los niños jugar con cacharritos o muñecas, como ahora colocar a las niñas un tren si no la gusta.Y por supuesto, cuando un niño quiere un patinete lo hace con el único pensamiento de desarrollarse las rodillas, sí, para eso lo quiere, hay que ver las tonterías que se dicen.
En mi familia, de siempre, los que fuimos niños en su día y los que lo son ahora, escriben la carta con lo que quieren y los padres, abuelos y tíos, se encargan de cumplirles el gusto y la ilusión, independientemente a que a los adultos les guste el juguete o no.
03 diciembre 2011 | 13:31
Pues mira, sí que le he comprado a mi hija juguetes con los que yo me divertía y a veces me costaba trabajo conseguirlos porque no eran muy conocidos por aquí. Muñecas, soy fan de ellas, siempre tuvo y reconozco que tardé mucho en dejarle la ansiada Barbie, por el simple hecho de que a mi no me gustaba. Lo bueno fue que ella al final terminó dejándola de lado por parecerle demasiado cursi, y juro que en eso yo no tuve nada que ver.
Y libros, es cierto que cuando tengo que hacer un regalo a un niño o niña, normalmente escojo uno adecuado a su edad. Creo que es bueno fomentar el interés por ellos. Por supuesto que si al destinatario le gustan los coches, procuro que el libro trate sobre éstos.
03 diciembre 2011 | 13:53
Pullita ninguna Melchor. Me parece genial que niños y niñas jueguen con muñecas. Sencillamente experiencia personal: a mí nunca me gustaron y parece que mi hija sigue el mismo camino.
03 diciembre 2011 | 17:32
Estoy de acuerdo con Tía de sobrino 😉
Con respecto a los roles y eso de intentar salir de ellos… bueno, la verdad es que la gente a veces se pone un poco extremista. Si nos centramos en juguetes que le guste al niño o niña sin preocuparnos si son cocinitas o coches y nos relajamos un poco más en este tema, creo que nos iría mejor. Y si no queremos entrar en eso (porque sabemos que a los padres de turno no les va a gustar que le regales un tren a su hija), pues un buen libro hace mucho bien (y nunca se tienen demasiados) 😉
03 diciembre 2011 | 21:09
¿Y qué tiene de malo una cocinita para un niño…? El mío de cuatro, después de ver un vídeo en Youtube de Jamie Oliver se pasó días imitándole con la cocinita, cacharritos y comiditas de juguete… También juega con trenes, coches, barcos… y muñecas, de las cuales tiene una colección y no sólo por sus hermanas, sino por que también le gustan y como yo las fabrico (Muñecas Waldorf concretamente)… Supongo que así se entrena para ser un papá estupendo en el futuro… Y las niñas exactamente lo mismo, juegan también con trenes, coches…¿No van a ser conductoras en el futuro, también?????????
03 diciembre 2011 | 21:21
Hola, en primer lugar encantada de conocerte, acabo de encontrar tu blog y me ha hecho gracia tu perfil, me identifico contigo, soy treinteañera reciente y nunca pensé que fuera a tener peques hasta hace seis meses que nació la mía, y todos quedaron alucinados con la decisión. Con respecto al tema de los juguetes, pienso que la mayoría de los padres, todos los años disfrutan comprando juguetes que hubieran querido tener en su infancia, bien por no existir, porque no se lo regalaran los Reyes, o porque son unos viciosos. Pero estoy de acuerdo con un comentario que he leído que los niños de hoy en día se dejan influenciar muy poco y tienen claras sus ideas jajaja. Yo cuando la peque tenga unos años y pida una pizarra de esas de arena voy a tener que pelear con el padre para que no se la quite o ¿compraré dos?. Un beso
06 diciembre 2011 | 13:34