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Tampoco Breton Woods es una marca de Whisky. Porque el periodismo internacional no es solo cosa de hombres, ocho mujeres ofrecen un punto de vista diferente sobre lo que pasa en el mundo.

De pronto cambiaron todas las preguntas

Militares y policías en el aeropuerto de Zaventem. / EFE

Militares y policías en el aeropuerto de Zaventem. / EFE

OPINIÓN – Hay una cita de Mario Benedetti que me gusta especialmente y que me vino a la cabeza recientemente después de ver y oír tanta tertulia tras los atentados de Bruselas. «Cuando creíamos que teníamos todas las respuestas, de pronto, cambiaron todas las preguntas«. Cuando parecía que Europa era territorio libre de ataque terrorista el ataque a Charlie Hebdo sorprendió un 7 de enero. Tras los atentados de París el 13 de noviembre quedó claro que el objetivo podía ser cualquiera, a cualquier hora y en cualquier sitio. Recientemente, tras los atentados del pasado 22 de marzo en Bruselas, un ciudadano bruselense preguntaba en un programa de televisión: «¿Quién es responsable de convertirnos en objetivos de terroristas?».

A esta le añado otras preguntas que he oído estos días: ¿Cómo puede ser que alguien haga algo así? ¿Por qué estando en un nivel muy alto de amenaza terrorista no se evitó el atentado en el aeropuerto de Zaventem? ¿Por qué el metro estuvo cerrado inmediatamente después de los atentados de París y sin embargo no se tomaron medidas tras la explosión el 22 a primera hora de la mañana? ¿Cómo es posible que los supuestos terroristas circularan con semejante libertad por el territorio cuando estaban fichados?

La agencia EFE publicaba hace unos días que el terrorista suicida del metro de Maelbeek en Bruselas, Khalid El Bakraoui, reclamó el subsidio de desempleo en persona once días antes de los atentados sin causar la más mínima alarma, pese tener una orden de busca y captura de Interpol por terrorismo emitida en diciembre.

La comisión antiterrorista de la Cámara Baja belga adoptó el pasado 29 de marzo tres medidas de lucha contra el terrorismo, entre ellas la posibilidad de efectuar registros en viviendas las 24 horas del día, que antes estaba restringida de seis de la mañana a nueve de la noche. ¿Por qué estaba restringido un registro en caso de sospecha de infracción terrorista?

Más preguntas.

No pretendo dar respuesta a todas estas preguntas, pues no la tengo, pero uno de los hechos que se han puesto de manifiesto es que algo ha fallado y que Europa -quizás unos países más que otros- tiene mucho camino por recorrer en el abordaje del terrorismo en su propia casa y el tiempo no juega a su favor. El Periódico recogía que a pesar de que Bélgica cuenta con una policía federal, un centro de crisis, y unidad de coordinación y evaluación de la amenaza terrorista -que están bajo la supervisión del Ministerio de interior- y un servicio de inteligencia -bajo el mando del Ministerio de justicia- «los recursos dedicados a la lucha contra el terrorismo y la radicalización siguen siendo muy limitados y la descoordinación grande».

Ya en noviembre, tras los atentados de París, el ministro del Interior belga, Jan Jambon, expuso que Bruselas en particular ofrecía una serie de complicaciones en esta lucha por las múltiples autoridades locales, regionales y federales y la división de competencias. “Bruselas es una ciudad relativamente pequeña, de 1,2 millones de habitantes. Y sin embargo, tenemos seis departamentos po­liciales y diecinueve distritos. Nueva York es una ciudad de 11 millones de habitantes ¿y cuántos departamentos policiales tiene? Uno”, dijo en una cita que recoge La Vanguardia.

Una de las respuestas que más urgen ahora es la que responde a la pregunta ¿Cómo podemos hacer frente al terrorismo?. Tras leer textos escritos por expertos en aspectos como seguridad y haber hablado con personas que han trabajado directamente la radicalización como fenómeno, a una le da la sensación que estamos actuando sin pensar. O mejor dicho, que Europa está actuando sin pensar. La respuesta al terrorismo no puede venir de un país burocráticamente tan complejo como Bélgica. Ni debe hacerlo. La respuesta debe ser global y transversal: de todos los países y en todas las políticas. Los responsables políticos deben empezar a trabajar ya con expertos en seguridad y ciberseguridad, integración, educación en la multiculturalidad y coordinarse a la hora de compartir información y datos a través de la cooperación judicial y policial. Y deben hacerlo desde Bruselas, donde se supone que queda se encuentra el corazón de la Unión Europea.

 

1 comentario

  1. Dice ser joe

    unos musulmanes atropellan a una musulmana? eso no vende, pon mejor que han sido unos ultras belgas, que divertido tiene que ser trabajar en un medio desinformativo donde manipulas las noticias a tu antojo

    03 abril 2016 | 18:31

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