Paula es la gran ganadora del duelo con Omar en Gran Hermano 15

La cosa prometía: Omar y Paula nominados (los demás estaban de relleno) con sus respectivas aficiones más encolerizadas que nunca. El mal y el bien, el bien y el mal, cada uno lo colocaba de una manera. ¿Y quién ganó?

El puñetero tedio. Yo no es que me quisiera ir a los brazos de Morfeo, es que si le pillo le como los morros y me encadeno a él hasta que le haga mellizos.

A priori, yo esperaba que saliera Omar por goleada, que se liara parda en el plató y que Milá le hiciera una entrevista cañera que acabara el tío con la gorra calada hasta los hombros.

Pero fue como ir a un mesón a comerte una fabada y que te pongan queso fresco de Burgos con fiambre de pavo. ¿Sabéis esto que nos ha pasado a todos de ligar una noche y al llegar a casa y estar los dos desnudos descubres que el ligue es en realidad Michael Jackson subido a los hombros de Winnie Pooh? Pues eso.

En fin, os lo cuento en orden y todo ordenadito y no os hago una línea temporal porque tendría que empezar por los reyes godos y lo mismo se hacía largo.

Lo primero que vimos fue a unos australianos dar un concierto en lugar de estar haciendo surf o asando un canguro como debieran. Como éstos son internacionales les pusieron un escenario grande y alto, no fuera que los españoles les pegaran algo o les mordieran

Había una tipa que tenía el pelo verde y tocaba el piano y la pandereta. Lo más grande musicalmente hablando después de Mozart con las mechas californianas hechas.

A ver, está el Baile del Pañuelo, La Ramona y luego la canción esta: Así que di, Jerónimo, Jerónimo, Jerónimo. Y ya. Para eso podían haber cantado el LA LA LA de Massiel que tiene más enjundia.

Poco después Milá les dec… uy, pero si no he hablado de Milá y sus atuendos. Me estoy haciendo mayor. Lo noto en estas cosas, en las canas y en lo que me jode no subir el primero en el puto autobús. El otro día había una chica con un escote como el valle de Arán al lado de una obra en la acera y a mi se me iban los ojos a la obra. No os digo más.

Milá iba como de luto eroticofestivo. Iba de negro, pero con unos botones que hacían como llamaradas, como si llevara unos fogones de butano en el abdomen. Luego las luces del ombligo de Milá se pusieron de colores, como si se hubiera comido un Simon.

Con ese vestido la Milá no es que se pudiera comunicar, es que podía enviarle Whatsapp a la nave de Encuentros en la Tercer Fase.

Como iba diciendo, el caso es que Milá reveló que eran Luis y Yoli los que se salvaban de la expulsión (más que nada porque entre los dos no juntaban ni el 3% de los votos) y abría un período de 40 minutos para que la gente votara como una posesa a Omar o a Paula.

Se pasó ese tiempo animando a votar. Eso era incitar como poner un grifo de cerveza en una reunión de Alcohólicos Anónimos.

Los extortolitos se reunieron en la sala de expulsión: «No te rayes que me voy a ir yo, Paula», le dijo Omar. «Yo también lo creo«, le respondió Paula, en plan diplomática. A veces la sinceridad no es una virtud, recordadlo.

«Que sí, que yo he sido el que la he liado, te vas a librar, hazme caso«, insistía Omar, que estaba sorprendentemente simpático.

Quedaban 40 minutos para votar y la cosa estaba ya 51,6% y 48,8%.

Mientras, Paula estaba con una cara de ansiedad como de darle un apretón de cagalera fina al asesino del resplandor y encontrarse la puerta del baño cerrada.

«¿Eres capaz de decirle algo desde el corazón?», preguntó Milá a Paula. «Quería decirle que si sale él que sepa que vas a ver cosas muy feas que he dicho de él y que llegues a enterder porqué me sentía así y que espero que nos quedemos con lo bueno», dijo Paula.

Omar hizo lo propio: «Lo siento por haberte confundido y haberte hecho daño, pero lo hice desde el corazón y que no te tomes a mal las frases tan duras que te dije y que ojalá encuentres al chico que te mereces». Esto último no se si lo dijo en serio en plan «que te eches un novio dentista» o «que te eches un novio que te pegue la tiña».

En un interesante vídeo vimos cómo Luis y Omar hicieron las paces y hablaron como si fueran dos Teletubbies en un cumpleaños mientras se ponían unos copazos del 15. Para que luego digan que beber es malo. Si lo hubieran hecho Kennedy y Kruschev la crisis de los misiles se habrían llamado el botellón de los misiles y la Guerra Fría habría sido una fiesta.

La cosa evolucionaba: 53,2% a 46,7%. ¿Serían las paulistas o los omaristas los que se destacaban? ¡MAMAAAAAAAAAAAA MÉTEME SALDO QUE ME ECHAN AL  OMAAAAAAAAAAAAAAR/ PAULAAAAAAAAAAAA!

Milá conectó con la casa: «Omar está muy tranquilo, no se quita ni la gorra», dijo. Joder, como si se la hubiera quitado mucho.

«Muero, muero, muero», decía Paula. El día que esta chica se muera de verdad no se lo va a creer nadie. Le va a pasar como la fábula del lobo. La tía ahí palmándola y poniéndose morada y la gente pensando que está haciendo el gilipollas.

¡¡Y SE FUE A LA CALLE OMAR!!

TOMAAAAAAAAAAAAAAAA, TOMAAAAAAAAAAAAAAAAAAA TOMATE TOMALOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO

La despedida de los dos fue feliz y buenrollera. Paula estaba que no se lo creía. «Ay, Mercedes que contentaaaaaaaaaaaaaaaatoyyyyyyy«, gritaba Paula poniendo voz de los payasos de la tele.

Y no sé haciendo qué tipo de asociación ahí fue cuando la Milá se solidarizó con la Pantoja, que hay que ver cómo canta la condená.

«Cuando entre por la puerta de esa prisión estaremos cerca de su corazón, aunque haya hecho lo que haya hecho«, dijo Milá. Me da a mi que cuando eso ocurra cerca del corazón lo único que va a tener Pantoja es el número de presa bordado en la camisa.

Vimos el tema Yoli-Jonathan. El caso es que la rubia sigue sufriendo por lo mismo que ella le hizo a Vitín. Dice que Jonathan la busca pero que luego no quiere nada. JA JA JA

Será que Jonathan no le ha dicho veces que no quiere nada, que amigos solo. Es que solo le falta tatuarse en la puta frente «YOLI GO HOME». Y en el pubis «CAGON TU CARA YOLI, QUE NO«.

Paula volvió a la casa y las primas la miraban como si hubiera entrado por la puerta el fantasma del Comendador anunciando el castigo divino.

Los demás tampoco es que dieran saltos de alegría… Es como si Paula hubiera ido solo a mear y hubiera vuelto con el papel higiénico pegado en el zapato.

J.J.V. estaba en el confe, sería él quien hiciera el juego de inmunidad. Dijo J. J. V. que su favorita es Paula y que si podía felicitarla por haberse quedado. Le dijeron que una polla como una olla de las de hacer migas para un pueblo entero.

En la casa le llamó la atención que hubiera trozos de pan sin comer por encima de los sitios. «Hay un poquito de… la cocina está un poco…» se refería a llena de mierda como para espantar a una mosca.

«Como me salga gente para darme sustos… os cagáis«, dijo J. J. V. que se muestró valiente como un soldado lanzándose al ataque contra fuerzas superiores. Tenía que dejar unos sobres por la casa al trote cochinero y casi le da un infarto del esfuerzo. Tiene las piernas tonificadas como la papada de Fran.

Los concursantes debían luego encontrar los sobres por parejas y cogidos de la mano. Luis y Fran parecían el matrimonio gay de Modern Family, pero sin pelirrojo.

Al ver a J. J. V. Fran puso cara de Belén Esteban y le dijo «me encantas, me encantas». Las primas ya directamente pasaban como de comer mierda de la congelación de cuando entran los invitados y le dieron dos besos mientras hacían ruidos como «uuuum, uuuuuum, uuuuuuuuuuum».

En los sobres había pequeñas pruebas y/0 pegas para nominar y una inmunidad, que se llevaron Aza y Hugo, que no necesitan ser neutrales porque no salen nominados ni sacando una plaza de funcionario y publicándolo el BOE.

Ya en plató Omar dijo que ha «borrado el 90%» de lo que vivió con Paula. Lucía estaba a la que saltaba y cada vez que Omar decía algo se ponía a aplaudir como si fuera un mono de hojalata con platillos.

La entrevista fue un coñazo por:

1.- Omar estaba hecho mierda y en un plan entre pasota y conciliador que parecía Mahatma Gandhi echando la siesta.

2.- Milá estuvo suavita como una almohada de pluma de cisne.

Destacó:

«¿Tú eres tan cabrona como para llevar dos años haciendo sufrir a Omar y luego entrar a la casa para decir que es el amor de tu vida?», preguntó Milá a Lucía. Así, sin anestesia ni mierdas.

Omar y Lucía estuvieron a punto de discutir porque Milá intentaba sembrar la duda entre ellos, como si fuera Lucía la mala y se hubiera llevado su merecido por lo que pasó en la casa con Paula.

«Joder con los aplausitos», decía Omar cada vez que le daban una hostia descafeinada y la gente aplaudía. Estaba más jodido con que la gente aplaudiera que haciendo el Tour de Francia en una bici sin sillín.

«Una chica que es cuatripolar, no quién estará mal de la cabeza«, dijo Omar de Paula y le replicó Milá «pues con esa chica estabas tú dispuesto a casarte». Catacrac, crujida de cuello.

«Me sobran las palabras»: es la frase comodín de Omar cuando no sabe qué decir, que es muy amenudo. El chaval tiene la misma capacidad de comunicación que un boquerón ya frito.

Milá se cabreó e insinuó que Alfredo y Omar lo que quieren es no hablar en la tele del tema de su padre común hasta que haya pasta de por medio.

«Te niegas a hablar, te niegas a decir cómo es ver a tu padre por primera vez en tu vida«, dijo Milá, enfadada porque se les escapaba el morbo.

NOMINADOS: PAULA, YOLI Y FRAN. Se va Fran si es capaz de pasar por la puerta.

Omar se despidió de la casa. En general les agradeció la convivencia. Le dijo a Fran: «no se que entiendes por honestidad, pero ya lo veremos fuera» y a Paula que «si te tengo que pedir perdón por decimaquinta vez te lo pido». Un punto para Omar.

Y así acabó la cosa, amigos.

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