Por Cláudia Morán
Dime una palabra. Amor. Amistad. Incluso justicia. Tienen significados diferentes según quién las defina. Son conceptos abstractos, con acepciones diversas y llenos de connotaciones personales. Pero hay palabras, como esclavitud, que no deberían tener interpretaciones ambiguas. Por ese error, entidades como la Organización Internacional del Trabajo (OIT) contabilizaron la esclavitud mundial en 20,9 millones de personas el año pasado, mientras que la organización australiana Walk Free ha elevado la cifra a 29,8 millones. Esto significa que para la OIT, casi 9 millones de personas explotadas no figuraban como víctimas de la esclavitud.