“Nacer mujer en algunas partes del mundo sigue siendo un infierno en vida”, decía la filósofa Amelia Valcárcel en una conferencia en Madrid hace unos meses. El Día Internacional de la Mujer, que se celebra este martes, sigue recordando que a diario millones de mujeres son discriminadas, o privadas de recibir una educación, que el camino es largo y que queda mucho por andar.
El camino, sin embargo, es más largo en unos países que en otros. Basta con mirar el último informe de Desarrollo Humano elaborado por las Naciones Unidas para ver las diferencias entre los países en vía de desarrollo y los desarrollados. Mientras que en Afganistán o Sierra Leona los años de escolarización esperados para una mujer son 7,2 mientras que en países como Australia o Nueva Zelanda superan los 19 (en España son 17).
Otro indicador del informe es el Índice de desigualdad de género, que tiene en cuenta dimensiones como el empoderamiento económico o la salud sexual y reproductiva. Este indicador sitúa Eslovenia como el país más igualitario, seguido de Suiza y Alemania. El peor país es Yemen y otros en el que el índice de desigualdad es muy alto son Chad, Níger, Afganistán o la República Democrática del Congo, entre otros.