Ciudades como Miami, Los Ángeles, Houston, Chicago y Nueva York están de enhorabuena gracias a la aprobación en el Senado de la ley que legalizará la situación de los inmigrantes indocumentados que hayan llegado a EE.UU. antes del 31 de diciembre de 2011. 
Aunque tendrán que esperar 10 años para pedir la residencia y tres años más para solicitar la ciudadanía, adquirirán el estatus de Inmigrante Provisional Registrado (RPI, por sus siglas en inglés).
Eso sí, la propuesta aún tiene que pasar la criba de la Cámara de los Representantes donde varios republicanos intentarán despedazar su contenido. Además, los líderes del partido han añadido que elaborarán su propia versión del proyecto de ley.
En el país rey del capitalismo hay alrededor de 11 millones de trabajadores ilegales. Gracias a la reforma migratoria esto podría cambiar y suponer que estas personas paguen sus impuestos en Estados Unidos, lo que supondría un 5 % de crecimiento en los próximos veinte años, o lo que es lo mismo, un ingreso en las arcas de 850.000 millones de dólares.
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Si finalmente el proyecto se convierte en ley supondría el mayor logro para el segundo mandato de Obama y sería uno de los avances de mayor calado en leyes migratorias en 30 años en el país.
Una de las enmiendas a la propuesta fue duplicar el número de agentes de la patrulla fronteriza que vigilan la frontera con México y completar un muro de 1,120 kilómetros de valla fronteriza. Saquen sus propias conclusiones…