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Tampoco Breton Woods es una marca de Whisky. Porque el periodismo internacional no es solo cosa de hombres, ocho mujeres ofrecen un punto de vista diferente sobre lo que pasa en el mundo.

«Mama Ellen», una madre para Liberia

Por Cláudia Morán

África no es un país, Liberia sí. Un país dentro del gran continente africano. La primera república independiente desde que en 1847 un grupo de esclavos americanos liberados decidieron desembarcar allí para fundar su Tierra libre, un territorio 100% negro -aunque aquello acabó convirtiéndose en una élite opresora de los nativos-. Ahora Liberia también es el primer país africano con una mujer presidenta.

"Mama Ellen" ha lanzado una gran campaña contra las violaciones y la violencia de género / K. Opprann

«Mama Ellen» ha lanzado una gran campaña contra las violaciones y la violencia de género / K. Opprann

Con 67 años, Ellen Johnson-Sirleaf se convirtió en 2005 en la primera presidenta en la historia de Liberia y de toda África. Economista por Harvard, trabajó en Citibank y en el Banco Mundial y fue ministra de Finanzas en el gobierno de William Tolbert, asesinado por el golpista Samnuel Doe. Ella pudo salvar su vida, pero sus críticas al régimen la llevaron dos veces a prisión. Tras 14 años de guerra, Johnson-Sirleaf fue elegida presidenta mientras los hombres se peleaban, quizá ante la necesidad de una madre que transmitiera un poco de paz tras los destrozos materiales y morales que había dejado el conflicto. «Mama Ellen», así es como la llaman los liberianos: la madre de los pobres, de la lucha contra la corrupción y de las víctimas de violación. Por ello, en 2011 recibió el Premio Nobel de la Paz, antes de ser reelegida.

«Las mujeres cuidan del hogar, se aseguran de que el dinero en sus hogares se gaste prudentemente, de que los niños vayan al colegio. Mi experiencia dice que tendemos a ser más honestas que los hombres, mis disculpas a los hombres» 
El País, 2007

Divorciada y abuela de seis nietos, quizá «Mama Ellen» no representa al conjunto de la sociedad liberiana, desempleada, muy poco alfabetizada y profundamente machista. Pero lo cierto es que tomó las riendas de un país donde el 80% de la población estaba por debajo del umbral de la pobreza y lo puso en la autopista del desarrollo, dirigiendo el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo en África. También creó una Comisión de la Verdad y la Reconciliación para esclarecer los crímenes del pasado, tras la que el sanguinario ex dirigente Charles Taylor fue condenado en La Haya.

Pero lo más importante que, a mi parecer, ha hecho por Liberia es luchar contra la violencia de género y las violaciones de mujeres y niñas, dos de las lacras más graves que tras de sí dejó la guerra. El 70% de las denuncias registradas en el país son por violación y las víctimas, en un 40% de los casos, son niñas menores de 12 años. Gracias a su campaña, los acusados de violación no pueden quedar en libertad bajo fianza y corren el riesgo de ser condenados a cadena perpetua. A pesar de todo, «Mama Ellen» reconoce que aún queda mucho por hacer, como concienciar a las familias de las víctimas para que denuncien y se nieguen a poner precio a un pacto de silencio con los violadores.

Ellen Johnson-Sirleaf puede ser criticada por muchas cosas: porque forma parte de una élite minoritaria en Liberia, porque trabajó en uno de los bancos más señalados al estallar la crisis económica y porque nunca mostró arrepentimiento por haber dado su apoyo a Charles Taylor para derrocar a Doe en los 80. Pero la última palabra siempre la tendrán los liberianos. Y muchos siguen viéndola como la madre que alivia su sufrimiento.

↓English↓

«Mama Ellen», a mother to Liberia

Africa is not a country, but Liberia is. A country in the great African continent. The first independent republic since 1847, when a group of freed American slaves decided to land there to build his free Land, a 100% black territory – although eventually it became an elite that opressed the natives-. Today Liberia is also the first African nation with a female president.

At 67, Ellen Johnson-Sirleaf became in 2005 the first female president in the history of Liberia and across Africa. She studied Economics at Harvard, worked at Citibank and the World Bank and was Finance Minister in William Tolbert’s government, who was killed by Samnuel Doe’s coup d’état. She was able to save his life, but his criticism of the regime led her to prison twice. After 14 years of war, Johnson-Sirleaf was elected president while men brawled, perhaps because of the need of a mother to transmit some peace after the moral and material damage the conflict left. «Mama Ellen», this is how Liberians call her: the mother of the poor, the fight against corruption and rape victims. Therefore, she received the Nobel Peace Prize in 2011, before being re-elected.

«Women take care of the home, they ensure that money in their homes is spent wisely, that children attend school. My experience says we tend to be more honest than men, my apologies to men»
El País, 2007

Divorced and grandmother of six gandchilds, maybe «Mama Ellen» doesn’t represent the whole of Liberian society, which is unemployed, very little literate and deeply sexist. But the truth is she took over a country where 80% of the population were below the poverty line and put it in the highway to development by leading the United Nations Program for Development in Africa. He also created a Commission of Truth and Reconciliation to investigate the past crimes, after which the bloodthirsty former leader Charles Taylor was convicted in The Hague.

But, in my opinion, the most important thing she has done for Liberia is to combat gender violence and rape of women and girls, two of the most serious evils the war left behind. 70% of claims registered in the country are victims of rape and in 40% of cases they are girls under 12. As a result to his campaign, rape defendants can’t be released on bail and they are at risk of being sentenced to life imprisonment. Nevertheless, «Mama Ellen» recognizes that there’s still much to do, like increase victims families awareness on the importance of denounce and refuse to put a price on a pact of silence with rapists.

Ellen Johnson-Sirleaf could be criticized for many things: because she’s part of an minority elite in Liberia, because she worked in one of the most pointed out banks at the outbreak of the economic crisis and because she never showed remorse for having given her support to Charles Taylor to overthrow Doe in the 80s. But Liberians will always have the last word. And many of them still see her like the mother who relieves their suffering.

CLÁUDIA MORÁN

3 comentarios

  1. Dice ser Ofer L.R.

    Eooo enhorabuena por esto!! No tenía ni idea que teníais esto entre manos, si señoras. Un ejemplo a seguir, sin duda. Ànims i endevant!! 🙂

    25 mayo 2013 | 11:37

  2. Dice ser esther

    Madre de los pobres , presidenta del país !!!!….una crónica documentada , preciosa y buen dirigida…conmovedora la inclusión de la voz de las víctimas ….Enhorabuena

    25 mayo 2013 | 15:48

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