Y el primer expulsado (que no sea Álvaro) de Gran Hermano 17 es… ¡¡PABLO!!

Los nominados se despiden de la casa.

Pablo llora. Lo que pasa es que Pablo siempre llora. Si Pablo hubiera salido en ‘Sonrisas y lágrimas’, la película se habría llamado sólo ‘Y lágrimas’.

Eso por no hablar de su obsesión con decir que esa es su casa. Joder, empiezo a pensar que tiene las puñeteras escrituras de Guadalix.

Están todos cagados. Tienen el mismo ánimo que una langosta en la pecera de una marisquería un domingo a medio día.

Vamos con el contraclub. María José Galera está ya a punto de cortarse las venas.

ÁLVARO EN EL PLATÓ

¿Qué tal estás? Le pregunta JJV. De puta madre, no te jode. «Nunca he dicho nada con maldad», dice «he dormido con la conciencia tranquila».

«Las cosas que digo son gilipolleces», dice, y lo atribuye a que la gente «no le conoce». «Quiero reírme y que la gente que está a mi alrededor se ría, pero no quiero hacer mal a nadie, siento lo que ha pasado», añade.

JJV se pone en plan demagogo y dice «da la casualidad de que yo tengo cuatro galgos adoptados».

Álvaro se ha cabreado y dice que no entiende cómo han podido coger sus comentarios y hacer eso. «Un mínimo de inteligencia», pide, «¿pero cómo puñetas voy a hacerle daño yo a un animal?», dice.

«Han pedido tu expulsión 150.000 personas», dice JJV.

«Son personas que no me conocen», dice Álvaro. Joder, no te van a conocer los 150.000. Hostia que grupo de whatsapp, el infierno.

«Yo tenía un pollito en casa, cuando era pequeño», dice Álvaro. Esto es el tengo amigos gays del mundo animal.

Os digo una casa. El sentido del humor desagradable es sólo humor. Una broma, aunque sea mala, aunque sea de mal gusto es una broma. ¿Qué mundo políticamente correcto y crispado estamos haciendo?

«Agradezco a la productora que te haya expulsado». «Te queda un trecho en el que debes enfrentarte a ti mismo y a tu forma de ser», dice JJV.

Se salvan Meritxell y Candelas. Casi les da un ataque. Están chillando como si se hubieran metido en una charca y se las estuvieran comiendo las sanguijuelas. Los dos minutos estos podrían servir para doblar una película de zombis. Joder, que miedo.

Eso lo pones en tu habitación y el hombre del saco no entra en tu casa del miedo que le da. Es mejor que una alarma, joder.

VOLVEMOS AL CONTRACLUB. ENTRA AMOR.

Joder, la que faltaba. Debe ser muy amiga de María José Galera, porque se abrazan como si hubiera entrado su madre.

Amor no ha hecho más que entrar y ya ha elegido cama. Dice que se quiere ir a México a hacer telenovelas. Y Maite salta y dice que quiere ser actriz. Y política.

Amor lleva dos minutos y ya ha hecho como seis posturitas que valdrían para una peli de esas que en los videoclubs estaban detrás de una cortina negra.

«Te veo muy cambiada», le dice Maite. «No empieces», le dice amor con cara de mala hostia. Espero que no hayan dejado cuchillos en el contraclub porque estas acaban arrancándose los pelos.

SALA DE EXPULSIÓN

Un detalle: Miguel tiene tres cajas de las de volver a la casa. Pablo ninguna.

¡¡A LA CALLE PABLO!!

TOMAAAAAAAAAAAAAAAAAAA TOMAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA

Los dos, Miguel y Pablo, se despiden de buena manera, dándose buenos consejos y cordialmente.

Bueno, Pablo, pues ya no es tu casa. Ja ja ja ja.

Pero ojo ahora Pablo en el Contraclub con esas tres. Más les vale que le quiten los cordones de los zapatos porque aparece un día colgado en la ducha.

OJO: TOCA DESNUDO INTEGRAL DE CLARA.

Miguel vuelve a la casa y todos le reciben con regocijo, menos Bárbara, claro, que está con una cara que no se la mejora ni una mascarilla de hormigón armado.

«La cous tiene que…», dice Maite refiriéndose a Coach.

Joder. Pablo está acojonado. Es como si hubiera entrado en una favela con el cuello lleno de collares de oro y billetes asomando por los bolsillos. Maite se ha puesto a echarle la bronca «has sacado malas notas, ¡ERES UN PELAO!», le chilla.

¿Os acordáis de esa escena de Jurassic Park en la que el explorador les dice que no se muevan para que el tiranosaurio no les vea? Pues eso está tratando de hacer Pablo con Maite.

Maite ahora le abronca por haberle dado la caja a Cris. Joder. Al sargento de hierro lo entrenó Maite.

Es posible que Amor intente hacer hombre a Pablo. Por el momento, se pelean Amor y Maite y Pablo en medio pone cara de ojalá que no se fijen que estoy aquí.

Rosario entra en la casa. Su gato hace ay ay ay ay. Lleva la caja de las pelotas con un disco suyo acoplado. Que se vea, ojo. Le falta una camiseta y un letrero de «he sacado disco».

«Que les de mucha suerte, que las bolas les den muchos premios», dice, Rosario, que se piensa que está en el telecupón. Y luego enseña el disco como el que sale a un ring con el número de asalto.

Naranjita la chonija sale disparada. Creo que sólo si hubiera visto a Camela le habría hecho más ilusión. «He venido a daros gloria», dice Rosario, que les habla de su disco y su canción. Ya puesta podía haber anunciado unos yogures con bífidus.

Comienzan a cajear y pelotear. Candelas apagada. Adara apagada. Meritxel apagada. Montse apagada. Alain apagado.

«Iros a tomar por culo», se oye de fondo a Meritxell. Miguel y Noelia apagados. Rodrigo apagado. Bea apagada. Clara apagada.

FERNANDO NUEVO MIEMBRO DEL CLUB.

Cambio de post. Cambiooooooooooooooooo. CAMBIOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO

1 comentario

  1. Dice ser jeyko

    no tienes ni puta idea de GH chaval, lo de pablo de ayer y en menor medida lo de alvaro sólo muestra las carencias de un GH que de nombre ya no tiene nada, si premiais la prepotencia, el bulling y el carpeteo entre guapos muestra el mundo de mierda en el que estamos embarcados hace tiempo, se premia el machacar al débil y felicitar al pretencioso eso sólo lleva a un camino y es que lo mismo habrá que limpiar la mierda de la faz de la tierra tarde o temprano

    23 septiembre 2016 | 12:45

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