Goldman Sachs is not an after shave Goldman Sachs is not an after shave

Tampoco Breton Woods es una marca de Whisky. Porque el periodismo internacional no es solo cosa de hombres, ocho mujeres ofrecen un punto de vista diferente sobre lo que pasa en el mundo.

Marruecos, el portero de la UE

Es el local más cool de la escena. Lleva más de 50 años revalidando el título mundial de mejor club. Allí dentro, los derechos de las personas se respetan mucho más que en cualquier otro rincón del planeta, las mujeres están más cerca de ser iguales a los hombres, hay un buen acceso a la educación, incluso para las familias con recursos limitados, y hasta a la sanidad. Hay gente fuera de este fantástico local muriéndose por enfermedades que aquí hace años que se curan sin apenas dolor. El único problema del círculo UE es que no es para todos: la lista VIP está cada vez más restringida. Por eso, los porteros del club tienen cada vez un papel más importante. Marruecos es uno de ellos y como ya sabréis, no está exento de polémica.

Valla frente a la playa del Tarajal en Ceuta / EFE

Valla frente a la playa del Tarajal en Ceuta / EFE

Según ACNUR, 19 millones de personas se han visto obligadas a buscar refugio fuera de sus países. Muchas de ellas intentan atravesar la triple valla que, en Melilla, separa África de Europa. España practica allí desde hace años las llamadas «devoluciones en caliente»: expulsa a quien intenta entrar en la misma frontera sin respetar los protocolos internacionales que protegen el derecho a pedir asilo en otro país. Lo que diferencia a nuestro país de otros que practican también este tipo de expulsiones, como Bulgaria o Grecia, es que según Amnistía Internacional, España es el único Estado que no sólo lo hace a «plena vista» y sin tratar de ocultarlas, sino que además «intenta convencer al mundo de que son legales y no vulneran la legislación española ni las obligaciones internacionales contraídas por el país».

Así lo intentaba defender el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, especialmente después del 6 de febrero de 2014, cuando supuestamente la Guardia Civil asesinó a 15 personas que intentaban llegar a la playa cruzando a nado, disparándoles pelotas de goma y gases lacrimógenos. También devolvió a otras 23. Entonces, el ministro dijo que la expulsión habría sido legal porque esas personas aún no habían cruzado la «frontera humana formada por los agentes», señala Amnistía Internacional. Al lío sobre dónde empieza España, se suma que el coronel jefe de la Guardia Civil en Melilla está imputado por este tipo de expulsiones.

Además de las devoluciones, España permite otros comportamientos ilegales como la presencia de las Fuerzas Auxiliares Marroquíes en el espacio entre las vallas españolas, para que éstas se lleven de vuelta a Marruecos a todo aquel migrante que intente cruzar, incluso si se trata de un menor no acompañado. La ONG Prodein documentó en vídeo una de esas incursiones en junio de 2014.

Según la Asociación Marroquí de Derechos Humanos, en 2014 España expulsó a 324 subsaharianos a Marruecos, entregándolos a las autoridades marroquíes sin atender sus peticiones. Aunque hubieran llegado a saltar las 3 valles que cercan Melilla. La ley establece que los extranjeros que se hallen en España tienen derecho a asistencia jurídica gratuita en los procedimientos administrativos que puedan llevar a su denegación de entrada, devolución, o expulsión del territorio español. Por eso es tan importante reconocer dónde empieza nuestro país. En ninguno de los casos que Amnistía Internacional documenta en su informe Miedo y vallas: Los planteamientos de Europa para contener a las personas refugiadas, España respetó esos derechos. Ni siquiera el de socorro cuando se trataba de personas heridas.

Amnistía Internacional manifiesta en ese documento su «honda preocupación» tras los «constantes informes” sobre violaciones de derechos humanos cometidas por las fuerzas marroquíes contra los migrantes, fueran solicitantes de asilo o refugiados económicos. A pesar de que las ONG han conseguido documentar la participación de los agentes marroquíes en las expulsiones sumarias, no hay ningún acuerdo o protocolo entre los dos países que regule cómo deben desarrollarse las detenciones y devoluciones. Cuando Amnistía Internacional solicitó a la Comandancia de la Guardia Civil los protocolos y acuerdos de cooperación en temas migratorios, a lo que Interior había respondido que por su carácter operativo no era obligatorio que se dieran a conocer, ésta contestó que mantiene reuniones periódicas con sus homólogos marroquíes en las que acuerdan temas de cooperación conjunta. Con la excusa de que en esas reuniones se habla también de medidas para combatir delincuencia organizada, son confidenciales. Al final, reconocieron que no hay ningún protocolo operativo. En una de las fronteras más importantes del mundo, no hay ley. Y si no hay ley, es difícil que haya justicia. Como si de un club de fiesta más se tratara.

3 comentarios

  1. Dice ser Bilgato

    Sra. Escribano:
    Lo único que se puede decir, tras leer su artículo, es que usted no tiene ni la menor idea de lo que está hablando.

    07 diciembre 2015 | 20:36

  2. Dice ser Predicador

    Hay gilipollas que creen que el estado de bienestar del que disfrutamos en Europa lo pagan unos seres de luz extraterrenales…. y es por este tipo de gente por lo que se sabe a ciencia cierta que la teoria de Darwin se fue al carajo hace mucho tiempo….

    08 diciembre 2015 | 01:28

  3. Dice ser cd

    Por desgracia esta no es la solucion para estas personas, todo pasa por la colaboracion entre los paises y el comercio internacional justo

    08 diciembre 2015 | 11:45

Los comentarios están cerrados.