Por Cláudia Morán
El velo molesta. Es un hecho. Pregunten a la gente por la calle, en un foro de Internet o durante un descanso del trabajo. No gusta ver a la mujer tapada. Al fin y al cabo «somos occidentales, un modelo a seguir, y nosotros marcamos las reglas». Pero no se confundan, porque cuando no es el velo, son otras cosas. Por ejemplo, los tacones. Sí, los tacones.