Desde las sambas que cantan a un “amante” (el pueblo) durante las épocas de dictadura hasta los raps que denuncian la pobreza, la violencia y la desigualdad sugieren que el gobierno este país tropical debió haber escuchado más las canciones en la radio y menos a sus asistentes políticos para evitar hacer el referéndum anunciado esta semana por Dilma Rouseff.