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Cuatro décadas de heridas abiertas en año electoral

Allende“Trabajadores de mi patria: tengo fe en Chile y su destino. Superarán otros hombres el momento gris y amargo, donde la traición pretende imponerse. Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad mejor. ¡Viva Chile, viva el pueblo, vivan los trabajadores!” Estas fueron las últimas palabras que el presidente chileno Salvador Allende dirigió a sus compatriotas. De esto hace 40 años y hoy, Chile celebra dividido el inicio de la dictadura del general Augusto Pinochet, en un año que, además, se celebran elecciones presidenciales.

Últimas palabras de Allende:

El periodista chileno, Francisco Jara, recuerda el 11 de septiembre de 1973 como un “día trágico” porque “ese día se acabó la larga tradición democrática chilena y la forma pacífica y civilizada de resolver las disputas políticas”.

Ese día, Pinochet tomó el Palacio de la Moneda y puso punto final al gobierno del socialista Allende, quien se suicidó en la sede presidencial antes de ser capturado por los militares.  La dictadura, enfatizó Jara a GS is not an aftershave, fue “muy sangrienta al comienzo y la represión atroz, especialmente, hasta 1976, que es cuando se concentran la mayoría de casos de desaparecidos”. La gris y amarga dictadura militar de Pinochet duró cerca de 20 años, de 1973 a 1990, hubo unos 40.000 víctimas de tortura y más de 3.000 muertos o desaparecidos.

A Jara le tocó “crecer, estudiar y comenzar a trabajar como periodista bajo la dictadura”. Aún los inconvenientes que esto suponía, lo recuerda como “algo interesante”, ya que a través de los medios se intentaba abrir un poco más el camino hacia la libertad de expresión.  “Hubo esfuerzos por decir más de lo que la dictadura quería, cada día era una aventura. En el diario donde comencé había periodistas que buscábamos la manera de decir lo que no se podía decir, por lo que  había que pensar muy bien al escribir y, por supuesto, hubo historias que no se publicaron”, explicó el periodista.

El 11 de marzo de 1990, Pinochet dejó su cargo y, pese que se juzgó algunos de los autores de las torturas, Jara lamenta que no ha habido “justicia en todos los casos”, porque “la dictadura de Pinochet fue muy sólida y dejó leyes para impedir que hubiese justicia». Los gobiernos democráticos,  en particular los de (Patricio)  Aylwin y (Eduardo) Frei «fueron muy blandos con los militares porque temían que el anhelo de justicia complicara el proceso de transición”.  De hecho, Pinochet murió tranquilamente a sus 91 años en el Hospital militar de Santiago de Chile.

Aún así, los jueces chilenos hicieron un paso gigantesco el pasado 4 de septiembre al reconocer a través de un comunicado que este colectivo no hizo suficiente durante la dictadura para proteger los derechos fundamentales de los chilenos. “Hay que decirlo y reconocerlo con claridad y entereza: el Poder Judicial y, en especial, la Corte Suprema de la época, claudicaron en su labor esencial de tutelar los derechos fundamentales y proteger a quienes fueron víctimas del abuso estatal”, reza el comunicado.

Hoy Chile conmemora los 40 años de la dictadura y la sociedad continua dividida. Por eso, el gobierno derechista (el primero en la era post Pinochet) de Sebastián Piñera ha organizado un acto, mientras que la oposición, encabezada por la ex presidenta y actual candidata a la Moneda de la izquierda, Michelle Bachelet, otro. Pero además, parece que el destino hurgue más en las heridas del pasado y en este año electoral, marcado por el fantasma del golpe de Estado, las dos candidatas a la presidencia tienen una historia común.

Tanto el padre de la candidata por la derecha, Evelyn Matthei, Fernando, como el de Bachelet, Alberto, fueron generales de las Fuerza Aérea de Chile (FACH). En 1958, el entonces capitán Fernando Matthei y el militar Alberto Bachelet fueron a vivir, junto a sus familias, a la Base Cerro Moreno, donde se conocieron y entablaron una buena amistad.  En esta base vivían alrededor de unas mil personas y estaba a 26 kilómetros de de localidad de Antofagasta, por lo que los militares y sus familias hacían sus propias vidas, vivían aislados del resto de la población y tenían sus propias infraestructuras, como la escuela donde estudiaron Michelle y Evelyn. Para Jara, que ahora ambas sean candidatas a la presidencia es “casi una ironía de la historia,  ellas debieron haber sido amigas cuando eran niñas”.

bachelet matthei

Candidatas Michelle Bachelet y Evelyn Matthei comparten un pasado común.

Pese que Bachelet y Matthei eran buenos amigos, el golpe de Estado de 1973 les separó, el primero se mantuvo fiel al gobierno de Allende, el segundo se alineó con Pinochet. Bachelet murió por las torturas que sufrió en la Academia de Guerra de la Aviación (AGA), cuyo director era Matthei. Ángela Jeria, la viuda de Bachelet, siempre ha negado que Matthei haya tenido alguna relación con la muerte de su marido. Sin embargo, el abogado Eduardo Contreras demandó que se procesara a Matthei por su implicación en la muerte de Bachelet, pero su solicitud fue rechazada por un juez.

Jara no cree que Matthei fuera “un responsable directo (de la muerte de Bachelet), pero sí sabía lo que le estaba ocurriendo” en la Academia, que fue uno de los principales centros de tortura del régimen pinochetista.  Por su parte, el también ex coronel de las FACH, Ernesto Galaz, dijo recientemente en la televisión chilena que Matthei  “no movió ni un dedo” por él ni Bachelet cuando fueron torturados en la Academia. “Él (Matthei) sabía que allí se estaba torturando (en la Academia). Y él cómo sabía que esto sucedía, es cómplice”.

De cara las siguientes elecciones, Bachelet es la que está mejor posicionada, por un lado por el desgaste de la derecha, que ha ocupado cuatro años el Ejecutivo. Además, Bachelet, quien dejó el mandato en 2010 con un respaldo del 85% de la población, para Jara es la figura de la reconciliación chilena, ya que es hija de un militar muerto a manos del régimen dictatorial, pero a la misma vez fue “bien acogida” por los militares cuando fue ministra de Defensa (2002-205) y Presidenta (2006-2010). “Ella supo entenderá los militares”, consideró Jara.

Pero 40 años después del  Golpe Militar aún hay heridas que siguen abiertas. Para Jara eso se debe a que “algunos todavía no han reconocido su culpa en el golpe ni su responsabilidad en avalar las violaciones de los derechos humanos o han callado ante ellas”. En este sentido, para el periodista la única forma de sanar las heridas es “la reparación de las víctimas”. Otra de las cuestiones fundamentales para Jara es que los chilenos que viven en el exterior, se calcula que unos 800.000, puedan votar, algo que la derecha siempre se ha negado, porque la mayoría son exiliados o hijos de exiliados. “Muchos no volverán porque hicieron su vida fuera, pero mantienen los lazos con Chile”.

“Suena la sirena, de vuelta al trabajo, muchos no volvieron tampoco Manuel”, relata la canción “Te recuerdo Amanda” del gran cantautor chileno Victor Jara, a quien después del golpe de Estado le cortaron la lengua y sus manos antes de asesinarlo. Aunque esta pieza explica la muerte de los trabajadores chilenos en los años 60 por las malas condiciones laborables, fue prohibida durante la dictadura. A parte de por su fuerte contenido social, también por su fácil paralelismo con los desaparecidos del régimen de Pinochet. Ahora, cuarenta años después, hay Amandas que en “la calle mojada” aún esperan justicia por los abusos de la dictadura. Esperemos que Chile les de la paz que necesitan y cicatricen pronto las heridas.

Canción «Te recuerdo Amanda»:

Núria Segura Insa

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Twitter: Nuriasein

Blog: nuriasegura-sein.blogspot.com

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