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Tres claves sobre las elecciones presidenciales en Francia

Candidatos a la presidencia en un debate electoral televisado el 5 de abril. (Lionel Bonaventure / EFE)

Este domingo cerca de 46 millones de franceses -estos fueron los votantes registrados en las últimas presidenciales- serán llamados a elegir quién ocupará la presidencia de su país aunque el nombre definitivo no se sabrá hasta el 7 de mayo, cuando se producirá la segunda vuelta de las elecciones. Estos comicios, bien sea por la situación interna del país, por la particularidad de los candidatos que se presentan -y que apuntan a resultados ajustados- o por el contexto internacional y europeo en el que se producen son importantes más allá de las fronteras del país y deberían tener todas las miradas puestas en ellos.

El resultado marcará un antes y un después y puede condicionar el transcurso futuro de una Unión Europea ya debilitada por el Brexit. ¿Conseguirá la vieja política, los partidos tradicionales, triunfar? ¿Conseguirán los candidatos una alta participación electoral o será la abstención la gran vencedora? ¿Puede llegar al Eliseo un presidente de extrema izquierda o una presidenta de extrema derecha? 

Problemas sin resolver

En las últimas elecciones presidenciales en 2012, frente a un impopular Sarkozy, muchos franceses pusieron sus esperanzas de cambio en el candidato socialista François Hollande. Sin embargo, cinco años después de su elección Hollande es el político peor valorado de la historia de Francia desde la Segunda Guerra Mundial y el primer presidente electo que no se presenta a una reelección (en Francia el presidente puede ocupar hasta dos mandatos, de cinco años cada uno).

Él se va y los problemas que sus votantes aspiraban que resolviera se quedan. Quizás uno de los principales sea el desempleo. Hollande prometió cortar la endémica y elevada tasa de paro (alrededor del 10%) pero la realidad es que no sólo no la ha reducido sino que ha aumentado ligeramente desde 2012. Además a raíz de la crisis también ha aumentado en los últimos años la pobreza: en 2013 8,6 millones de personas (14%) eran pobres. En cinco años (desde 2012) la tasa de pobreza ha augmentado 0.7 puntos.

Por otra parte, la amenaza terrorista que vive Europa, y que se ha cebado especialmente con Francia con terribles atentados terroristas como los de París (noviembre de 2015) y Niza (julio 2016), hace de ella una nación menos cohesionada y sirve en bandeja el ascenso de partidos como el Front National, que defiende políticas antiinmigración. Cabe recordar que Francia es un país con mucha tradición migratoria y con una de las poblaciones más nombrosas de Europa.

Elecciones inéditas

Los problemas sin resolver de los últimos años, sumado a los escándalos en los que se han visto envueltos políticos como Sarkozy –por no hablar del culebrón de estas elecciones– han llevado muchos franceses a perder la fe en las instituciones. La convicción de muchos que siempre son las mismas caras y las mismas promesas pero que el cambio no es posible ha hecho aflorar la posibilidad que los más desencantados opten por posiciones extremistas.

Tanto es así que algunos temen que sean los dos candidatos que representan los extremos a la derecha (Marine Le Pen) y a la izquierda (Jean-Luc Mélenchon) los dos nombres que pasen a la segunda vuelta, de forma que todo votante debería optar por una u otra opción. Durante semanas el favorito en los sondeos para llegar al Eliseo ha sido el centrista Emmanuel Macron pero los dos candidatos mencionados le pisan los talones. Elegir entre opciones extremistas sería un escenario terrible para los europeístas puesto que si algo tienen en común Marine Le Pen y Jean-Luc Mélenchon es su euroescepticismo aunque venga motivado por razones distintas.

Francia en contexto

Francia es la sexta potencia económica del mundo según el ranking del Banco Mundial y es la segunda economía de la zona euro además de ser uno de los seis países fundadores de lo que hoy conocemos como Unión Europea. Fue en los años 50 cuando con el objetivo común de establecer la paz entre vecinos en la Europa de posguerra Alemania, Bélgica, Francia, Italia, Luxemburgo y los Países Bajos fundaron la Comunidad Europea del Carbón y del Acero, el primer paso de una unión económica y política.

En un contexto global marcado por la victoria de Donald Trump en las elecciones estadounidenses, un Brexit en marcha (con lo que ello supone para el proyecto europeo) y una Alemania que celebrará elecciones en septiembre, lo que pase en estas elecciones en Francia tiene importancia.

3 comentarios

  1. Dice ser James Mattis

    Voto por Le Pen, Europa necesita un revulsivo.

    20 abril 2017 | 22:10

  2. Otro Sarkozy más.
    Esto es pasar de Guatemala a Guatepeor.

    21 abril 2017 | 02:07

  3. Dice ser David

    Suerte para Francia, pero Le Penn no es la solución a ningún problema ; será la llave para más líos y jaleos en una Europa social, justa y trabajadora.

    22 abril 2017 | 23:50

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