El síndrome de Medea

Prefiero el alzheimer, el peor de los cánceres, un accidente en carretera… lo que sea antes que padecer el síndrome de Medea.

Con demasiada regularidad leemos noticias en las que madres asesinan a sus hijos: con fármacos, ahogándolos, abandonándolos recién nacidos…

Terrible. Incomprensible.

Ahora que tengo a mi peque puedo afirmar sin titubear y sin miedo que daría mi vida por él.

Amo a mi marido, a mis padres, pero siendo completamente sincera, por ellos no haría ese sacrificio de manera tan instintiva, tan completamente generosa.

E imagino que a la mayoría de las madres les pasa lo mismo que a mí.

Por eso, nada me parece más terrible que el síndrome de Medea, ese trastorno mental que te hace matar a tu propia carne.

A esta situación patológica que padecen estas madres es a lo que ya viene denominándose «síndrome de Medea», donde debe incluirse no sólo el abandono y el daño físico, sino también las agresiones psicofísicas o afectivo-emocionales o el daño social, incluso económico que, en ocasiones, puedan recibir los hijos de padres separados.

Medea, sacerdotisa bárbara de magia perversa, es la que da nombre al síndrome. Hija de Eetes, rey de Cólquida, se enamoró de Jasón, a quien defendió contra su padre y luego le ayudó a apoderarse del vellocino de oro. Más tarde huyeron a Corinto, donde Jasón abandonó a Medea por Creusa, hija del rey. Medea, en despecho, degolló a los hijos que había tenido con Jasón, jefe de los argonautas, vengándose de esta forma de su esposo que la había abandonado.

Desde entonces, el proceder de Medea, con las variaciones circunstanciales correspondientes, se ha repetido innumerables veces. Últimamente los medios de comunicación difunden casos nuevos en involuntaria y quizás inoportuna demostración de lo poco que el ser humano ha progresado a lo largo de la historia.

Dada la alarmante tasa de morbilidad de este mal que aflige a los países llamados «civilizados» como una nueva plaga bíblica, y que hace que el síndrome cuantitativamente planee en la frontera entre la endemia y la epidemia, se hace necesario ejecutar acciones correctoras que traten de anular las etiologías socio-culturales que originan que el síndrome de Medea no deje de ser, entre nosotros, hoy, un mero recuerdo mitológico.

Todos deseamos que este grave problema tenga solución alguna vez.

Son fragmentos del artículo «El síndrome de Medea: Endemia o epidemia», escrito por Ángel Rodríguez Cabezas.

Unos pocos fragmentos, un resumen, de una alteración compleja y temible.

Este artículo fue finalista del II Premio a la Opinión Sanitaria «Reflexiones 2002» convocado por la Fundación AstraZéneca y Revista Médica.

7 comentarios

  1. Dice ser Zaragozana

    Para mi, con Síndrome de Medea o no, este tema demuestra el desconocimiento y dejadez de los enfermos mentales en este país, (y habría que ver los casos de alcoholismo y otras enfermedades simililares, de consumo de drogas en general, que padecen la mujeres que terminan matando a sus hijos). Y es que en este país, además, muy machista todavía, la mujer, tras una separación, se queda con la custodia de los/as hijos/s, «esté como esté», y a veces, pasa lo que pasa. Esta es mi lectura del tema.Buen lunes, madrereciente y a los demás, lo mismo.

    25 febrero 2008 | 09:47

  2. Dice ser Juegos Online

    Ojala algun dia estos casos se pudieran investigar y cuidar, no solo por los enfermos, si no tambien por sus familias.

    27 febrero 2008 | 15:12

  3. Dice ser paula

    que terrible enfermedad porque descargar la furia contra seres inosentes que no pueden defenderse increible lo macabro que puede llegar a ser el ser humano

    26 enero 2009 | 19:57

  4. Dice ser anasus

    hay creo que esta enfermedad no tiene nombre matar por amor no que mas amor que la de tus propios ios

    28 enero 2009 | 16:08

  5. Dice ser anasus

    hay creo que esta enfermedad no tiene nombre matar por amor no que mas amor que la de tus propios hijos

    28 enero 2009 | 16:09

  6. Dice ser Laurus

    El amor hacia los hijos tiene una vertiente biológica(evidentemente) y otra cultural. Si no, no se explica cómo durante siglos y siglos (y hoy en día también en China, India o Corea del Sur) las niñas han sido asesinadas nada más nacer o abandonadas a su suerte.

    28 enero 2009 | 16:28

  7. Dice ser Nimué

    Este tipo de cosas demuestran que la política de divorcio en España no es la adecuada. La custodia se da por defecto a la madre sin tener en cuenta las peculiaridades de esta ni del hombre, por lo que es muy fácil que en el caso de una separación con rencor de por medio el progenitor que más tiempo pasa con los niños les contagie su odio.Por eso creo que lo mejor es la custodia compartida, para no privar a los niños de la figura materna ni paterna y para que el niño tenga una perspectiva más equilibrada de la relación de sus padres.

    29 enero 2009 | 20:07

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