(Buenos Aires) La presidenta argentina fue imputada en la causa que investigó el fiscal Alberto Nisman por presunto encubrimiento al atentado de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) ocurrido en 1994. El fiscal es el mismo que el 18 de enero apareció muerto un día antes de comparecer en el Congreso. En la causa también fueron citados dos dirigentes sociales, el ministro de Exteriores y un diputado.
El fiscal Gerardo Pollicita darle curso a la investigación de 289 páginas que presentó el fiscal Nisman ante la Justicia cuatro días antes de su muerte.
Esto significa que la presidenta argentina será investigada junto a una larga lista de imputados, que incluye al canciller Héctor Marcos Timerman, Andrés Larroque (Diputado Nacional), Jorge Alejandro “Yussuf” Khalil, Héctor Luis Yrimia (ex Fiscal Federal), Luis Ángel D`Elia, Fernando Esteche y un sujeto identificado como “Allan” que sería Ramón Allan Héctor Bogado, un supuesto espía de la Secretaría de Inteligencia.
Pollicita escribió que se va a «iniciar la pertinente investigación con miras a comprobar […] si el mismo puede ser penalmente reprochado a sus responsables».
El juez a cargo de la causa, Daniel Rafecas, canceló la licencia que le había sido concedida hasta el 22 de febrero próximo para reasumir este miércoles sus funciones, según informa el Centro de Información Judicial.
LOS DETALLES DE LA DENUNCIA
Nisman, fiscal de la causa AMIA, denunció el 14 de enero que se había creado un plan de encubrimiento a la medida de Irán para firmar un Memorándum de entendimiento en el que las dos partes (Argentina e Irán) participaran de la investigación del atentado.
Este pacto alarmó a la colectividad judía en Argentina, que presumía que la República Islámica de Irán encubría a los acusados locales de la investigación.
También levantó sospechas en la fiscalía de Nisman, que recogió escuchas durante más de dos años a través del teléfono de uno de los investigados en la causa AMIA, Alejandro «Yussuf» Khalil, que estaba intervenido por sus conexiones con Mohsen Rabbani, uno de los iraníes acusados por el atentado.
A través de estas escuchas descubrió el supuesto plan de encubrimiento que denunció cuatro días antes de su muerte.
Nisman denuncia que «la decisión deliberada de encubrir a los imputados de origen iraní acusados por el atentado terrorista del 18 de julio de 1994 fue tomada por la cabeza del Poder Ejecutivo Nacional, Dra. Cristina Elísabet Fernández de Kirchner e instrumentada, principalmente, por el Ministro de Relaciones Exteriores y Culto de la Nación, Sr. Héctor Marcos Timerman«.
En su denuncia escribe que la «Comisión de la Verdad» del organismo «no había sido creada para investigar nada, sino para legitimar la mentira que se estaba fabricando».
Así, Irán prometía la compra de granos y un intercambio de petróleo a cambio de «lavarle la cara» (cita textual) al país en lo referente a la llamada «pista iraní», es decir, la desvinculación de los acusados iraníes.
De esta forma describía el propio fiscal su denuncia en el programa A dos Voces del canal Todo Noticias:
En las escuchas figuran dos personajes clave, Luis D’Elía, dirigente social (piquetero) argentino y Alejandro «Yussuf» Khalil, representante de Irán en el país, que actuarían como los presuntos negociadores de ambas partes para llevar adelante el plan.
Una parte de estas pruebas trascendió a la esfera pública a través de los medios.
Ahora, el fiscal Pollicita, a cargo de la investigación, parece haber juntado suficientes pruebas como para justificar el pedido de indagatoria a la presidenta. Todavía no se sabe cuándo ni cómo será investigada, pero la noticia en sí es preocupante y se suma el estado de conmoción que vive Argentina estos días.
¡Hay que ver como esta el mundo, ya no te puedes fiar de nadie.
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14 febrero 2015 | 14:20