Broncón de Carlos Lozano a Charlotte al ver en directo en la gala cómo metía su cepillo en el váter de Gran Hermano VIP

Hola amigas y amigos, si no podéis esperar al programa de esta noche y hay algo que os preocupa, os inquieta u os perturba… uy, perdón, es la costumbre. Veo más a Esperanza Gracia que a mi madre. El día menos pensado me presento en la casa de la señora y en lugar de decirle que me eche las cartas le digo que me eche unos tupper con comida a la mochila.

Bueno, antes de empezar me voy a poner serio.

Anoche oímos por teléfono a Belén, que tuvo que abandonar por motivos familiares. Estaba bastante afectada y pidió a todos que «recen por su mamá». Yo rezo menos que Charlie Sheen en una barra libre, pero le mando un beso y todo mi ánimo.

Se acabó el momento serio.

Estás comiendo una paella. De esas riquísimas, en un chiringuito a la orilla del mar. Y en la última cucharada encuentras una cucaracha muerta mientras le hacía el amor al cadáver de una rata. Así de satisfecho se quedó Carlos Lozano cuando vio cómo las rubias le metían el cepillo de dientes en el váter.

La verdad, he visto tantas veces ya ese vídeo que ya no puedo lavarme los dientes sin pasar el cepillo por el cagadero. Al final es blanco, lo mismo hasta es blanqueante o algo. Y el pato WC mata los gérmenes, así que lo mismo hasta es sano.

Mis conclusiones, que harían que le sangraran los oídos a un médico, no fueron compartidas por Carlos Lozano, que por fin supo que se ha lavado los dientes con la nueva pasta de dientes de…  

El caso es que primero llamaron a Charlotte a la sala de expulsión, que tiene mucho que ver con el asunto, porque el váter es la otra sala de expulsión y le dijeron que iba a ser sancionada y que si sabía por qué. Dijo que no. Claro, cómo iba saber ella por qué, si ella no ha hecho nada malo, si no hay cariño que no se demuestre buscándole a alguien una infección.

En serio, yo cada vez que le cojo cariño a alguien o le quiero hacer un favor, le lleno la cama de jeringuillas que recojo en la Cañada Real. Y claro, pues Charlotte no sabía por qué podrían castigarla si es tan buena que a su lado los querubines de la capilla sixtina venden droga en la puerta de un colegio.

Le dijeron que era por lo del cepillo y se quedó igual que si a mi me dicen que me castigan por ayudar a una vieja a cruzar la calle.

Peeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeero luego llamaron a la sala a Carlos Lozano. «Atravieso por dónde, ¿por la puerta?«, dijo Carlos. No, joder, Carlos, atraviesa por la pared.

En la sala estaba Charlotte esnifando brillo de labios. Es una nueva plaga, amigos, no hay que reírse, es una glossadicta. Tendrá que ir a una granja de desintoxicación o algo.

En fin… como en Gran Hermano VIP odian las broncas, pues les pusieron el vídeo del cepillo, para que lo viera Carlos con la coautora al lado. En serio. Mandan al equipo de GH VIP a Suiza y el país acaba declarándole la guerra al Vaticano.

A instancias de Jordi González, que parece un mediador de la ONU, Charlotte le pidió perdón a Carlos con la misma convicción y ánimo con el que yo voy a las reuniones de vecinos. «Te quiero pedir perdón, lo hicimos porque nos insultaste».

Al principio Carlos estaba sereno. Luego se fue viniendo arriba: «Yo a ti ni te he insultado, lo que he hecho ha sido defenderte«, «Tu problema es que no tienes respeto ni educación, el problema no es tuyo, es de tus padres, que no te educaron. Eres una persona voluble, que no sabes ni lo que es llorar ni reír», le dijo Carlos.

«Ya puedes llorar todo lo que quieras, que no me voy a levantar de la cama para consolarte», siguió, cada vez más nervioso. De hecho, soltó un salivazo en pleno énfasis que con esa cantidad de saliva se podría haber regado un huerto.

«No le acepto las disculpas en absoluto«, sentenció Carlos, que estaba apretando una bola de esas antiestrés y casi la revienta. La estaba apretando tanto que la pelota tenía los átomos arrimados los unos a los otros.

Pero nada, Charlotte de nuevo se fue por el tema del machismo, de que solo ataca a las mujeres. Ojo, que Charlotte es la representante electa del género femenino. Pero eh, no de las mujeres de ahora, de las de toda la historia de la humanidad. El primer animal que mutó y se convirtió en mamífero hembra ya estaba representado por Charlotte.

Más tarde Carlos aún le dedicó a Charlotte algunas palabras de amor: «Te han abucheado en España, en Argentina y en el mundo entero«. Sí, amigos, en el mundo entero. EN-TE-RO. Hay una pequeña aldea de la amazonía en la que sólo viven 20 indígenas que están abucheando a Charlotte ahora mismo.

Vimos un vídeo de la semana de Carlos. Era un vídeo tan complaciente que parecía un anuncio de McCarlos. Sólo faltaba una voz en off anunciando que está de oferta y que es una oportunidad única. Tendrían que haber puesto el rotulito de «publirreportaje».

A Carlos se le unieron en la sala de expulsión Alejandro y Sema. Joder, lo de Sema es muy fuerte. Se había puesto un mono de color azul azafata electrocutada y parecía Campanilla 30 años después, con problema de tiroides y actuando cantando cuplés en un local de tercera de las Vegas.

¿Sabéis las curvaturas del universo que planteó Einstein y que se acaban de confirmar? Pues las produce Sema cada vez que se embute en una prenda elástica. Este muchacho hace videollamadas a Carolina Herrera y hasta que la mujer no empieza a arrancarse los ojos con una cucharilla no considera que ya va bien vestido.

Y vídeo de la semana de Sema. Ha hecho campaña por quedarse, con llamamientos como «maricones de España votad por que me quede, gastaros el dinero en un mensaje y no en tanta purpurina». Joder, es uno de esos discursos motivacionales en los que acabas inspirado para hacer un mundo mejor. Yo me he hecho gay sólo para dejar de comprar purpurina y poder salvarle.

¡¡Y A LA CALLE SEMA!!

Prefirieron la purpurina.

Movidón en el grupo de las penurias. Si yo fuera Laura y compañía diría: «SEMA… ido el compañero». Alejandro y Carlos entraron de nuevo a la casa como si fueran hooligans en un estadio. La cara del grupo de las penas era un poema triste.

Pero no un poema de

Ay que pena, maricón

que me he pillado un cojón

con de la cómoda el cajón.

No, un poema de

Mi vida es más triste 

que una naranja en plantación

de zumo Don Simón. 

En el caso de la cara de Laura no se notaba la tristeza ni la contrariedad, porque siempre tiene esa misma cara de estar esperando a que le toque el turno en el dentista. Toda la energía vital de Laura se va en fruncir el ceño y en hablar mal de cualquiera. A esta tía la llevas a Disneyland y acaba hablando mal del ratón Mickey.

Vemos la prueba semanal. Madre del amor hermoso. Rappel bailando es como intentar que un clic de playmóbil haga zumba. Tiene la misma flexibilidad que un tronco de árbol petrificado. El señor Potato tiene más posibilidades en una coreografía que Rappel. Eso sí, si hubiera sido un baile de hacer el robot lo habría petado. Tiene las articulaciones que si lo pones al lado del hombre de hojalata va Dorothy y le echa el aceite a Rappel.

Vídeo de Rappel. Decía el señor que desde pequeño ya decía cosas que después pasaban. Ahora ya no. Rappel se pone al borde de una autopista de seis carriles un viernes de inicio de Semana Santa y dice «va a pasar un coche» y no pasa ni el viento. De hecho, debería cambiar el sistema y decir lo que no va a pasar.

SEMA entró en el plató. Chabelita apareció por sorpresa y se puso a cuchichearle al oído a Sema. Fue más sospechoso que ver a Urdangarín enviando correos electrónicos.

Pero la entrevista a Sema se centró en su tendencia a producir metano. «No puedes hacer apología de los pedos«, le dijo Jordi González, porque se ha tirado pedos en la casa que en una ocasión hasta se elevó del suelo como la de Up.

«Los pedos son muy bonitos», respondió Sema. Sí, preciosos. Raro es que Picasso no pintara uno en medio del Guernica, no te jode. Recordemos que Sema puso el culo sobre la cara de Belén y se tiró un pedo. Sí, amigos, ese es el nivel. A mí me hace eso y me echan del programa y del país, porque le meto la cabeza en un cubo de agua y lo dejo allí hasta que deje de patalear.

«Te veo que te hago bromas y me sigues el rollo…«, se justificó Sema a Belén tras cagársele encima. Te hago bromas y me sigues el rollo… y te gaseo. Lo normal, vamos. A los colegas no hay nada como regalarles tus flatulencias. Un gas intestinal une más que una borrachera. «Por un peo aquí me veo… es triste», reflexionó Sema citando a Rosalía de Castro.

Tras volver de la publicidad y Sema confirmó a Jordi González que se había tirado pedos durante la misma. Por favor, unos anisetes para este hombre. Eso sí, Sema podría darse de baja de Gas Natural y poner la calefacción con lo que él mismo produce. Como se descuide le montan una plataforma de fracking en el esfínter.

Y vídeo de Sema con Julián. Por ejemplo el momento en el que el muchacho le tocó la palanca de cambios al señor triste. «Yo estoy muy falto de cariño», dijo Sema y por cariño quería decir que si llega a coger a Julián en posición de coger setas y lo agarra por detrás y le hace una obra en el túnel del amor que puede pasar por ahí el AVE Madrid-Barcelona.

NOMINADOS: CHARLOTTE, RAPPEL, CARLOS, PEQUEÑO NICOLÁS Y LAURA.

Laura aprovechó la lectura de nominaciones para pedirle a su hermano que le lleve a arreglar el coche. Madre mía.

Carlos, el Pequeño Nicolás y Laura debían ponerse ahora de acuerdo para salvar a un nominado. Lozano dijo que si se quiería salvar Nicolás, que se salvara. Se puso en plan soldado de película yanki de guerra y le dijo «sálvate tú». Joder. Casi lloro de la emotividad de la escena. Habría llorado si no fuera porque Lozano esperaba que Nicolás dijera que no, pero pollas como ollas, que el Pequeño Nicolás no es gilipollas.

EL PEQUEÑO NICOLÁS SE SALVÓ

Laura estaba en minoría así que ni pinchaba ni cortaba así que cerró la boca y puso cara de alcachofa esperando la cosecha.

Y así quedó la cosa, amigos.

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