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Tampoco Breton Woods es una marca de Whisky. Porque el periodismo internacional no es solo cosa de hombres, ocho mujeres ofrecen un punto de vista diferente sobre lo que pasa en el mundo.

La tragedia del tren de Santiago en 3 palabras

Por Cláudia Morán

6b125afe268c367188248e3ae0dc7819Hoy Galicia celebra (celebraba) su día grande, un Día da Patria Galega que ha quedado eclipsado por la negra sombra de la tragedia. Desde las 20.42 horas de ayer (HLE), el recuento de fallecidos en la curva de A Grandeira (Angrois), donde descarriló  el tren Alvia 151 de alta velocidad que conectaba Madrid y Ferrol, no ha dejado de crecer. La palabra para definir las últimas horas es solidaridad: médicos, bomberos, enfermeras, voluntarios, donantes de sangre, periodistas, psicólogos y trabajadores en paro; todos trabajando para salvar vidas y dar esperanzas a los familiares de las víctimas. La mayoría, funcionarios del sector público a los que la política de austeridad en España rebaja sueldos y cuya utilidad es cuestionada a diario. Aquí tienen la respuesta: para esto.

SOLIDARIDAD-. Ante el colapso de víctimas y voluntarios a escasos minutos del accidente, se habilitaron centros sanitarios en A Coruña y Pontevedra para donar sangre y trasladar a los heridos. Fue tanta la gente que se retiró de la fiesta para ir a donar que a las dos horas ya era más que suficiente y tuvo que pedirse que nadie más acudiera. Los vecinos de Angrois, la localidad donde se produjo el accidente, proporcionaron mantas y agua y desmontaron puertas y ventanas para facilitar el acceso y maniobra de los vehículos de asistencia. Los bomberos de A Coruña, en huelga desde el lunes por desacuerdos con su concesionaria, desconvocaron la protesta de inmediato para dirigirse al lugar de los hechos y ayudar. También numerosos médicos que estaban disfrutando de sus vacaciones se dirigieron a los centros hospitalarios para cubrir la falta de personal sanitario. A estas horas, centenares de personas siguen trabajando sin descanso.

ESPECULACIÓN-. La tragedia no estuvo exenta de bulos, especialmente en las dos primeras horas, en las que reinaba la confusión. A raíz de las declaraciones de algunos vecinos, que afirmaban haber escuchado explosiones previas al siniestro, muchos medios especularon con la posibilidad de un atentado terrorista, señalando incluso a la organización Resistência Galega; una hipótesis no exenta de interés por parte de la extrema derecha en un día tan señalado para el nacionalismo gallego. El diario ABC, por su parte, continuó hablando de atentado incluso cuando el Ministerio del Interior ya lo había descartado y se justificó después echando la culpa a un teletipo de la Agencia EFE, pero según informaron varios periodistas los titulares no se vuelcan automáticamente desde la agencia. La hipótesis que cobra más fuerza en estos momentos es el exceso de velocidad, probablemente el doble de la permitida, en ese tramo ferroviario no calificado de alta velocidad por los expertos.

VERGÜENZA-. En su primer comunicado de condolencia, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, trasladó su pésame a las víctimas del terremoto de Gansu (China) del pasado lunes, aunque fue retirado enseguida. Pero los tuiteros reaccionaron de inmediato con capturas de pantalla, calificándolo de «copia-pega» y criticando la falta de empatía e implicación del Gobierno en la tragedia. Televisión Española (TVE), por su parte, tardó más de una hora en informar de lo que estaba ocurriendo (cuando las víctimas ya superaban con creces las de la maratón de Boston, donde fallecieron 3 personas y la cobertura fue máxima), así como el Canal 24 horas. Numerosos medios de todo el mundo (como BBC, CNN y The New York Times) tuvieron que recurrir a la televisión regional de Galicia, TVG -que funcionó de manera impecable- para poder informar, mientras TVE reiteraba que no tenía acceso a las informaciones y las cadenas españolas privadas Telecinco y Antena3 emitían películas.

Por otro lado, España, principal inversor en alta velocidad en Estados Unidos, está empezando a ser señalado en la prensa norteamericana por sus posibles deficiencias en este servicio. Según informaban varios medios ayer, la curva de A Grandeira donde descarriló el tren, inaugurada en diciembre de 2011, había sido calificada como peligrosa por técnicos especialistas del Ministerio de Fomento.

A estas horas, hay confirmadas 79 víctimas mortales y unos 130 heridos, 20 de gravedad. Los trabajadores de emergencias continúan buscando cuerpos entre los escombros.

Todo el equipo de Goldman Sachs is Not an Aftershave quiere transmitir sus más sinceras condolencias por lo sucedido en Galicia y todo su apoyo a los afectados.

CLÁUDIA MORÁN. A Coruña

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