Cuenta la leyenda, que los hombres querían construir una torre tan alta que pudiera llegar al cielo. Entonces Dios les castigó dándole idiomas diferentes a cada uno de los constructores para que no se pudieran entender. En todas las religiones y culturas, encontramos ejemplos de hombres que han jugado a ser dioses, han desafiado la naturaleza para intentar vestirse de atributos que no le corresponden. En todos los casos acaban mal, porque no se puede ir a contra natura.