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Tampoco Breton Woods es una marca de Whisky. Porque el periodismo internacional no es solo cosa de hombres, ocho mujeres ofrecen un punto de vista diferente sobre lo que pasa en el mundo.

Los 5 del Unity, libres

A pesar de la abolición de la censura, el gobierno de Thein Sein siguió vulnerando la libertad de prensa en Myanmar / REMKO TANIS - Flickr

A pesar de la abolición de la censura, el gobierno de Thein Sein siguió vulnerando la libertad de prensa en Myanmar / REMKO TANIS – Flickr

No, los 5 del Unity no son superhéroes, aunque bien podrían serlo. Lu Maw Naing, Yarzar Oo, Paing Thet Kyaw, Sithu Soe y Tint San son cinco periodistas del diario birmano Unity que acaban de ser puestos en libertad tras haber sido condenados a 10 años de cárcel por ejercer su oficio: informar. Fueron detenidos en 2014 tras publicar varios artículos sobre una fábrica clandestina de armas químicas que habría sido levantada en terrenos arrebatados a trabajadores del campo. Con el consiguiente malestar del gobierno de Myanmar -entonces liderado por el exteniente general Thein Sein- que, además de ordenar la detención de los informadores, previamente confiscó todos los ejemplares del periódico, que terminó cerrando.

La libertad de prensa no es el fuerte de Myanmar, como tampoco lo es es gran parte del continente asiático. La llegada de Thein Sein al poder había generado esperanzas en cuanto a la libertad de los medios de comunicación, ya que éste eliminó la censura que obligaba a los medios a someter sus publicaciones a la supervisión estatal. Sin embargo, siguió habiendo límites. Como, por ejemplo, que las publicaciones pusiesen en peligro la imagen del gobierno birmano. Como si se arrepintiese de haber puesto fin a la censura en el país, el ejecutivo de Thein Sein encarceló a más periodistas y activistas políticos y por los Derechos Humanos críticos con su gobierno.

La liberación de los 5 del Unity ha llegado tras varios meses de campaña a nivel mundial por parte de organizaciones como Amnistía Internacional (AI), pero no sólo ellos fueron liberados: el pasado 17 de abril un total de 83 presos, muchos de ellos de conciencia, fueron excarcelados por orden de la nueva presidencia. Y es que las cosas en Myanmar parecen estar cambiando desde la llegada al poder de la Liga Nacional para la Democracia (LND) en las elecciones generales del pasado 8 de noviembre, los primeros comicios libres en el país tras 27 años de gobierno de la junta militar. El principal partido opositor, liderado por Aung San Suu Kyi -toda una figura de la lucha por la democracia en el país-, se hizo con el poder con una holgada mayoría (aunque la constitución militar de Myanmar no permitió gobernar a Suu Kyi por tener hijos con nacionalidad británica).

La política Suu Kyi, activista por la democracia, venció en las primeras elecciones libres, celebradas en noviembre / SHAWN LANDERSZ - Flickr

La política Suu Kyi, activista por la democracia, venció en las primeras elecciones libres, celebradas en noviembre / SHAWN LANDERSZ – Flickr

Según AI había al menos siete periodistas más en prisión el pasado año por lo que, a pesar de la buena noticia, cabe recibirla con reservas. Si bien es cierto que, contradiciendo al dicho, en Myanmar cualquier tiempo pasado respecto a la libertad de prensa fue peor, queda mucho por mejorar. Claro que hubo un tiempo más oscuro antes de Thein Sein, con centenares de detenciones de presos de conciencia y con la ya mencionada censura a los medios de comunicación del país. Pero la cautela continúa, ya que las detenciones de profesionales de la información acabaron provocando que los medios practiquen la autocensura por miedo a correr la misma suerte. El último informe de Reporteros Sin Fronteras por la Libertad de Información no recoge datos específicos de la situación de Myamar, pero el país figura en rojo en el mapa. ¿Cambiará de color el próximo año?

 

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