Fue en una ciudad del norte argentino. Una ONG que defiende los derechos de los animales llevó el caso a la Justicia, que debe decidir quién custodiará a los nueve tigres de Bengala.
Ejemplar de Tigre de Bengala. Foto: Wikipedia
El Circo Mexicano de Veracruz se encontraba en Villa Ángela, una ciudad de 40 mil habitantes del norte argentino. Los que esperaban verlo nunca se imaginaron que el show se suspendería por una denuncia de maltrato.
El viernes se allanó el circo y se secuestraron los animales en cautiverio y diversos «instrumentos de castigo», usados para adiestrarlos.
Los dueños del circo mexicano intentaron escaparse antes de que llegara la autoridad local, pero no hicieron a tiempo.
La Dirección de Fauna dio lugar a una denuncia fue presentada por AFADA, la Asociación de Funcionarios y Abogados por los Derechos de los Animales, una ONG con un un amplio récord de casos en la defensa de animales en Argentina.
El circo no contaba con la documentación legal de los tigres, que no eran tratados debidamente por veterinarios sino por empleados.
Además, estaban hacinados en pequeñas jaulas y eran maltratados para hacer trucos en el show del circo mexicano.
La asociación había reclamado por los animales y acusó al circo de violar normas provinciales y la Ley Nacional de Protección Animal N° 14.346.
Los animales ahora deberán ser reubicados.
Persona No Humana
Este no es el primer caso en el que el maltrato animal toma relevancia en la esfera pública en Argentina. En 2014 se conoció el caso de Sandra, una orangután a la que reconocieron «persona no humana» en un fallo judicial para llevarla a una reserva que tenga mejores condiciones que el Zoológico de Buenos Aires.
El recurso de amparo presentado por los abogados de Sandra decía que estos simios «mantienen lazos afectivos, razonan, sienten, se frustran con el encierro, toman decisiones, poseen autoconciencia y percepción del tiempo, lloran las pérdidas, aprenden, se comunican y son capaces de transmitir lo aprendido en sistemas culturales complejos como el de los humanos».
Hace dos semanas una reserva de Brasil se ofreció para alojar a Sandra, pero resta que la Justicia se expida sobre el caso. Mientras tanto, Sandra espera en su jaula del Zoológico de Buenos Aires.
Poco a poco la sociedad se va sensibilizando respecto del maltrato animal. Cuando alguien lleva a su hijo al circo para ver la «monerías» de los monos, es realmente consciente de los abusos que hay detras?
24 octubre 2015 | 14:24