Goldman Sachs is not an after shave Goldman Sachs is not an after shave

Tampoco Breton Woods es una marca de Whisky. Porque el periodismo internacional no es solo cosa de hombres, ocho mujeres ofrecen un punto de vista diferente sobre lo que pasa en el mundo.

Entradas etiquetadas como ‘feminismo’

Ex FEMEN, y orgullosa

Amina Sbui, más conocida como Amina Tyler, abandonó la organización feminista FEMEN al considerarla "islamófoba" / Foto: FEMEN

Amina Sbui, más conocida como Amina Tyler, abandonó la organización feminista FEMEN al considerarla «islamófoba» / Foto: FEMEN

Seguro que muchos recordaréis a Amina Tyler, la joven tunecina que se unió al grupo feminista FEMEN e hizo estallar la polémica en su país al publicar una foto suya con el torso desnudo en Facebook. Amina, cuyo apellido real es Sbui, decidió abandonar FEMEN a finales del verano pasado al considerarla una organización «islamófoba» y sus actos «contraproducentes» en su país, tal como aseguró en una entrevista concedida a HuffPost Magreb.

Sbui, que tiempo atrás alertaba de una posible «dictadura religiosa» en Túnez, parece haberse calmado ahora que las aguas han hecho lo propio en el país magrebí, donde recientemente ha vencido el laicismo. Para Amina, FEMEN representaba una oportunidad, un medio para dar visibilidad al feminismo y la igualdad de derechos en un momento en que el grupo feminista aparecía en todas las portadas usando sus pechos como lienzo de protesta. Ella misma ha posado en reiteradas ocasiones con el pecho descubierto y continúa haciéndolo en la actualidad. El problema que ve en FEMEN no es que sus activistas enseñen los pechos -como muchas voces han (mal)interpretado-, sino que falten al respeto a los musulmanes y a la religión islámica en su conjunto. La activista ha llegado a poner en duda incluso el origen de los fondos de la organización, el cual desconoce: «¿Y si es Israel quien lo financia?», señalaba en la mencionada entrevista.

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Define puta

The Unslut Project

The Unslut Project

Emily Lindin sufrió acoso escolar por tirarse a su novio cuando tenía 11 años. Él, muy machito, se lo contó a todos sus amigos. Empezaron las habladurías, los rumores, los insultos y el acoso. De ellos, que creían que una mujer que tiene relaciones «pronto» se puede acostar con cualquiera y de ellas, que la consideraban una ligerita de cascos.

Hablamos de varias cosas en esta entrevista, porque nuestras sociedades criminalizan la libertad sexual femenina pero aplauden venderla junto a perfumes, coches o dietas milagro. Porque el peor machismo se trasmite entre las mujeres. Porque nadie es alguien para definir «zorra». Y porque Emily, con un par de ovarios, se lanzó a crear The Unslut Project hace un año y desde entonces lucha por sacar de las aulas el estigma que en pleno siglo XXI sigue acorralando nuestra libertad sexual.

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¿Dónde es peor ser mujer?

Una madre japonesa y su hijo / Foto de Jesslee Cuizon

Una madre japonesa y su hijo / Foto de Jesslee Cuizon

La vida es una lotería. Cuando una persona viene al mundo, pasa primero por una doble opción: ser hombre o mujer. Si cae en el primer casillero, las consecuencias del siguiente sorteo, ir a parar a uno de los 193 países reconocidos, pueden suponer diferencias varias, pero no los abismo a los que se enfrenta alguien que en el primer turno, ha sacado los dados que llevan a la segunda casilla.

La vida de una mujer será un infierno o un paraíso en función del país al que vaya a nacer. En junio de 2012, TrustLaw, el proyecto de responsabilidad social de la Fundación Thomas Reuters, llevaba a cabo una encuesta en la que evaluaba con expertos en género cuáles eran los mejores y peores países del G20 para ser mujer. ¡Del G20! Es decir, hay 193 países y en las 20 economías más avanzadas existen países donde es «lo peor» ser mujer.

Pero ojalá hubiera 20 países donde ser mujer fuera lo mismo, en materia de derechos, que ser hombre. Ojalá hubiera 10.

El séptimo mejor país para ser mujer es Japón, donde Mara Patessio, lectora de estudios japoneses de la Universidad de Manchester, señala que «a muchas japonesas les enseñan que su contribución a su sector termina cuando se casan o tienen hijos, y están infrarrepresentadas a nivel político».

¿Qué podemos esperar del resto de países? 1,2 millones de italianas sufrieron una agresión sexual en el trabajo entre 2008 y 2009, según el INE italiano. En Argentina se producen 500.000 abortos clandestinos al año, señala la OCDE. O que el 74% de las turcas en edad de trabajar están en el paro. O 6 de cada 10 coreanos del sur creen que los hombres tienen más derecho a trabajar que las mujeres, recoge la encuesta Pew Global Attitudes en 2010. La ONU apunta que 14.000 rusas mueren al año por violencia machista y casi 58.000 se convierten en víctimas de tráfico ilegal.

El peor país del G20 es India, donde el 52% de las mujeres cree que si su marido les pega, es por una causa justificada. El peor del mundo árabe, Egipto, donde el 99,3% de las mujeres han sufrido alguna agresión sexual.

Considerando esta información, imaginemos que Japón es uno de esos países donde ser mujer no es muy diferente de ser hombre, en cuanto a derechos civiles. Es el séptimo.

Las mujeres tenemos un 3,52% de posibilidades, siendo optimistas, de nacer en un país donde seamos iguales en derechos a los hombres.

No es un cálculo científico, pero no se queden con la cifra, sino con lo que significa.

O si lo prefieren, quédense con que Canadá es el mejor país del G20 para ser mujer y añadan: sólo ha habido una primera ministra en su Historia, Kim Campbell. Ostentó el cargo cinco meses.

ESPERANZA ESCRIBANO, Bruselas

@eeclaramunt

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Mujeres Farianas, mujeres de guerra

Mujeres que tienden emboscadas, mujeres que se mueven meses dentro de la selva, mujeres que luchan, mujeres que disparan, mujeres que matan. El feminismo, la igualdad entre el hombre y la mujer, llegó a las FARC.

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No woman, no drive

"Los coches quieren ser conducidos por mujeres saudíes / Ciberculturalia

«Los coches quieren ser conducidos por mujeres saudíes / Ciberculturalia

Imagino que ya habéis visto el vídeo. Si no -hay que estar más al día, ¿eh?-, podéis verlo a continuación.

Arabia Saudí es uno de los sistemas políticos más restrictivos en lo que a derechos de las mujeres se refiere. El rey Abdulá ha tomado algunas medidas tímidas en los últimos tiempos. ¿Por qué no más? Porque aunque tampoco él sea un feminista, lo cierto es que está secuestrado por los clérigos más conservadores que abogan por una total división entre el mundo de los hombres y el de las mujeres.

Como si construyéramos un muro. A un lado, la política, la economía y los hombres. Al otro, las mujeres, los hijos cuando son pequeños y todo lo doméstico. El espacio público y el privado están muy diferenciados, pocas son las ocasiones en que las mujeres pueden cruzar. Por supuesto, no en coche. La mayoría de las mujeres tienen chófer para desplazarse. No sólo es machista, también es ridículo y muy poco práctico.

Si retrocedemos unos cuarenta años, en España encontraríamos una situación parecida. La mujer como objeto inútil, que no puede por sí misma, en total libertad, decidir si trabaja, en qué, si quiere conducir, ser madre o abrir una cuenta en el banco. Pero lo de Arabia Saudí ocurre en el presente. Y este presente es muy negro en muchos más países.

En el ránking del Foro Económico Mundial, Arabia Saudí ocupa el puesto número diez por el final en igualdad de género. La cola la forman estos países ilustres: Yemen, Pakistán, Chad, Siria, Costa de Marfil, Irán y Marruecos. España, que llegó a ocupar el décimo lugar -¡por arriba!- en 2007, ahora cae hasta el puesto número 30.

¿Quién lidera el ránking? Por supuesto, Islandia. Aunque lo triste es que ni siquiera en la gélida isla la igualdad es cien por cien real. Le siguen Finlandia, Noruega y Suecia. Los nórdicos siempre a la vanguardia en progreso.

En Yemen las mujeres sólo somos medio testigo en los juicios y no podemos salir de casa sin el permiso de nuestros maridos. En Arabia Saudí y Ciudad del Vaticano no podemos votar. En algunas partes de India las normas de seguridad vial no se aplican a las mujeres.

Queda mucho, mucho por hacer. Desde Islandia hasta Costa de Marfil. Las mujeres saudíes han dado uno de los miles de pasos que damos cada día. Pero hay que seguir. Nuestra forma de luchar por la igualdad es contar su historia, que nadie las olvide. Que nadie las silencie. Que nadie las frene.

Un paseo por Bruselas con una mujer valiente

Najat, junto a niños como a los que ella educa en Errachidia

Najat, junto a niños como a los que ella educa en Errachidia

Najat Aziz tiene 36 años y no está casada. Detalle sin importancia en Occidente, pero no en el sur de Marruecos. Ha tenido la inmensa suerte de que su padre apoyara sus ganas de estudiar. Con toda una sociedad en contra, Najat decidió montar una escuela preescolar en su pueblo, Errachidia. Después formó parte de un documental, «El umbral del desierto», dirigido por Ramón Vila, de Vision Films, que se presentó hace unos días en el Parlamento Europeo.

El documental se presentó en la Eurocámara gracias a los Socialistas Europeos. Allí, Najat pudo explicar cómo había puesto en marcha el proyecto, cómo era su día a día, las presiones que había recibido. Muchas de las mujeres de la sala le preguntaron qué sentía al ser una empresaria en Marruecos, al enfrentarse al entroncado machismo marroquí… «Tengo un proyecto, quiero trabajar y lo hago, ya está».

Cuando el debate termina, empieza el cocktail. Escucho que Najat va a quedarse al día siguiente en el hotel, todo el día, sin ver nada de Bruselas, hasta la hora de su vuelo. Me ofrezco para acompañarla. Y paseamos, como las dos personas normales que somos.

Najat es una de esas mujeres valientes que podemos tener la suerte de encontrar cada día. Pertenece al afortunado 15% de mujeres económicamente independientes de Marruecos. Más allá de eso, es una mujer normal. No le gustan los políticos, no le gusta que se pongan a su lado para hacerse la foto y después desaparezcan, como esta mañana en la que paseamos. Y sobre todo, no le gusta que la traten como a alguien excepcional. «Yo sólo soy una mujer que ha podido hacer lo que quería, pero ellas, que llevan toda la vida hablando de las mujeres como yo… no entiendo por qué se sorprenden tanto». «Porque nunca han conocido a una» le contesto. «Entonces, ¿qué hacen cuando trabajan?»

Buena pregunta. Éste es el discurso de Occidente, lo que debe hacer el otro. Sin preguntarle, sin conocerle. «Saben sólo la teoría» me dice. La educación, como ella bien sabe, es muy importante. «Pero si sabes sólo la teoría, nunca sabrás cómo aplicarla». Junto al Maneken Pis, unos niños estudian con un profesor la historia de la famosa estatua belga. «Así es como tiene que ser, ellos estudian de dónde sale este niño y al mismo tiempo lo ven». Todo parece mucho más fácil a su lado.

Su madre no quería que emprendiera, su padre la apoyó hasta el final. «Parece mentira», cuenta, «ahora que he viajado a Europa ya no le parece tan mal». Su madre quería que se casara y tuviera hijos. «Pero yo no necesito hombres, ¿para qué, para convertirme en una inútil?». Es difícil tener que elegir entre el amor y el trabajo, pero está feliz de haber tenido al menos la oportunidad de poder elegir.

No le gustan los lujos, ni el dinero. «Me han ofrecido ir a Rumanía y a Bulgaria para asistir a los actos del Partido Socialista Europeo, porque ahora son las elecciones». Pero no quiere ir, «no quiero que me utilicen». No entiende por qué más fotos o dinero, si al final, nadie va a hacer nada para cambiar su situación y la de cientos de mujeres que como ella, luchan día a día en la vida real.

En la vida real, miles de mujeres se levantan cada día, lejos, muy lejos del Parlamento Europeo, luchan. «Parece una burbuja, viven allí, no saben nada del resto». No lleva ni dos días en Europa y tiene la mirada crítica de un ciudadano salido de una facultad de políticas.

«No son muy diferentes a los políticos marroquíes». Porque el mundo no es tan diferente de una punta a otra, como ella no es tan diferente de cualquier mujer de 36 años europea que tiene una pequeña empresa. Esto es lo bonito y lo triste.

¿Y cómo lo cambiamos? ¿qué solución tiene? «No hay solución, la única vía es ser valiente, creer en algo y llevarlo a cabo». Nada es nunca tan difícil, quizá muchas mujeres que se saben la teoría dentro de la Eurocámara deberían recordarlo y ponerla en práctica. Lejos de los focos.

ESPERANZA ESCRIBANO, Bruselas

@equilibrio_y_yo

Femen vs. Mundo árabe

Femen, la organización feminista creada en 2008, comenzó con sus protestas en topless en 2009, frente a la embajada de Irán en Kiev para protestar contra la ejecución de Sakineh Ashtiani, que se suspendió después, o contra el turismo sexual en el país de origen de esta organización, Ucrania. Con sus acciones han conseguido un impacto mediático envidiable para cualquier movimiento feminista y además, la simpatía de miles de hombres y mujeres en todo el mundo que creen en la igualdad. Hasta que desembarcaron en el mundo árabe. Lee el resto de la entrada »

«Femen ha mostrado la caricatura del feminismo mal entendido»

Por Cláudia Morán

Natalia AndújarNatalia (Ndeye) Andújar (Barcelona, 1972) es profesora, musulmana e inmersa en el mundo occidental, dada su doble nacionalidad franco-española. Compagina la docencia con el activismo y es experta en feminismo islámico, una modalidad distinta a la que estamos acostumbrados a ver en los medios de comunicación o en los discursos de la mayoría de las organizaciones feministas. En la actualidad, dirige el Centro de Formación Educaislam, que ella misma impulsó para mejorar el conocimiento que la sociedad tiene del islam en todos los ámbitos.

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