José Luis García – Responsable del Área de Energía y Cambio Climático de Greenpeace España
El 22 de abril es el Día de la Tierra. Y por ese motivo, es el día que el Secretario General de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, ha elegido para convocar a todos los países a acudir a Nueva York a estampar su firma en el Acuerdo de París sobre cambio climático.En su convocatoria, las palabras del Secretario General de la ONU a los gobiernos no necesitan mayor comentario:
“En 2016, debemos pasar de las palabras a los hechos. La ceremonia de firma del 22 de abril es un paso esencial”. “Insto fuertemente a la participación de todos los gobiernos al máximo nivel”. “La Ceremonia de Firma será la primera oportunidad para los gobiernos de avanzar el proceso que conducirá a la aplicación y ratificación del Acuerdo de París”. “Les insto a asegurar que en esa fecha estén en vigor los requisitos legales para que sus líderes tengan plenos poderes para firmar”. “Estoy pidiendo a los líderes que vengan a Nueva York listos para abordar cuatro temas: Primero, a proporcionar una actualización de cómo su gobierno aplicará sus planes climáticos nacionales (…). Segundo, a proporcionar una hoja de ruta para aumentar la ambición (…). Tercero, a indicar el calendario de su gobierno para ratificar el Acuerdo de París (…). Cuarto, les pido que compartan cómo van a acelerar la acción climática antes de 2020”.
De momento, el Gobierno español va a acudir a Nueva York con la decisión de firmar, puesto que el Consejo de Ministros aprobó la firma del Acuerdo de París. Falta por ver qué va a hacer y decir de los puntos concretos que les pide Ban Ki-moon.
Porque a pesar de las evidencias de que el cambio climático está confirmando los peores presagios, en España parece que ni al Gobierno ni a los partidos de la oposición les parece tan importante como para no seguir los deseos de los grupos de presión y empresas (lobbies) energéticos de siempre. Estamos en un cruce de caminos en el que hay que decidir qué camino seguir y nuestros políticos parece que no lo tienen claro o quieren ir por todos los caminos a la vez.
Pero solo uno de esos caminos lleva a la posibilidad de evitar un cambio climático catastrófico y es el camino de la sustitución de las energías sucias por renovables, que tiene que llegar a ser del 100% lo antes posible.
Una de las virtudes del Acuerdo de París es que obliga a los países a informar de lo que van a hacer para contribuir a atajar el problema del cambio climático. Pero una de sus debilidades es que deja la puerta abierta a que cada cual proponga lo que quiera. Y así nos encontramos que, según un análisis del World Future Council de las propuestas presentadas por los países hasta mitad de marzo, de los 161 países que habían presentado algo, solo 75 incluyen objetivos cuantificados de renovables, 33 dicen que planean aumentar las renovables sin decir cuánto, 32 mencionan las renovables pero no dan objetivos y 16 ni las mencionan. Por el contrario, 22 dicen que aumentarán el uso de gas natural, 7 hablan de usar tecnologías de carbón “limpio” y 9 incluyen el uso de energía nuclear.
Es evidente que aún estamos lejos de que la solución al cambio climático se tome todo lo en serio que se debe. La firma del Acuerdo de París por sí sola no es suficiente para evitar la fusión del Ártico, ni para salvar los bosques, ni para prevenir el aumento de inundaciones, vientos huracanados u olas de calor. Pero es un paso necesario para reforzar la acción ciudadana y debe significar el momento de ruptura con la economía basada en los combustibles fósiles y el compromiso con la revolución energética eficiente, inteligente y 100% renovable.
Me parece vergonzoso, que no se utilice en España las energias renovables
21 abril 2016 | 13:38
¿cambio climático, a eso os referís?, será modificación climática a través de Geoingenieria…no desinformeis.
24 abril 2016 | 19:59