Comienza la gala en la que Gran Hermano VIP puede irse al traste

Sí, amigos y amigas y duendecillos verdes de mis sueños.

Esta noche podrían expulsar a Carlos Lozano o a Laura la Malvada.

Y entonces ya, sí que sí, GH VIP se va al garete. Por más que me triture el hígado ver a Laura todo el día amargándose y amargándonos, es de las pocas que quedan en la casa que dan juego.

Empezamos.

Como los que han entrado de fuera han entrado más que nada para decirles que se está muriendo la audiencia de asco, pues esta semana ha habido broncas a gogó.

46,7%, 34%, 16% y 3,3%. Así están los porcentajes.

«La entrada de concursantes con incontinencia verbal ha dado un giro a la casa», dice Jordi. O sea, lo que yo decía.

Carlos Lozano tuvo un broncón con Rosa Benito, porque estos dos se pasan la vida en plan amor odio. Lo mejor de la bronca fue la forma en que Carlos Lozano conjuga los verbos: «No digas que no frego porque es mentira».

«Yo las echaba de la tele a todas estas, a la pu… calle, que se monten una peluquería y una tienda de ropa», dijo de Rosa y de Raquel. ¡Buena idea!

En otra de las broncas, Laura, esa muchacha que es fina como limpiarse el culo con un canto rodado, le dijo a Alejandro: «Me cago en tu puta madre» y cuando Alejandro le dijo «la tuya», ésta se puso a estirar el cuello como un gallo de pelea con un palo metido por el culo.

Si en ese momento Laura tiene una espada toledana, Alejandro acaba con un cuarto de acero entre pecho y espalda. Sí, amigos, todas vuestras madres pueden ser mujeres de vida alegre y se les pueden hacer popó encima, pero en la de Laura no. OJO. Porque ella lo vale.

«Tu fíjate, con todo lo que ha tenido y dónde se ve», dijo Rosa Benito para intentar ofender a Carlos Lozano, como si ella no estuviera en la casa, ojo, que ella está ahí porque es una estrella y la llamaron para ir a la gala de los Oscar y como no le apetecía por no poner una excusa se metió en Gran Hermano.

En serio, Rosa Benito se cruza con Brad Pitt y Brad Pitt le pide un selfie.

«Kiko os ha dicho que esto es un coñazo, que parecéis un retrato pegado en las paredes», les dijo Carlos Lozano a Rosa Benito y Raquel Bollo. Eso a Benito le sentó como beber un litro de laxante en medio de una manifestación.

Y claro, hubo broncón, en el que Rosa Benito le dijo a Carlos que mirara la cara que tenía: «Mejor que la suya, que parece una difunta», le respondió Carlos. JA JA JA JA JA ME DES-CO-JO-NO.

«Sois albóndigas, sois difuntos, estáis muertos y no lo sabéis», les dijo al grupo de los tristes.

Ahora en directo llaman a Carlos a la sala de expulsión. Se despide de buen rollo de todos, incluidos los enemigos, como Rosa Benito. El único del que no se despide es Julián Contreras. Probablemente porque no le ha visto, porque Julián es como un ninja, es capaz de camuflarse y volverse invisible.

La capa de invisibilidad de Harry Potter estaba hecha con piel de Julián Contreras. El día que a este tío le persiga la policía en lugar de acogerse a sagrado en una iglesia se va a refugiar en un IKEA y no le encuentra la Guardia Civil ni con perros.

Rosa Venenito, como vio que estaba perdiendo la bronca, no dudó en hablar de la ex mujer de Carlos, de su mujer y de su hija. Eso demuestra una calidad humana enorme, maravillosa. La madre Teresa de Calcuta no habría sido más buena, más templada y limpia.

El caso es que a la mañana siguiente Rosa Benito se levantó que lo mismo mientras estaba en el jardín ocultaron debajo de su cama un alijo de LSD y estuvo toda la noche aspirando efluvios. Porque amaneció que parecía Dora la Exploradora con un GPS.

Carlos también la tuvo con Contreras. El caso es que Carlos le dijo algo así como «porque tú también cuentas cosas por ahí», refiriéndose a los programas en los que ha salido Julián hablando de su familia y sus hermanos.

Y qué ofendido se sintió Julián. Como si no lo hubiera hecho, ojo. Es como si te encuentras a un tipo forzando la cerradura de tu casa y va y se enfada porque le dices que está forzando la cerradura.

Volvemos al directo: Julián Contreras lucha por mantenerse despierto. Lleva un jersey que se creía extinguido. ¿Este tío de dónde saca la ropa? ¿Del armario de Steve Urkel? En Atapuerca han encontrado huesos que llevaban puesto ese jersey.

Telegrama para Julián Contreras: Los ochenta acabaron. Stop. Compre ropa. Stop. Parece concursante del 1, 2, 3. Stop.

«Yo soy como un soufflé, no me gusta la discusión», decía de sí mismo Julián. Sí, amigos, poned eso en vuestro Linkedin que os llueven las llamadas. ¿Queréis entrar a trabajar en Google? Si decís que sois como un soufflé se parten la cara Google y Apple por vosotros.

Vamos al directo. Rappel entra en la sala de expulsión. El no-vidente también ha tenido sus diferencias con Lozano. Bueno, ha tenido diferencias con Lozano y con lo que predice y lo que luego pasa.

Dice ahora en directo que está «nervioso como un flan». Joder, ¿pero no ve el futuro? ¿No sabe si sale o no? Las profecías de Noacertamus.

Y para que hagan las paces, pues a ambos les ponen vídeos. Por ejemplo, uno de Rappel diciendo que Carlos es un acomplejado porque tuvo un nombre y luego se vino abajo.

«Si se va el jueves, soy un hombre nuevo, un nuevo Rappel», dijo el tarotista. Veréis, cuando vuestra vida, vuestro comportamiento o vuestro proceder se basa en lo que le pase a tu enemigo, tenéis un problema.

«Estoy en activo en la sociedad, yo no estoy ignorado», decía Rappel para diferenciarse de Carlos, según él en el olvido. JA JA JA JA Sí, la leche. Antes de Gran Hermano VIP era difícil leer un periódico y no ver un titular sobre Rappel. Ibas al bar y la gente hablando de su teléfono de tarot. El Papa haciendo un discurso y diciendo que dejemos de seguir a Dios y sigamos a Rappel. Y así.

Ahora en directo, Rappel intenta justificarse por toda la mierda que ha dicho de Carlos a sus espaldas y que ahora se han visto en el vídeo. Las explicaciones son tan satisfactorias como escuchar a Cecilia hablando de su trabajo con el Ecce Homo.

Mandan a la sala de expulsión a Laura, la mujer del buen rollo. ¿Sabéis el espectáculo ese del Circo del Sol que se llama Alegría? Si hubiera salido Laura se llamaría Amargura.

Vídeos de Liz: Cogió por banda a Charlotte y rajó lo que no está escrito. Sobre todo de Laura y de Belén. Charlotte se fue directa a chivarse a las interesadas.

Y adivinad: Laura se fue a montarle el pollo a Liz.

BUENO, VAMOS A CAMBIAR DE POST.

CAMBIOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO, CAMBIOOOOOOOOOOOOOOOOOOO

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