Los rohingyas son una minoría de Birmania de piel más oscura y religión musulmana. Estas son las dos razones que llevan al ejército del país a estar cometiendo una limpieza étnica que critica incluso el secretario general de la ONU, António Guterres. El nivel de la masacre es tal que 370.000 rohingyas ya han huido de la región de Rajine a Bangladesh en sólo dos semanas, lo que agrava la situación porque este país, además de pobre, ya está superpoblado.
El brazo armado de los rohingyas, ARSA, asesinó el pasado 25 de agosto a una decena de agentes de la policía en un ataque simultáneo a varias comisarías. Pero la represalia, que no se ha hecho esperar, no responde precisamente a los principios de proporcionalidad. El ejército se cobró la vida de más de 400 personas de esta etnia en su contraofensiva. Estos enfrentamientos que empezaron a finales de agosto son los que han forzado a miles de musulmanes birmanos a abandonar el país de mayoría budista. Un millón de rohingyas habitan en esa región limítrofe con Bangladesh. Lee el resto de la entrada »