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Margaret Thatcher era del «bremain»

EFE

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Al contrario de lo que se está dando por hecho en plena negociación del brexit, Margaret Thatcher era partidaria de lo que por entonces se conocía como Comunidad Económica Europea (CEE). El afán de amplios sectores del Reino Unido por abandonar la Unión con el argumento de dar un golpe de autoridad ha recordado mucho a los contundentes modos de la Dama de Hierro, pero nada más lejos de la realidad.

La imagen de Thatcher luciendo un jersey plagado de banderas europeas dio la vuelta al mundo y pasó a los anales de la historia, aunque muchos parecen haberla olvidado. Era el año 1975 y la que se convertiría años después en la primera primera ministra (valga la redundancia) del Reino Unido hacía campaña por la permanencia de su país en el mercado único.

La campaña de la Dama de Hierro no fue una eventualidad ni un desliz. El Reino Unido había logrado ingresar en la CEE en 1973 después de un largo camino de indecisión: podría haber sido uno de los países fundadores del mercado único, pero en 1955 el entonces Gobierno conservador de Anthony Eden se retiró de las conversaciones y abogó por boicotear el proyecto europeo; y, aunque Londres cambió de parecer más tarde, la Francia de Charles de Gaulle vetó su adhesión hasta en dos ocasiones.

Thatcher y el mercado único

Cuando, por fin, el Reino Unido logró entrar en el mercado único, el clima de desconfianza y la actitud distante tan característicos de Londres con Europa desembocaron en un referendo que, como ahora, incluía una renegociación de las condiciones de adhesión del país. En concreto, pedía reducir la aportación británica al presupuesto comunitario. Fue entonces cuando Margaret Thatcher se enfundó el jersey. Y el resto de países miembros cedieron.

Aquella campaña cuajó y convenció y cuatro años después, el 4 de mayo de 1979, la Dama de Hierro se convirtió en primera ministra de su país. En pocos meses dio su primer golpe de autoridad en Europa con su famosa frase «iQuiero que me devuelvan mi dinero!», que pronunció durante la cumbre de Dublín de noviembre de ese mismo año.

A Margaret Thatcher le parecía que el Reino Unido pagaba más de lo que recibía y criticó que la mayoría de los fondos europeos se destinaban a los agricultores. La PAC era (y sigue siendo) una de las principales políticas comunitarias, pero la entonces primera ministra argumentó que Londres no se beneficiaba de ellas en la misma medida que otros Estados miembros.

Así fue como la Dama de Hierro consiguió, cuatro años después, el cheque británico, por el que países como Alemania y Francia contribuyen en mayor medida que otros a las arcas comunitarias, y que se ha mantenido intacto hasta hoy.

La última gran batalla de Margaret Thatcher en la UE fue su campaña contra el euro. La conservadora llegó a pronosticar que la moneda común debilitaría la democracia europea.

También aseguró que el euro conllevaría la creación de «un superestado europeo» que fracasaría «económicamente, políticamente y socialmente». El Reino Unido nunca adoptó la moneda única.

La Dama de Hierro en el «brexit»

Thatcher era sinónimo de mano dura, y mano dura recuerda al tan repetido brexit «duro» con el que nos referimos a una hipotética salida abrupta, enemistada, hosca y, a priori, perjudicial del Reino Unido de la Unión Europea. Pero la verdad es que no sabemos a ciencia cierta qué postura habría adoptado hoy la Dama de Hierro.

Si en algo puede tener razón Donald Trump es en afirmar que la UE, en términos económicos y comerciales, es Alemania. No por casualidad Merkel se fue de Washington sin estrechar la mano del presidente estadounidense, que es profundamente alérgico al TTIP y partidario de un Banco Central Europeo «independiente». Eso también explica, entre otras muchas cosas, que Londres siguiera sin estar satisfecho con su papel y encaje en el marcado común.

Retrotrayéndonos a 1975 y a aquel primer referéndum, ¿habría sido Margaret Thatcher una defensora del bremain en 2017? ¿O, por el contrario, el Reino Unido necesitaba a la Dama de Hierro para seguir en la Unión? O quizá -y sólo quizá- hay quien piensa que Nigel Farage es el nuevo «Hombre de Hierro» de los británicos.

2 comentarios

  1. Dice ser cookie

    Bueno, la comparación no es apropiada, es todo muy diferente como para denominar a nadie «hombre de hierro».
    Periodismo de pacotilla en la linea de plancho un huevo y frío una corbata.

    17 abril 2017 | 23:58

  2. Dice ser Joana

    Una cosa es una unión económica, con sus más y sus menos. Y otra es «esto». Un régimen absolutista, totalitario y degenerado que nos lleva rápidamente a nuestra desaparición como pueblos europeos y como civilización. Por otra parte, algo que vosotras queréis. ¿Ah, que no lo queréis? Entonces sois idiotas que harían mejor en estar fregando escaleras. Porque no sabéis nada de nada.

    18 abril 2017 | 09:32

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