A menudo nos pasamos la vida definiéndonos si somos de izquierdas o de derechas o en el caso de Estados Unidos, republicanos o demócratas. Sin embargo, aunque un lado u otro tiene discursos muy diferentes y a priori políticas contrarias, la realidad es que los políticos comparten demasiadas cosas en común y sino que se lo digan a Hillary Clinton y a Donald Trump, presumiblemente los dos próximos candidatos a la presidencia de la Casa Blanca.
Si en el mundo existen los paraísos fiscales, en Estados Unidos está Delaware, un especie de estado fiscal, donde las filiales de las empresas no pagan impuestos. Entre las compañías registradas, se encuentran las de Hillary Clinton, candidata demócrata a la presidencia, y Donald Trump, candidato republicano.
Este estado, el segundo más pequeño después de Rhode Island, tiene alrededor de 935.600 habitantes. Paradojicamente, en Delaware hay instaladas 1,1 millones de empresas, es decir, hay más compañías que personas. De las 500 empresas más grandes de Estados Unidos, dos tercios tienen filiales registradas en este estado. De ellas, la mayoría ni tan siquiera tienen presencia física, sino simplemente están domiciliadas en la dirección postal de un intermediario.