Esta noche entran familiares y seres queridos a la casa para visitar a los concursantes.
Me doy la vuelta en mi butaca de orejas y mientras acaricio un gato de angora blanco os digo… ¡MUA HA HA HA HA HA!
Empezamos.
En el confe están entrando los familiares.
Ojo: el marido de Irma Soriano dice que le va a pedir que abandone porque Aída le da mucha caña. Por lo demás, hay mucha gente joven y dos señoras que se han quedado con el sofá. Eso les pasa en un autobús o en el metro y no les deja el asiento ni Perico el de los Palotes.
Los porcentajes están claros: hay uno con el 57,7% y los demás muy por detrás.
Vídeo: Elettra diciendo que Aylén es una gata muerta porque «no pelea y no grita». Sí, esta muchacha tiene los mismos valores que un vikingo loco del siglo VIII. Elettra ve a alguien pidiendo algo por favor y se queda loca. El animal mitológico favorito de Elettra es la educación.
Vamos con Marco-Aylén.
«El público nos dio una segunda oportunidad para mejorar nuestra relación», dijo Marco cuando la audiencia decidió que Aylén se quedara. JA JA JA JA Pobre muchacho.
– El público ha decidido que me arranquen la piel a tiras para que mejore mi cutis.
Así es Marco, inocente como un guiri comiendo paella en un bar de carretera en medio de Castilla-La Mancha.
Lo que quería la audiencia era que se liara parda de una vez por todas, corazón.
El caso es que esta semana se ha producido lo inesperado: Alyson hasta ha tenido charlas con Aída con tal de encontrar a alguien que pusiera a parir a Aylén con ella.
Y es que en realidad y por más que me joda, tienen razón: Aylén como novia es un tostón. Es menos divertida que llevar la contabilidad de un tanatorio abandonado.
¿Sabéis que las hadas nacen cuando un bebé ríe por primera vez? Pues de Aylén no ha nacido ninguna. El día que esta mujer se ría lo que va a nacer es un orco cabreado.
Aylén, para llevarse bien con Alyson, hizo lo que todo el mundo haría para que le cogieran cariño: le dijo a Elettra y Alyson que habían engordado. Alegría.
– Hola, llevémonos bien, eres más feo que un cerdo de mar por dentro. Como no te ates una chuleta al cuello el perro no va a jugar contigo. Eres tan horrible que si entras en el túnel del terror se asustan los de dentro. ¿Somos amigos?
«Tía, no te he fucking preguntado, ella pesa fucking 30 kilos, no te he preguntado saco de huesos», dijo Alyson, que sí, que se tomó muy bien el comentario.
Si a Alyson le dieran un euro cada vez que dice «fucking» podría prestarle dinero a Amancio Ortega.
Total, que al final se lió parda entre Marco y Aylén. Aída lo resumió muy bien: «Está hasta los huevos de ella». Así es. Y es que Aylén es MUY pesada. Está todo el día dándole vueltas a todo. Que si me ignoras, que ni con ella te diviertes, que si no… por favor, satura más que el color negro.
«Cuando tengo una pareja me olvido de amigos, me olvido de familia, me olvido de todo», le dijo la muchacha a Marco. Aylén piensa que pareja significa amnesia. Joder, esta mujer es como un alien, cuando eres su pareja se te agarra a la cara y mete sus tentáculos en ti. No me sorprendería que hubiera dejado dentro de Marco una larva de alien.
Alyson es la primera en ver a sus familiares. Bueno, casi no les ve, porque ha entrado en la sala de encuentros acojonada. Se debía pensar que era una gala de Halloween porque ha entrado chillando y diciendo que tenía miedo. Bueno, la verdad es que yo también me cago la pata abajo cuando vienen a casa según qué familiares…
Le ponen vídeos de su familia. Los de su hermana, madre, abuela, amigo son muy emotivos y le dan mucho ánimo. El vídeo de su padre parece un anuncio de abrigos para la nieve. Este señor le ha puesto al mensaje el mismo cariño que a una lista de la compra.
Y de detrás de una cortina salen tres de sus amigos. Sucesión de abrazos con saltitos y gritos.
Daniela ve ahora a sus familiares. La mandan a la nave espacial. Otra que tiene más miedo que un perro en una mascletá. Le ponen un vídeo de su hermana (prima). Le dice que lee su blog, que está muy enganchada, que le manda muchísima fuerza y que la ama infinitísimo.
Y detrás de uno de los espejos aparece su tía, pero en lugar de la visita de un familiar parece una cara de Bélmez en 3D. Y de una puerta aparece su abuela, que dice que la ve en el 24 horas las 24 horas. Esta señora debe tener más falta de sueño que un lirón viviendo encima de una discoteca.
Daniela, que dicho sea de paso esta noche está muy guapa, ha llorado mucho y como llevaba dos kilos de sombra de ojos, que se la ha puesto con una pala, ahora parece un mapache desfigurado.
Vídeo de Irma poniendo a parir a Daniela y diciendo que si no le hablan los demás será porque ha hecho algo. Sí, ha hecho dejarse apuñalar por la espalda por sus amigas. Irma es más mala que sentarse a cagar en un campo de ortigas.
«Es hacer un daño continuo a todas horas», dijo de Irma de Aída, porque claro, Aída la pone contra las cuerdas y el falserío de Irma queda más expuesto que la Gioconda.
Irma al pabellón de pruebas. Le ponen un vídeo de su madre, que le dice también que la ve las «vinticuatro horas». Y le ponen también un vídeo de sus hijos, pero pixelados. Parecen sacados del Minecraft. «Qué mayores», dice Irma, que no los ha visto desde hace dos meses y al parecer todos han dado el estirón.
«No llores más», le dice el marido «que con una sonrisa estás más guapa». Ella insiste: «han crecido mucho los niños». Sí, vamos, que los dejó siendo niños y ahora están ya a punto de jubilarse.
Total, que con el marido se refrota un poco. Bueno, un poco, si les dan un poco más de tiempo lo mismo le hace otro hijo en directo.
CAMBIAMOS DE POOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOST CAMBIOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO
CAMBIOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO
no puedo fakin quedarme…adoro los fakin turnos de noche.
cuéntamelo fakin mañana. pero fakin todo.
09 marzo 2017 | 23:18