Sinceramente, yo habría pasado de hacer gala de Halloween este año. Había cogido a Maite, la había dejado dormir doce horas y cuando tuviera el pelo como si lo hubiera usado de felpudo en la puerta de un tanatorio, me la habría llevado de noche a un parque.
Y hala, a provocar infartos.
Entre eso y que resulta que Carolina se asustó en el pasaje del terror, mi vida ya no tiene sentido. ¿Pero qué mierda de vidente es ésta? Jennifer Love Hewitt (además de tener unas glándulas mamarias como para que hicieran pilates encima dos jubiladas) nunca se acojonaba con los muertos. Y Carolina sí. Joder, si tenía más entereza el niño repelente de El Sexto Sentido.
En fin, vayamos en orden, que es importante, como cuando haces pis, porque si en lugar de mear y luego sacudírtela te lías y te la sacudes mientras meas, haces efecto aspersor y lo pones todo que parece que han apuñalado a un limón.
HOSTIA MILÁ.
Iba vestida de Fernando Sánchez-Dragó vestido de japonés. Y se había teñido el pelo de negro.
Además, sacó un perro que llevaba una capa de Drácula. Se llamaba Scott, es el perro de su madre y tenía pinta de querer estar en cualquier sitio menos en medio de un plató.
«Scott me está diciendo que quiere hacer el recorrido del terror«, dijo Milá. Hala, el perro le habla. Pues nada, Milá Dolittle a su rollo.
Perdón, ¿si? ¿como? Vale, perdonad, es que me estaba hablando una pata de jamón que tengo en la cocina.
Poco después Milá nos mandaba otro mensaje del perro, en solidaridad con otros animales y en contra de quienes los maltratan. ¿Ese perro antes de ser de su madre de quién leches era? ¿De Martin Luther King?. No paraba de dar discursos del bicho.
¿Alguien sabe por qué Maite se había vestido de correo del Zar para la gala de anoche? ¿Tenía que entregar una carta en Siberia?
Y vimos los vídeos de la semana que se ha pasado Maite dando por saco a Raquel. La muchacha estaba tranquila sin meterse con nadie y Maite se ponía a chillarle y a insultarla que si se pone a hacer eso en un cementerio se levantan hasta los muertos más antiguos con tal de no oírla.
Maite es como un grano en el culo, pero uno que chilla y te pone a parir. Seguía a Raquel que si la chica sube al Everest Maite sube detrás sólo por joderla.
Eso sí, después de denigrarla como para que le convalidaran la FP en la rama de Acosos y Derribos fue y le dijo que hicieran las paces. Así es Maite. Vive en un mundo en el que el sol gira en torno a ella y como se le ocurra no calentar lo infla a hostias.
Y vimos el vídeo de cuando llevaron a las dos a un pasaje del terror:
«No te Temoooooo no te temooooo, YO SOY MÁS FUERTEEEEEEEEEE, SOY LA ELEGIDA DE DIOOOOOOOS«, iba berrando con voz de poseída Maite por todo el recinto. Y claro, Raquel, al lado, se acojonaba el doble, porque tenía que soportar a los monstruos y a Maite.
A Maite se le presenta una noche el conde Drácula y acaba mordido Drácula. Y después se lo cepilla en el ataúd hasta que el vampiro prefiera chupar un ajo que chupar a Maite.