Se acabó la dictadura de los malvados en ‘Gran Hermano VIP’: Garó y Asraf están nominados

 

A-do-ro las galas de Halloween de Gran Hermano. Quizá sea por alguna filia relacionada con el sadismo o porque me gusta oír gritar a la gente como un gorrino en un karaoke, pero son las mejores galas.

Y como era Halloween la casa de Gran Hermano VIP se había convertido en un hospital lleno de zombis. Pero no era creíble. ¿Unas urgencias vacías? ¿Con sólo tres personas esperando? ¿Esto qué es, Noruega? En fin, volveremos sobre eso.

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JJV se había puesto el pelo blanco y el traje negro. Si hablara con voz nasal yo diría que se había disfrazado de Eros Ramazzotti.

Vimos un vídeo de Payasín en la casa, repartiendo tartazos sin piedad, incluida Verdeliss que yo creo que la mujer pensó que la iba a respetar por estar embarazada, pero le atizó en toda la cara. El bebé de Verdeliss ya no va a dar pataditas, va a dar tartazos.

Ya en plató, Chavelita se había disfrazado de novia, porque todo el mundo sabe que casarse da un miedo de pelotas y es ideal para Halloween. Iba tan discreta, cristiana y pudorosa enseñando carne que con ese vestido de novia no la casan ni en una misa negra.

Omar se había disfrazado de Batman de los chinos, porque el logo del pecho era más falso que un billete de 6 euros. Y llevaba gorra. Batman con gorra. ¿Qué hemos hecho mal con la educación de Omar?

Aramís entró en plató cojeando, andando despacio, con el rumbo perdido… vamos, como siempre. Todos los días son Halloween en el mundo de Aramís. Iba vestida de rosa brillante: el típico atuendo zombi, porque puede uno estar muerto y comer cerebros, pero eso no es excusa para descuidar el look.

Aramís da miedo en cualquier gala, con esa ropa de colores que se pone, que su armario debe parecer una sala de despiece de Teletubbies. Aramís se pasea por un apocalipsis zombi y los muertos vivientes hacen como que no la han visto para no tener que morderla.

Suso ha sido uno de los vampiros de la prueba semanal. «No me hace ilusión la prueba, tengo claro que hay una ganadora y no tengo esperanzas ni ganas de seguir concursando, estoy asqueado», dijo Suso en el confe. Transmite una alegría que haría llorar al icono de sonrisa del whatsapp.

«Me quiero ir, no pinto nada, que le den por culo 30 veces a la prueba, si pudiera me cagaba en la prueba», dijo Suso, que expresa sus sentimientos a través del popó. Si no te caga es que le caes bien. Si te hace caca, pero es tipo bolitas de cabra, es que te tolera. De colitis para arriba te odia.

«Jamás había estado dentro de un ataúd», le dijo Miram al Koala al comienzo de la prueba, como si estar dentro de un ataúd fuera algo súper común que ella no hubiera podido hacer.

– Jo, yo nunca he podido ir a Disneyland París.

– Yo nunca he sido incinerado en un tanatorio.

– Oh, pobre.

Makoke ya sabe que el corazón le funciona bien. Miriam, por la prueba, le ha dado tantos sustos que ni un electrocardiograma te garantiza igual que no te vas a morir por algo del corazón.

Maravilloso el Koala enseñando a Miriam a hacer de Chiquito de la Calzada en esa película de culto que es el Conde Mor. «Haaaaaarl, no pídor», le decía. Seguro que después le enseñó los autores más destacados del Siglo de Oro.

La primera en pasar a la zona de los sustos fue Aurah. Se cagó en el tanga antes de pasar por la puerta. Para salir de la sala de los zombis debía encontrar una llave. Aurah tenía más miedo a los muertos vivientes que a un día sin alcohol en la Fabrik.

Cuando los zombis se levantaron comenzó a chillar con una voz de pito que se pusieron a ladrar todos los perros desde Guadalix a Jaén. ja ja ja ja ¡¡Y le cayó el vomitazo encima!! Toma mascarilla para el pelo. Se va a estar peinando tropezones un mes.

El vómito le había caído en los ojos, así que veía una mierda, literalmente. Llegó a un zombi que estaba tumbado, destripado, y le dijo «que no me hable». De verdad, qué borde es Aurah, le rebusca en las tripas a alguien y no es capaz ni de ser simpática con él.

Llegó a la piscina del vómito, donde tenía que encontrar una pelota que podría marcar sus nominaciones. Para que los zombis no se le acercaran comenzó a salpicarles. En The Walking Dead son gilipollas, disparando a los zombis cuando sólo tenían que salpicarles para matarlos.

El siguiente fue Toni. Toni es un cagao. Confesó que una vez en un pasaje del terror empujó a una chica china hacia los zombis. Ya sabéis que si os pasa algo yendo con Toni él os considera como un cebos con patas.

Entró en la zona de los zombis y para despistar a uno dijo «te están llamando de ahí». Lo típico que los zombis tienen mucha vida social y siempre se giran si les llama alguien. Hasta mandan sms y hacen llamacuelgas.

Toni se cagó. Pero cagao que le salieron por el ano hasta los órganos internos. Toni es tan valiente que acabó el recorrido de Halloween con el cuerpo vuelto del revés. Llevaba el pobre un crucifijo hecho con dos palos. Buah, eso te protege de todo. El súper le dijo que dejara «su amuleto» para buscar las bolitas, pero a él sólo le quitaban el crucifijo de sus manos frías y muertas.

El caso es que Toni cogió la bola roja, así que es Jefe de la casa, inmune y tiene puede hacer una nominación directa.

La siguiente en pasar a la zona de la muerte fue Makoke. Se fue ya con la caca hecha de casa, porque Asfraf la asustó antes de entrar. Y luego entró en una sala de los desperdicios, que eso parecía mi cuarto un día cualquiera. Ese recorrido te valía lo mismo para Halloween que para un documental sobre el síndrome de Diógenes.

La metieron en un ascensor donde siempre se iba la luz, que era una especie de homenaje a la pobreza energética, y le apareció un zombi. Os digo ya que yo tengo vecinos que dan más miedo. He visto zombis esperarse al siguiente ascensor cuando coincidían con el vecino del quinto bajando al párking.

A Makoke no es que le cayera encima vómito, es que parecía Bob Esponja después de limpiar los baños de una discoteca. «¡Está helada el agua!», dijo Makoke, que al parecer piensa que las piscinas de mierda de zombi son calentitas como un jacuzzi. Que no empiecen a poner una de esas en los hoteles de citas.

A Miriam le tocó el hospital. Os juro por Dios que los actores que hacían de zombi se jugaron la puta vida, porque Miriam se quitó los zuecos de madera y empezó a intentar darles con el zapato, que si les engancha les deja zombis de verdad.

Y si te hacen una brecha en la cabeza disfrazado de zombi te desangras antes de que el médico sepa cual es la herida de verdad.

Miriam cuando se asusta es como un culturista ruso, porque luego se puso a mover el mobiliario. En la sala de operaciones cogió un trozo de hígado y comenzó a usarlo como un matamoscas. Miriam te suelta un sopapo con ese hígado y te deja la cara que la pueden vender en una charcutería.

«¡NO VOY A CANTAR MÁS, OS LO PROMETO!», decía Miriam desesperada, porque podemos decir que la princesa Inca se había dejado las bragas como un barrizal.

Luego le tocó a Suso. Otro machito de los que la hombría de macho Alfa les dura lo mismo que un pedo en un huracán. «No, sustos no», dijo. No, Suso, vale, tú en la noche de Halloween pasas por un jardín con hadas saludando.

«Supeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeer, la puerta, coño», decía Suso, que dejó el ascensor como si hubieran pasado por ahí seis vacas con la tripa suelta. Luego le cayó el vómito y se sacudió que parecía un perro pachón saliendo después de un aguacero.

«Estoy mojado, estoy jodidísimo«, le decía a los zombis. O sea, estás viendo a un ser muerto, lleno de heridas, a medio a comer, y le dices que el que está jodido eres tú porque estás mojado. El zombi pensaría que menudo melindres.

«Me rindo, me rindo«, decía a los muertos vivientes. Joder Suso, lo llevas a un interrogatorio y antes de llegar a la sala te da la confesión ya redactada e impresa en A4, interlineado sencillo y en Times New Roman.

Ángel Garó se puso a buscar la llave en los bolsillos de los zombis, pero les buscó con un afán que yo creo que se quedó con un euro que llevaba uno de los muertos. Y porque no llevaba leche encima, eso lo encuentra donde esté. Si pones un brick de semidesnatada en la sala acorazada del Banco de España, y si Garó se empeña en entrar a la mañana siguiente llegan los guardias la leche se la han bebido.

Y como había rebuscado poco se puso a buscar en las tripas de un zombi que parecía que lo hace todos los días. «¿Ahora qué pasa?», preguntaba Garó todo el rato. Pues nada, majo, ahora ves una peli romántica y a dormir, no te jode. Pues más zombis y más vómito y más fatiguita.

A JJV le dio un ataque de tos en directo que parecía que la gala la estaba presentando un jubilado con tuberculosis.

El siguiente fue Asraf, que se puso una túnica para pasar el mal trago. Es el típico aburrido que entra en los pasajes y hace como que no le da miedo «¿tengo que tener miedo?», preguntó. Qué cortarollos.

Pero cuando llegó al ascensor se le pasó la chulería y se empezó a poner nervioso. A Asraf en su pasaje le tenían que haber puesto a actores disfrazados de Angel Garó.

JA JA JA Y POR CHULO LE CAYÓ UNA RACIÓN DOBLE DE VÓMITO. Que viva Gran Hermano.

La siguiente fue Mónica Hoyos, que estaba en plan buen rollo anoche, como si fuera una persona simpática y conciliadora y para nada obsesionada con otras personas.

«Súper, con calma, que me hago pis«, dijo Mónica cuando tenía que acercarse a los zombis. Y cuando despertaron y la persiguieron salió corriendo como si fueran un Sálvame Deluxe que tuviera que hacer gratis.

Le pusieron una música de niña diabólica cantando y dijo Mónica: «Esta la cantaba yo». Joder qué puto miedo. Mónica cantando canciones de niña endemoniada. Yo salgo de casa y me la encuentro en el pasillo de mi portal cantando eso y me jiño vivo.

A Mónica le dio miedo el pasaje del terror, pero acabó con mejor cara que el día que supo que Miriam era la menos votada de la semana. La gala duró unas cuatro horas, de las cuales tres y media las ocupó Mónica buscando la bolita en la piscina.

Antes de la expulsión Verdeliss dijo que «esta será la expulsión más honorífica, al lado de las dos personas que más merecen quedarse», y añadió que «si nos vemos en esta tesitura ha sido precisamente por priorizar la amistad al concurso«.

«Hemos querido estar juntos de forma incondicional, por el cariño y el respeto que nos tenemos», añadió El Koala.

Se conocen hace mes y medio y ya no es que discutan por pagar la cuenta en un bar, es que como uno de los tres necesite un órgano va a haber hostias por ver quién se lo dona.

Y A LA CALLE VERDELISS

A ver a quién le van a robar la leche ahora.

Verdeliss estaba afectada, pero El Koala lo estaba aún más. Si Verdeliss se hubiera ido en tren El Koala habría sido de los que habría corrido por el andén mientras ella se asomaba por la ventanilla diciendo adiós.

El muchacho se puso a llorar como un bendito. «Aguantaremos aquí hasta que me echen», dijo el cantante, como si hubiera otra opción, como aguantar ahí hasta recibir un telegrama de Isabel II pidiendo que le visite en Buckingham.

El Koala estaba tan triste que cuando entró a la sala de los zombis los pobres estaban deseando darle un abrazo de consuelo. Pero no, le gritaron y le rugieron y El Koala, que ha tocado en muchos pueblos difíciles, agarró una silla y dijo «echa pallá, feo, cabrón». El Koala te disuelve un disturbio con la banqueta de la cocina.

JA JA JA JA

Es más bruto que un arado haciendo surcos en la Gran Vía. Después cogió un biombo y le arreó al zombi de la motosierra al grito de «la puta que sus ha parido a todos». «Hiopuuuuuuuuta», gritaba.

Vimos un vídeo de Mónica esta semana, que ha estado hablando de…

a) De Miriam.

b) De Miriam.

c) Las dos anteriores son correctas.

Total, que volviendo al directo El Koala regresó a la casa y le dijo a Miriam que habían echado a Verdeliss y los dos se abrazaron y lloraron como si se la hubieran comido los zombis.

Los dos lloraban con una pena que se van al hall de un tanatorio y sale la gente de las salas para consolarles. A Miriam no es que se le corriera el rímel, es que le hizo dos autopistas hasta con cabinas de peaje.

«Lo mismo ha sido una broma y está en el jardín«, dijo Koala. Sí, Koala, hay gente que puede ayudarte, busca a un profesional.

«Es una broma y ahora vuelve», insistía El Koala, que tiene más moral que el Alcoyano. El Koala ve cómo atropella a su perro un tren, cómo le cae encima un satélite, explota, se vierten residuos nucleares, y se lo come un tigre y aún dice: «A lo mejor está bien».

Payasín hizo una nueva aparición a la hora de las nominaciones. Toni además de un cagao del 10 es un matao. Tanto musculito y le persiguió el payasín dos minutos y se quedó sin aliento. Y Payasín como nuevo y eso que tiene que dar dos pasos por cada uno de Toni.

El italiano, como jefe, podía nominar a un compañero de forma directa. Y eligió a… Koala. ¡TOMA! En realidad le hizo un favorazo a Miriam y a Koala, porque al estar nominado liberaba un montón de puntos de los de la mugrepandi sexteta que tendrían que darse entre sí.

¡Y PAYASÍN LE CASCÓ UN TARTAZO! Joder, están los francotiradores de los cuerpos especiales de los marines de EE UU y luego está Payasín, que te acierta con un merengue en la cara a dos kilómetros.

Aurah nominó después. Le dio 1 punto a Mónica (la pandi se descompone) por estar alejada de ella. 2 para Ángel. Y 3 para Asraf. Ya verás Aurah esta semana, oyendo cómo en el plató la gente aplaudía sus nominaciones. Va a estar con esos tres como si tuvieran lepra.

Payasín apareció, vio y venció. Aurah, que no es nada rencorosa, persiguió a Payasín por todo el jardín intentando vengarse. Pero Payasín es capaz de ganarle a Usaín Bolt en una carrera si tiene una tarta en la mano.

Miriam fue al confesionario. «Se me han cargado a Verdeliss», decía con tanto convencimiento que JJV le tuvo que aclarar que Verdeliss está viva. Pero Miriam nada, que quería verla. Estaba pidiendo una prueba de vida. Hasta que no le enviaran una foto de Verdeliss con un periódico del día no iba a parar.

Miriam no podía abrir su bola, así que lo intentó con las manos, con los pies, con las rodillas… casi monta un pin pong show. Le dio 1 punto para Mónica. 2 Ángel y 3 Makoke.

Luego fue el Koala. «No puedes nominar a Toni», le dijo JJV. «¿Y por qué no, si es el más traidor?«, dijo El Koala todo contrariado. Le dio 1 a Mónica, 2 a Makoke y 3 a Ángel Garó, «por lo de siempre: traición, traición, mentiras y apariencias», dijo. JA JA JA

Y al salir del confe el Payasín le dio un tartazo en la oreja que le metió nata en el oído externo, interno y hasta en el cerebro. «Qué cabrón, puto enano, me ha dejado como una tapia», dijo, feliz y agradecido con el Payasín, que si está en su pueblo lo echa a los gorrinos para que se lo coman.

VERDELISS LLEGÓ A PLATÓ

¡Repesca Verdeliss! Nada me gustaría más que ver la cara de los sextetos salir uno a uno (que es lo que va a pasar) y encima ver entrar de nuevo a Verdeliss.

Entre las náuseas y las curvas del camino de la casa a Telecinco debió quedarse con el estómago como el espacio exterior: vacío.

«Eres la primera expulsada que entra al plató con el público en pie«, le dijo JJV. Claro, porque hasta ahora los que han ido llegando no habían recibido piedras y frutas podridas porque no te los dejan pasar a Telecinco.

«No me he sentido cómoda porque a algunos compañeros no les veía transparentes, como Makoke. Con Ángel Garó ha sido un desencanto, con decepciones. Con Mónica había altibajos», confesó. Como concursante es adorable, pero como entrevistada la muchacha es un sopor que se puede vender en tarros para curar el insomnio.

Garó nominó con 1 punto a Aurah. 2 puntos a Suso y 3 a Asraf. JA JA JA JA Payasín le acertó en la cara de lleno. «Se ha pasado, me ha hecho mucho daño, en la vista», dijo Garó, que le gusta más un drama que un euromillones. Payasín no le ha hecho cataratas, le ha hecho nataratas.

Suso le dio 3 puntos a Miriam, 2 puntos a Mónica y uno a Makoke. «Ángel me cose hasta los calcetines, me lava la ropa, me la plancha», dijo Suso que por eso no quería nominarle, Sus sentimientos son muy plenos, siempre que puedas hacer alfo por él. «Dioooooos, que hostia me has pegado, loco, qué fuerza tienes», le dijo Suso al Payasín, que cuando la madre de Hulk quiere darle unos azotes llama a Payasín.

Makoke le cascó un punto a Mónica (se ha roto la inviolabilidad), dos a Asraf y tres puntazos a Miriam. Buah, vete por ahí.

Mónica fue la última. Tenía la pelota verde, que eran seis puntos del tirón para alguien. Y se los dio a… Miriam.

«No me abucheéis, no hagáis eso», les dijo al público, porque dijo que no le salía del alma nominar «a un compañero que por la mañana me dice buenos días».

¡Y TARTAZO PADRE! Joder Payasín, tiene unos brazos como catapultas medievales.

NOMINADOS Anaia, ASRAF Y ÁNGEL GARÓ. Y la pregunta es… ¿Asraf o Ángel?

«Le pido a Dios bendito que yo me marche», dijo Garó. Pues yo le dejaba dentro… MUA HA HA HA HA HA

VERDELISS SE DESPIDIÓ DE LA CASA:

«Miriam, que rías, que cantes, que bailes, que te tires por el suelo, que seas la Miriam loquita, que debajo de esa capa tienes un corazón enorme», le dijo a Miriam. Madre mía, Verdeliss. A mí me cae bien, pero vive presa en un mundo de Apto para todos los públicos.

«Me ha encantado conocerte, te debo muchos ratitos de música, eres una persona maravillosa, lucha por tus causas y a disfrutar», le dijo a Koala.

Cuando JJV leyó las nominaciones los del sexteto tenían el culo tan apretado que se podía envasar al vacío con su esfínter. Según se iban librando se relajaban como si les estuvieran dando un masaje con anestesia en vena.

 

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