Por Cláudia Morán
Hace tan solo unos días, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) cifró en más de 1,1 millones el número de niños sirios refugiados, la mitad sobre el total. De ellos, al menos 3.700 están absolutamente solos. Todos esos pequeños, que probablemente han perdido la inocencia al presenciar las atrocidades de la guerra, corren el riesgo de ser una generación perdida tras haber quedado aislados del sistema educativo.