Marta López, expulsada con el 60…, el 60… bueno, con el sesenta y pico de los votos, llega al plató.
Se abraza a sus familiares como si Tiburón III hubiera hecho presa.
Aprovecho para decir que Chari va vestida de fresca celebrando un funeral.
Joaquín saluda cariñosamente a Marta.
Lo primero que hacen, para que se tranquilice, es ponerle un vídeo en el que se curraba las pruebas semanales. Debió ser la única.
«Que no se diga que los gallegos no tengamos huevos», dijo Marta cuando la prueba del templo maldito. Eso sí, no le han perdonado que dijera que el gallego a veces se ve como un idioma para brutos…
«La primera cosa que quiero hacer es sacarte una lágrima», le dice Milá a Marta, que es un poco lo que decían los miembros de la KGB a los interrogados…
Ahora Milá le va a poner el vídeo del gallego. «Es muy posible que los gallegos no hayan votado para que sigas», le dice Milá a Marta. Marta no sabe ni lo que dice.
«Ha tenido hasta que salir tu padre en la prensa para defenderte», dice Milá, que quiere ver a Marta hundida. ¿Porqué no le da unas descarguitas eléctricas?
Yo creo que Marta no dijo nada malo en contra del Gallego. Sólo dijo que hubo un tiempo en el que a los que hablaban en gallego se les consideraba paletos y que a ella no le gusta que los chicos le hablen en gallego. No sé, tampoco creo que sea tan grave…
Le están poniendo el vídeo del Gallego y Marta tiene una cara… A mi me parece que son trivialidades que se dicen en una conversación sin importancia…
Vaaaamos a por la TERCERA VEZ que vemos el vídeo de Laura llorando pidiendo que su padre esté en el plató cuando ella salga. Esto es chantaje emocional y lo demás son tonterías.
Ahora toca el tema de Joaquín. Le ponen el vídeo y la muchacha se muere de vergüenza.
Pero vamos, que llegaron al tema del conejeo. Que el tren entró en el túnel. Que buscaron petróleo. Que bajaron a la mina. Vaciaron los cántaros de la paternidad…
Ahora la muchacha ve cómo Joaquín decía que no la echaba demasiado de menos y que notaba que se separaba de él cuando estaba nominado. Y que le gustan las mujeres más «centradas» y más «formales».
Y claro, cuando se lo chivaron, se cogió un cabreo de padre y muy señor mío.
Lo que pasa es que tanto Marta como Joaquín están en plan buenrollero así que nada, está la cosa olvidada. Mira tú, que pavisosos, con lo divertido que habría estado que se hubieran sacado los ojos en medio del plató…
«Te conozco, creo, un poquito», dice Marta. Sí, concretamente le conoce en el sentido bíblico de la palabra.
Y ahora nos tocan los vídeos con Rubén. Milá le dice que para Marta era sólo una amistad, pero que fuera se vivió de otra manera…
«Tú me recuerdas a Chari», le dijo Rubén a Marta. No estoy seguro de que eso sea un piropo…
Y ahora le ponen el vídeo de Chari llorando, que ponía una cara como de haberse comido un Fary comiendo a su vez un limón, y flipa en colores.
Ahora Chari dice que lo pasó mal porque le pareció que las imágenes eran de más que una amistad. Toma ya.
Ahora habla Anup, para decir que ya no es la Marta de antes, que es la hermana de Gran Hermano 12 y que cuando salga de marcha va a flipar, que hay una cola de chicos esperando por ella.
Ahora el tigre africano cuenta que cuando él sale de marcha las chicas le dan el número de teléfono. Vamos, lo que viene a decir es que pasarlas canutas en la casa merece la pena por lo mucho que ligas luego.
Ahora vemos las imágenes de Marta «cuidando» de Rubén en plan ñoño. Y a Chari diciendo en el plató que estaba «mosqueada».
A Chari hoy no le han dado la doble capa en la cara y sus lunares a lo constelación de ugrano se le ven más que nunca…
Catha tiene una cara de asco… Para mi que está oliendo un pedo y no está segura de que sea suyo.
Bueno, ahora Rubén y Chari vuelven a enzarzarse en el plató, que si no vayas de santo, que si tú dejas que desear…
Ahora vemos cómo Marta ha hablado de Yago como si éste fuera el hijo de San Pedro y la Madre Teresa de Calcuta y cómo éste se burló de ella por eso mismo.
Pero nada, que Marta sigue a partir piedras por Yago, y eso que Milá se empeña en dejarle como si fuera el hijo de Satán y Bloody Mary.
Ahora vemos la interacción de Marta con los totitos.
Vemos a Marcelo, ese hombre, poniendo a Marta a caer de un burro, hablando de ella como si fuera la ayudante personal de Jack el destripador. Porque sí, amigos, Marcelo es muy de querer.
La imagen de la tía del Infierno mirando entre el pelo estropajoso da más miedo que el malo del resplandor… Joder. El próximo Halloween van a vender máscaras con la cara de esta mujer…
Y LA CUARTA VEZ QUE PONEN EL VÍDEO DE LAURA LLORANDO…
Al final, lo que van a hacer es trivializarlo.
Ahora Marta interviene y le pide a Marceliano que vaya al plató.
Marta nos hace partícipes de sus intenciones de operarse las tetas. Ya sabéis, es la típica cosa que le comentas a cualquiera al conocerle: «Hola, me llamo Gus y llevo puesto un Jes extender».
Ahora vemos los jajas jijis erotico-festivos que tuvieron Marta y Arturo, hasta que a Marta le dio el telele y comenzó a mirar con asco a Arturo.
Joder, está nevando que ni en el Polo Norte y con Papá Noel haciendo juguetes. Cualquiera coge la moto mañana.
Ahora aparece, vete tú a saber porqué, Arturo, de la pasada edición. El caso es que Marta comentó que le ponía y ahí se lo han llevado, para que se ponga un poco perraca.
Milá presenta al diseñador, que dice que se ha inspirado en el diseño bizantino. Para mi que se ha inspirado en las granjas de pollos. Además, por la chaqueta que lleva abotonada hasta la nuez, tiene toda la pinta de sexar pollos en sus ratos libres.
Marta conecta con la casa para despedirse:
Les llama campeones y finalistas. A Yago le dice que le quiere mucho y que sabe cómo es, y que fuera hablarán. A Laura le dice que esta semana ha estado un poco más aislada, pero que se ha portado siempre bien con ella.
A Marcelo le dice… bueno, en realidad nada, para cumplir, vamos.
Y Laura pregunta si le ha trasladado a su madre su mensaje. Que sí, que quiere que su padre vaya al plató.
Y ahora les ponen el vídeo con sus entradas en la casa.
Toca que cada uno diga por qué debe ganar:
Laura: que no necesita decir nada, que la gente ya sabe cómo es, que llegar a la final ya es un premio y que si gana, pues mejor.
Yago dice que entró siendo él mismo, que le echaron y le dieron otra oportunidad, que ojalá haya hecho que le gente se lo haya pasado bien.
Marcelo dice que lleva cinco meses dentro de la casa y que nunca se ha mordido la lengua para decir cosas malas ni buenas y que ha sido coherente y que se merece ganar el programa. El público aplaude y Marcelo se ve ganador. No se lo cree ni él.
Pues eso, que se acabó lo que se daba, mañana, como siempre, resumencito. ¡Un beso y que descanséis!