La poesía como herida pero también como antídoto, y no sólo en el Día del Libro

Por Paula Arenas Martín-Abrilpaula_arenas

«Sucede que mi boca es una herida» escribe Belén Reyes, poeta que barre las calles con música tan triste como sarcástica, y continúa: «Sucede que me duele aquí en la tinta».

belenreyesDispara con el pecho y con la cabeza, se duele en cada cictariz y aún le quedan versos para la ironía y la propia caricatura.

Leer a Belén Reyes, cualquiera de sus libros: Ponerle un bozal al corazón, Desnatada, Ser mayor es un timo…, es ponerse frente a un espejo y viajar a países de carne y recuerdos cambiados por las traiciones de la memoria, y volver, tras el intenso paseo, menos solo.

No hay respuestas, la poesía (al menos la que no huele a forzado, elitismo y mentira) no da respuestas, su terreno es la pregunta, y esta cantora de lo cotidiano y lo prosaico domina el territorio: «Soy la costra del sueño, si me levanto sangro».

Antídoto sin parche: así propone y así escribe Belén Reyes.

 

Yo sé que es vida esto que se mueve
entre estas venas rotas y cansadas.
La poesía es un arma cargada de mercurio,
—hay una minoría que la atrapa—.
Los demás que se apañen con la nómina,
con el vídeo, la coca o la esperanza.

 

3 comentarios

  1. Dice ser ANTONIO LARROSA

    Malos tiempos corren para lalírica poética , no es extraño que los poetas se sientan heridos de penas profundas.

    Clica sobre mi nombre

    23 abril 2014 | 16:17

  2. Dice ser Al Sur de Gomaranto

    Poesía escrita con la sangre
    del corazón lacerado del poeta,
    o de las venas desgarradas, rotas
    de ver de los apaños que se harían
    por tener nómina, vídeo y coca
    a pesar de no tener nada de esperanza,
    y de tenerla, nos queda ya muy poca.

    23 abril 2014 | 19:53

  3. Dice ser manuel

    Exacto. La poesía te lleva por los caminos de la tristeza, de la muerte. Y la cabeza te dice que lo que necesita la gente es reírse, que la cosa está tan chunga que es mejor esforzarse en unas simples rimas más o menos simpáticas que dejarte llevar, arrastrar, por la auténtica poesía…

    la incertidumbre
    las tormentas de pesadilla
    los recuerdos de la niñez
    las palabras que se esconden y acabas
    rindiéndote, cogiendo la primera que encuentras,
    y el descenso, el aferrarte a lo que tienes como si fuese un dios
    una sonrisa bella, una lágrima bella, un frío cálido, un calor frío….

    oye: muy bonito post.

    23 abril 2014 | 22:36

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