El otro día, mientras miraba un documental sobre la situación sanitaria en Grecia, algo hizo que me detuviera. Una mujer, que estaba siendo tratada por una médico voluntaria en una clínica social, se quejaba sobre el estado del sistema sanitario de su país y, de repente, miraba a cámara y decía asintiendo con la cabeza: “Esto os va a pasar a vosotros también”.
Desde el inicio de la crisis en 2009, Grecia ha tenido que recortar a tijeretazo limpio para cumplir con las obligaciones de deuda impuestas por la Troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional). Tras años viviendo en una infernal espiral de recortes, el país heleno se encuentra hoy con situaciones inimaginables para sus habitantes hace solo unos años y el sector sanitario es un auténtico drama. Eso de la salud es lo primero, nada. Lo es para quien pueda pagársela.