Sergio de Otto – Periodista especializado en energía
En este blog en el que se aborda la energía como derecho y no como negocio de unos pocos, tal y como se expone con total claridad en el documento de la Fundación Renovables “La energía como vector de cambio para una nueva sociedad y una nueva economía”, no podíamos dejar pasar por alto el insulto a la inteligencia, el desprecio al mínimo decoro, la insolencia o el despropósito que supone la decisión de Gas Natural Fenosa de presentar una demanda por responsabilidad patrimonial contra el Estado “por el impacto que ha tenido en su cuenta de resultados la expulsión de sus centrales térmicas de gas del mercado desde el año 2009”.
La compañía que dirigen Salvador Gabarró y Rafael Villaseca pretende que los contribuyentes españoles paguemos de nuestro bolsillo, todavía más, su error estratégico de apostar por las centrales térmicas de gas de ciclo combinado de las que cuentan con mayor potencia que ningún otro actor. Digo que “todavía más” porque ese error se lo estamos pagando ya los consumidores eléctricos en concepto de desproporcionados pagos por capacidad con cientos de millones de euros cada año, un “regalo” como comentaba recientemente en estas páginas.
Como los 1.506 millones de euros de beneficios del ejercicio 2015 o los 1.462 millones de euros de 2014 no satisfacen la codicia de los señores del gas ahora tienen la osadía de reclamarnos 400 millones argumentando que el Ministerio de Industria ha distorsionado el mercado eléctrico al incentivar las energías renovables mientras se desplomaba la demanda de electricidad. Que uno sepa el incentivo a las renovables es una decisión que respondía a un compromiso de nuestro país con la Unión Europea primero para alcanzar el 12 por ciento de renovables en energía primaria para 2010, objetivo que aumentaba al 20 por ciento para 2020. Sí, gobiernos de distinto signo político, desde la Ley de Conservación de la Energía de UCD de 1980, habían ido trazando una senda de apoyo al desarrollo de las renovables cuya justificación podría explicar perfectamente un alumno de primero de bachillerato. Esa senda se rompió cuando los señores del gas y sus cómplices comprobaron que los 27.000 MW en ciclos combinados que habían puesto en marcha no iban a suponer el cuerno de oro con el que pretendían consolidar su dominio del sistema de producción eléctrica de este país.
Argumentan también que desde el Gobierno se dieron señales de que esas centrales de producción iban a ser necesarias. Efectivamente, en 2002 siendo secretario de Estado de la Energía José Folgado, se aprobó una Planificación Estratégica de Infraestructuras Gasísticas y Eléctricas en la que se mencionaba “a título orientativo” la posibilidad de contar a medio plazo con 30.000 MW de ciclos combinados. Lo primero que hay que recordar es que algunos pusimos ya entonces el grito en el cielo por lo que considerábamos que era un inmenso error. Recuerdo un editorial del APPA-Info que se titulaba “¿A dónde van con tanto gas?” y una clarividente nota de prensa de Greenpeace que alertaba de la inconveniencia de esas cifras poniendo sobre la mesa que las premisas de crecimiento del PIB eran excesivamente optimistas y la posibilidad de que una crisis de la economía diluyera esas expectativas.
En cualquier caso, a los señores del gas no les puso nadie una pistola en el pecho para que hicieran esas inversiones, nadie les prometió ninguna rentabilidad ni les garantizó unas determinadas horas de funcionamiento al año. Invirtieron porque pensaban ganar mucho dinero con esas centrales y porque fueron incapaces de ver no ya una recesión que pocos podían augurar entonces sino de entender que el consumo eléctrico no iba a seguir creciendo eternamente dos o tres puntos por encima del PIB como sucedía en aquellos años.
Vino la crisis y su gozo en un pozo. Sobre todo la crisis y no el desarrollo de las renovables que de esto ya se encargaron ellos de frenarlo presionando al máximo en un primer momento al segundo Gobierno Zapatero y luego al del PP.
Que los dirigentes de las eléctricas del oligopolio se quejen de que la “sobrerretribución a las renovables” ha perjudicado a su negocio cuando lo cierto es que sus amigos (sí, esos que tienen representados en sus consejos de administración) han logrado dejar en la ruina al sector renovable mientras ellos han salido indemnes de la crisis, de la recesión y de la reforma de los Nadal-Soria. Decir eso es burlarse de la sociedad en su conjunto.
La energía es un bien básico para todos nosotros y el acceso a la energía es un derecho. Forma parte del sistema en que vivimos que las empresas tengan beneficios en la prestación de servicios básicos, pero no es admisible la codicia sin límites, la desvergüenza de retorcer los argumentos, darle la vuelta a la realidad para incrementar unas cuentas de resultados insólitas en tiempos de crisis y escandalosas en referencia a las de las grandes eléctricas europeas.
Señores del gas, no nos tomen el pelo. No nos vamos a dejar.
Imagen: Antón Osolev.
Si todas las personas y empresas, que invierten libremente, exigieran, mediante demanda, compensaciones por no haber tenido los beneficios esperados, este país se convertiría en un caos. Que dejen de marear la perdiz y que el Estado les sancione convenientemente por todas sus tropelías. Eso es lo que se merecen.
20 junio 2016 | 11:46
fue un tal aznar el que creó la burbuja de las centrales de gas de ciclo combinado. En españa hay una capacidad eléctrica de producción del doble del consumo. Jamás serán rentables esas instalaciones
20 junio 2016 | 12:33
Las cosas se pueden hacer de otra manera. Independicense, recurriendo a esas otras fuentes de energía que aún no se están aprovechando.
20 junio 2016 | 13:23
Yo era muy esceptico pero es que las pruebas son evidentes.
Y todo lo mencionado en tu articulo es muy simple, para que se tenga un control de la poblacion hay que controlar entre otras cosas el sector energetico de la poblacion!!!!!
Ya no es conspiracion, es realidad!!
20 junio 2016 | 14:52
Y por si no ganan bastante intentan pasarnos la revisión de los 5 años todos los años a ver si cuela.
20 junio 2016 | 15:00
Lo esperable de esta gente….
http://alquiler.forosactivos.net/t1140-los-estafadores-de-gas-natural-fenosa
20 junio 2016 | 17:29
Era de esperar que si un Gobierno de corruptos les da la mano, se tomen el brazo.
20 junio 2016 | 20:09
El problema de esto es que al final quienes siempre pagamos los platos rotos somos la gente de a pie y las pequeñas y medianas empresas con los impuestos que nos hacen pagar por los errores estratégicos de las grandes compañías junto con los políticos de turno.
22 junio 2016 | 12:25
¿ De verdad creéis que una retribución de 0,45 c€ por kWh a las plantas fotovoltaicas, en base a una TARIFA aprobada en el BOE. que para 2008-2012, es además revisable con el IPC-0,25%, y para 2013-2025 revisable con el IPC-0,50%, puede ser asumida ?. Por favor, me dirijo fundamentalmente a Fernando Ferrando, a Maria Concepción Cánovas y a Jorge Morales, a los que supongo mas neutrales (pido disculpas al resto de autores por mi desconocimiento de su capacidad técnica). ¡¡ Ya está bien de la «gente de a pies y las pequeñas y medianas empresas» !!; ¿ que hacemos ?, nacionalizamos las grandes empresas ? (es lo que propugnan ciertos sectores); ¿ procesamos al tal AZNAR (como dice NEMIGO), creador de la burbuja de los CICLOS COMBINADOS ?. Si caemos en la demagogia y en radicalismo, que rompe cualquier intento de debate serio, nunca será posible un diálogo constructivo. El asunto es mucho mas complejo. Sugiero la lectura del artículo “Los costes reales del cambio del sistema energético” de Kathleen Araujo, profesora adjunta, STONY BROOJ UNIVERSITY, STONY BROOK, Nueva York (Kathleen.Araujo@stonybrook.edu), y el concepto de “costes hundidos”. Lo grave se todo esto es que los se consideran en absoluta posesión de la verdad, se vuelven fanáticos de sus propias ideas, y por lo tanto, intolerantes.
23 junio 2016 | 15:20