manifestación Kiev. afp
Después de meses de intensas negociaciones todo apuntaba en una dirección: Ucrania iba a firmar el acuerdo de Asociación con la Unión Europea, pero el pasado 21 de noviembre el comisario europeo Aleksander Kwasniewki anunció que Ucrania congelaría ese acuerdo.
Tal decisión provocó una gran decepción europea y una gran satisfacción para Rusia, clave en toda esta crisis. Generó también una fuerte indignación entre la oposición – incluida la ex ministra Julia Timonshenko, quien en la cárcel ha empezado una huelga de hambre para unirse a las manifestaciones de la calle.
Se ha vuelto a dividir el país, Ucrania ha vuelto a convertirse los últimos días en escenario de una marcada división entre los que quieren fortalecer los vínculos con Occidente y los que prefieren hacerlo con Rusia.. Tal y como ocurrió con la “Revolución Naranja” en 2004.
Ucrania vuelve a ser cuna de protestas indefinidas, la oposición ha convocado actos contra el Ejecutivo, y un míting indefinido que empezó el domingo en el centro de Kiev, en la plaza Europa. Exigen la dimisión del primer ministro Nicolái Azárov y el movimiento toma nombre: el “euromaidán”.
El motivo para no firmar el acuerdo parece, según el presidente ucraniano, un motivo económico: «Como padre, no puedo dejar a una familia sin pan. Sería deshonesto e injusto si no me preocupara por la gente más indefensa sobre la que puede recaer la carga del periodo de transición». Así lo justificó el presidente Víctor Yanukóvich.
Pese a esta justificación, lo inolvidable es que las negociaciones entre Bruselas y Kiev han estado muy presionadas por Moscú, que se oponía a la firma, prevista para la cumbre del 28 y 29 en Vilna, la capital de Lituania.
A su vez, la Unión Europea había impuesto una serie de condiciones: avances contra la justicia selectiva, cambios en la ley electoral y la puesta en libertad de Timoshenko. En este sentido, el anuncio de la congelación del acuerdo se produjo después de que la Rada Suprema de Ucrania (cámara legislativa) rechazara los proyectos de ley para que Timoshenko pudiera someterse a tratamiento médico fuera del país, tratamiento exigido por la Unión Europea. Timonshenko juega sin duda un papel importante en esta negociación, la que fue una de las inspiraciones de la llamada «Revolución Naranja» anunció que iniciaba una nueva huelga de hambre como muestra de apoyo a las protestas de la calle. Su excarcelación es uno de los pilares de las demandas de la oposición ucraniana en la actualidad y Europa ve el proceso que la juzgó como «poco fiable».
Proceso Timoschenko. afp
¿Qué piensa Rusia?
El Kremlin aplaudió la decisión de Kiev y el portavoz de la presidencia rusa, Dimitri Peskov, celebró que «un socio tan próximo como Ucrania haya decidido optimizar y desarrollar la cooperación económica y comercial con Rusia». Hay que tener en cuenta la importancia estratégica que tiene Ucrania, quien durante años fue una colonia de Moscú, por su ubicación – puente entre Rusia y Occidente- y por sus recursos naturales. Según los datos publicados por Eurostat los intercambios comerciales con el país suponen la mitad del comercio entre la UE y los seis países de la Asociación Oriental.
¿ Y Europa?
Tanto el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, como el de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, han manifestado abiertamente ser conscientes de «la presión externa que está experimentando Ucrania». La Unión europea va a mantener su oferta a Kiev pero no quiere llevar a cabo un diálogo a tres bandas. Son varias las fuentes comunitarias que han denunciado que Moscú ha disminuido sus intercambios comerciales con Ucrania en los últimos meses como aviso, a la vez que Putin ha advertido sobre la gran dependencia económica de Ucrania.
Mujer llora con bandera durante manifestación. Afp
Bruselas defiende que el acuerdo es muy ambicioso, el mas ambicioso que se ha ofrecido nunca a un no-miembro de la UE, pero Yanukóvich califica de «humillantes» las condiciones ofrecidas por Europa para firmar el acuerdo y ha advertido de que sólo accederá a un pacto comercial con Bruselas si conviene a los intereses de su país.
Tras 6 años de negociaciones la negativa ucraniana de suscribir el acuerdo con Europa cae como un jarro de agua fría, fría, Ucrania provoca una nueva guerra fría entre Europa y Rusia.
Maria Gobern
@mariagobern
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