La química (o como cada uno quiera llamar a ese fenómeno de simpatía mutua instintiva) existe, claro que sí. Existe para los adultos, existe para los niños y existe para perros y gatos. No me sorprendería que también la experimentasen lagartos, piojos o gorriones.
Nuestros niños, desde muy pequeños, muestran su preferencia por unos adultos concretos desde que les ponen la vista encima por vez primera. Y también por determinados amiguitos. Seguro que todos lo habéis experimentado.
Ayer estuvimos con Julia en la piscina cubierta a la que acude Jaime una hora dos veces por semana. Y la zona de espera estaba repleta de niños de entre uno y 10 años. Algunos esperaban a sus hermanos, como ella, otros esperaban el momento de bajar a darse un chapuzón.
El primer encuentro de mi hija fue con una niña de más o menos su misma edad (un año y nueve meses más). Se observaron unos segundos y pasaron a ignorarse completamente y seguir con sus exploraciones.
El segundo fue algo más rudo. Vio a una niña de unos tres años con una camiseta de Micky, uno sus héroes, y fue toda contenta hacia ella (más bien hacia el ratón) señalando sonriente y diciendo «Miitiii». La niña no se lo pensó, sin mudar el gesto en cuanto Julia se acercó la empujó tirándola al suelo. Y claro, lo de siempre: el padre que se la lleva regañándola y yo que también me llevo a la mía consolándola.
Luego le dio por meterse entre un grupito de cuatro o cinco niños mayores. Todos tenían tres o cuatro años salvo uno, de siete.
Pues con el de siete se notó el entendimiento mutuo desde el principio. Él dejó sus juegos «de mayor» para entretener con paciencia y dulzura a mi hija con su peonza.
El resto de la camarilla pronto se aburrió y retiró.
Con los hijos de mis amigos es igual. Desde el primer momento quedó claro que había niños con los que había la semilla de una relación especial.
Es algo que incluso Jaime, con todas sus trabas sociales, experimenta. Hay adultos por los que siente predilección. Y en el cole tiene afinidad con varios niños. Sobre todo niñas.
Es fascinante saber en nosotros mismos y ver en los demás como opera esta magia cotidiana.
Sinceramente, espero que nunca se llegue a desentrañar el misterio de esta química.
Creo que a esas edades tan tempranas no es «química» es simplemte que van con quien más caso les hace o con quienes son más cariñosos y están más encima.
11 noviembre 2010 | 08:17
Pues yo sí creo que es «química» (por llamarlo de alguna manera, o digamos mejor, afinidad). Unos amigos tienen una hija de 3 años y hace 2 empezó la guardería, pues desde ese día se hizo amiguita de otro niño (a pesar de que había muchos más niños y niñas) e iban siempre de la mano a todas partes, hasta hoy.
Mi hija va a su misma guardería (a otra clase, claro) y cuando voy a buscarla, siempre los veo jugando juntos.
Y con respecto a los adultos igual. Tenemos una vecina que es un encanto con mi hija, pero a ella parece que no le gusta, porque siempre se pone más tímida (a veces torciendo la cara), a pesar de ser una niña muy abierta.
11 noviembre 2010 | 09:47
La verdad es algo curioso, a veces se pegan a un niño que la verdad nunca pensarías que se entretuvieran y con quien piensas que pegarían bien y se entretuvieran no lo hacen…pero los pequeños siempre suelen buscar a los mas mayores
11 noviembre 2010 | 09:53
Totalmente cierto, mi niño no es especialmente sociable con otros niños, es mas, quiza es lo que aun le falta por conseguir en el cole, aunque tanto niño junto creo que le intimida.
Pues este verano, en mi pueblo nos soliamos cruzar con una pareja conocida mia que tienen un niño 6-8 meses mas pequeño que el mio (que tiene 3 años) y desde el primer momento se han mirado y mas o menos se han acercado, porque el otro tambien se ve que es algo timidin.
En casa tambien suele tener sus preferencias. Eso si, si no le das juego y marcha pasa de ti olimpicamente, asi que al que le hace un poco de caso ya lo persigue y se acuerda de el para siempre.
11 noviembre 2010 | 10:03
¿Esto lo debió usted escribir en el verano o en una piscina climatizada porque ayer hacia un frio en toda españa .. ¿O era en Chile o en Argentina ?
Bueno lo de la quimica en los niños creo que existe incluso en mayor grado que en los mayores pues ya en los parbulitos empiezan a hacer sus pandillas y eso demuestra que tiene apego a unos y enemistad por otros .
Clica sobre mi nombre
11 noviembre 2010 | 10:48
Tengo dos niñas, una de 4 y medio y otra de 9 años, y durante bastante tiempo han cambiado de amigas en cada curso, hace dos años mas o menos que la mayor tiene ya las mismas amigas, aunque siempre cambia alguna por algun motivo, la verdad es que se lleva muy bien tanto con niños como con niñas, juega a todo lo que le proponen y no tiene preferencias, amigas son todas pero amigisimas muy pocas cada año cambia alguna. En fin que la afinidad les va surgiendo segun van creciendo y modificando sus gustos. Por lo menos eso les pasa a mis hijas, no quiero decir con sto que deba ocurrirle lo mismo a todos los niños, cada uno es diferente y tiene su propio caracter, así que para gustos los colores y para amigos, todos los del cole…
11 noviembre 2010 | 10:59
Bueno, ya lo creo que existe esa química, nos pasa a todos/as, también a los peques. La mía es muy sociable, habla con todo el mundo, (casi, porque hay adultos y niños/a a los que ni se acerca, los menos, pero ocurre). Es curioso…
Y no creo que,como dice María, sea sólo cuestión de quien te hace más caso a esa edad o no, cualquiera de los que somos padres lo tenemos bien observado. ¿O no hay incluso familiares que por muy cariñosos que sean, por ejemplo, se acercan a ellos lo menos posible?
11 noviembre 2010 | 12:01
Claro que existe esa química, y también para nosotros, los adultos,no???
a mi por lo menos, si me pasa…….. hay ciertas personas que, tal como me son presentadas, no acaban de «entrarme» por los ojos….. no se, como si algo me dijera que con esa persona no voy a congeniar……. no se, seré un poco brujilla, pero que poco me ha fallado ese instinto!!
11 noviembre 2010 | 12:31
Pues a veces Elena, lo que me han fallado a mi son las primeras impresiones…
12 noviembre 2010 | 11:07
puede que tengar razón, a veces no solo debemos guiarnos por la primera vista…… pero a mi me funciona bastante…… serà un 6º sentido?
15 noviembre 2010 | 19:03
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08 diciembre 2010 | 22:51