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Tampoco Breton Woods es una marca de Whisky. Porque el periodismo internacional no es solo cosa de hombres, ocho mujeres ofrecen un punto de vista diferente sobre lo que pasa en el mundo.

¿Y qué si un hombre lucha por los derechos de las mujeres en Oriente Medio?

Por Esperanza Escribano

Campaña de la ONG Abaad para combatir la violencia de los hombres / Abaad

Campaña de la ONG Abaad para combatir la violencia de los hombres / Abaad

Las feministas. Siempre ‘las’. Qué curioso utilizar para la lucha por la igualdad un determinante femenino cuando lo suyo sería usar el masculino plural que usamos para todo. Los políticos. Los empresarios. Los médicos. Los profesores. Pero, ¿los feministas? Qué raro, ¿no?

Pues no. Anthony Keedi dirige el programa de participación de hombres y niños en la ONG Abaad, una organización feminista libanesa. Porque no sólo las mujeres sufren el machismo, también los hombres son víctimas del estereotipo de «macho alfa». En el mundo árabe «todavía hay que hacer más contra ello», dice Keedi en una entrevista reciente con The Guardian. Empezó su proyecto en Beirut, donde vio que la violencia machista estaba escondida tras un halo de modernidad. Pero la tradición marca unos roles de género que intenta cambiar. Y no tanto a través de las mujeres, para las que ya existen cientos de ideas, proyectos y organizaciones, sino a través de los hombres y su uso de la violencia.

Keedi empezó a interesarse por la igualdad cuando se dio cuenta de que el machismo también le afectaba. Descubrió en una librería un libro que hablaba sobre la forma de socializar de los hombres y que explicaba que la violencia «era la estrategia masculina para resolver conflictos». Eso le llevó a pensar en cuánta tontería ilógica llenaba nuestras vidas de divisiones de roles entre hombres y mujeres y se puso manos a la obra para combatirla.

Le mueve la esperanza. «Cuando eres capaz de ver el cambio, no importa lo pequeño que sea», reza en su filosofía. La prueba de que la gente puede cambiar, la encuentra cada vez que un hombre se cuestiona su uso de la violencia. Y para ello está en una de las zona más difíciles del mundo, junto con India y algunos países de África. En Oriente Medio, aunque la teoría se aprenda y se sepa que cambiar actitudes machistas beneficia a la calidad de vida de las personas, se sigue sintiendo como una idea ajena. «Toma mucho tiempo y perseverancia convertir el cambio en algo duradero», explica paciente Keedi.

Paciente porque también confiesa que muchas personas de su círculo no han entendido su dedicación feminista, le han criticado o se han reído de su trabajo. ¿Su respuesta? Seguir trabajando. «Incluso cuando estoy con amigos y familia, señalo los fallos de un sistema basado en la discriminación, e intento darles soluciones de igualdad cuando oigo sus problemas personales». No dejar de trabajar nunca puede parecer agotador, pero Keedi insiste en que no lo es. «Para ellos puede ser agotador ver que siempre estoy mirando todo desde una perspectiva de género, pero que me sigan escuchando es una buena señal», dice optimista.

Estos párrafos no son el descubrimiento del Mediterráneo. Lo es el sujeto. En pleno siglo XXI.

Y sino, empecemos a decir los feministas.

4 comentarios

  1. Dice ser Lico

    Me parece bien ya que ahí si que están realmente oprimidas.A ver cuando hay un grupo de mujeres que defienden los derechos de los hombres en occidente.

    29 septiembre 2014 | 13:50

  2. Dice ser caquita

    No, si lo lamentable es que los hombres tengamos que defender los nuestros en Occidente.

    29 septiembre 2014 | 15:47

  3. Dice ser Óscar

    Pues que es un estúpido de tomo y lomo. Jamás de los jamases hay que defender a un colectivo que ya sea en el pasado o en el presente esté discriminado. Hacerlo significa que el siguiente serás tu en ser discriminado por aquellos que en su día fueron discriminados.

    Al igual que los negros creen que tienen una deuda histórica contra los blancos, las feministas creen lo mismo con los hombres.

    El hombre que defienda a las mujeres, se merece que le pase lo mismo que le pasó a esos 5 jóvenes de Málaga que fueron denunciados falsamente por violación, así se dará cuenta de que todas esas mujeres a las que defiende no harían absolutamente nada por él.

    29 septiembre 2014 | 16:46

  4. Dice ser Yesus

    Es normal en aquel contexto y me parece perfecto, aquí cada día apunta a que tiene que ser justo al contrario…
    Sino alguna se quedará sin dar ni media explicación, con los hijos, la casa del padre y el 80% de sus ingresos y mientras toda la camarilla «feminista» (más bien feminazista), riendo la puñetera gracia.

    29 septiembre 2014 | 16:49

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